Personas comparten su terrible experiencia con las vacunas antiCOVID

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 12 de octubre de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • En junio de 2021, el senador de Wisconsin, Ron Johnson, celebró una conferencia de prensa con familias que compartieron historias sobre las lesiones que habían sufrido tras recibir la vacuna antiCOVID
  • Jodi O’Malley, una enfermera que trabaja para el Departamento de Salud y Servicios Humanos, hizo público el problema relacionado con las lesiones causadas por las vacunas antiCOVID. Aunque es obligatorio, los trabajadores de salud no reportan todas las lesiones causadas por las vacunas. De hecho, pocos están familiarizados con este requisito y no saben cómo ni dónde presentar dichos reportes
  • Brandon Schadt, director comercial regional de Johnson & Johnson, fue grabado cuando decía que los niños no deberían recibir la vacuna antiCOVID y que no se puede confiar en lo que dicen los medios de comunicación sobre las vacunas
  • Justin Durrant, un científico de Johnson & Johnson, también coincide en que los bebés y los niños pequeños no necesitan la vacuna antiCOVID y le recomienda al reportero encubierto no ponerse la “vacuna” antiCOVID de Johnson & Johnson

A finales de junio de 2021, el senador de Wisconsin, Ron Johnson, celebró una conferencia de prensa con familias que compartieron historias sobre las lesiones que habían sufrido tras recibir la vacuna antiCOVID.

Si bien el senador Johnson es bastante diplomático al afirmar que la mayoría de las personas no presentan problemas tras recibir la vacuna y que, de hecho, han salvado muchas vidas, queda claro que, aunque no quieran reconocerlo, sus efectos secundarios son más comunes de lo que muchos creen.

Un ejemplo de ello: el 10 de septiembre de 2021, el canal 7 de WXYZ-TV hizo una publicación en Facebook1,2 para pedir a las personas que habían perdido a un ser querido sin vacunar, a causa del COVID-19, que los contactaran para compartir su historia.

Para el 29 de septiembre de 2021, la publicación había recibido más de 241 000 comentarios y la mayoría eran sobre alguien que sufrió alguna lesión o muerte tras recibir la vacuna antiCOVID, o que contrajo COVID-19 grave a pesar de tener su esquema de vacunación completo. Puede consultar los cientos de miles de comentarios aquí. Los siguientes son algunos ejemplos de los comentarios publicados en el sitio:

“El abuelo de un gran amigo falleció tras recibir la vacuna de refuerzo”.

“¿Qué les parece si hacen una historia sobre mi tío que estaba sano hasta que se vacunó? O sobre el tío de mi jefe, que tenía un poco más de 50 años y un buen estado de salud, pero murió de forma repentina una semana después de vacunarse”.

“El padre de mi cuñada murió de un derrame cerebral 48 horas después de ponerse la vacuna de Moderna. Tenía un estilo de vida activo y saludable”.

“¿Qué les parece lo que le pasó al jefe de mi esposo, que tuvo dos derrames cerebrales después de recibir la segunda dosis? ¿No les interesa esta historia?”

“La vacuna mató a mi amigo tres semanas después de recibirla”.

“Tengo un amigo cercano que desarrolló miocarditis tras vacunarse. Con un alto riesgo de mortalidad en un periodo de 5 años. Antes de vacunarse no tenía ningún problema”.

“Conozco a 2 mujeres que sufrieron derrame cerebral justo después de vacunarse”.

“Perdimos a un tío por inflamación cardíaca 2 días después de vacunarse”.

“Perdí a un ser muy querido después de que recibió su segunda dosis, me dijo que se arrepentía de haberlo hecho y que no me recomendaba hacerlo. ¿Qué tal si cuentan esa historia? Murió de un aneurisma cerebral y era un hombre muy sano”.

“Hace poco falleció mi hermosa madre, 23 días después de recibir la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca (que no sabía que estaba recibiendo). Su certificado de defunción dice “inmunización” como causa de muerte”.

“Ahora conozco a más personas que sufrieron algún efecto secundario a causa de la vacuna que personas que tuvieron COVID”.

“No, pero sé de dos personas que murieron por COVID aunque tenían su esquema de vacunación completo”.

“Mi tío falleció 3 meses después de recibir su segunda dosis. Le diagnosticaron cáncer de colon en etapa 4, se sometió a una cirugía, lo dieron de alta para rehabilitación y luego murió por un coágulo sanguíneo. Gracias Pfizer”.

“Conozco a dos mujeres que tuvieron abortos espontáneos 2 días después de haber recibido la vacuna”.

Estos comentarios son un INDICIO importante. Como señaló otra persona: “parece que no recibieron las respuestas que esperaban para su historia, pues la mayoría de los comentarios son sobre efectos secundarios y muertes causadas por las vacunas. Dado que el nivel de respuesta sobre las reacciones de la vacuna es tan alto, tal vez su historia debería centrarse en estos casos. Parece que aquí hay muchas personas que quieren compartir su experiencia”.

Pero no solo eso, también hay expertos médicos que advierten sobre esta situación, lo que confirma que las lesiones causadas por las vacunas antiCOVID son muy comunes, mientras que la mayoría no se reportan. En un artículo que estoy por publicar, compartiré el análisis del empresario Steve Kirsch, quien sugiere que los casos que no se reportan ante el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas(VAERS) están por debajo del número real, lo que significa que en realidad podría haber más de 200 000 muertes y hasta 5 millones de lesiones causadas por las vacunas antiCOVID.

‘Maldad al más alto nivel’

En un fascinante informe de Project Veritas, Jodi O’Malley, una enfermera que trabaja para el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) de los Estados Unidos, revela que las autoridades de salud están ignorando y encubriendo las lesiones causadas por las vacunas antiCOVID.

O’Malley dice que ha sido testigo de “docenas de casos de reacciones adversas”, como miocarditis, insuficiencia cardíaca congestiva y muerte, pero que al final no se reportan. A pesar de que tanto la Administración de Alimentos y Medicamentos como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, requieren que se reporte cualquier presunta lesión causada por una vacuna de uso de emergencia.

“Si se supone que todos deben recopilar estos datos y reportarlos, pero nadie lo hace, ¿cómo sabrán que la vacuna es segura? Exacto, no lo saben”, dijo O’Malley.

Una de las razones por las que O’Malley decidió levantar la voz, consciente de que al hacerlo su trabajo estaría en riesgo, es porque una de sus compañeras de trabajo murió después de que la obligaron a ponerse la vacuna. “Nadie debería estar en la situación de tener que elegir entre su trabajo o la vacuna”, dijo O’Malley.

También señala que aunque hay medicamentos como la ivermectina y la hidroxicloroquina, que han demostrado ser seguros y efectivos contra el virus, el DHHS prohibió su uso, pero si permitieran el uso de estos medicamentos, no habría necesidad de una vacuna antiCOVID.

“Esto es maldad al más alto nivel”, dice O’Malley. “Está la FDA y los CDC, que se supone deberían protegernos, pero están bajo el control del gobierno, y todo lo que hemos hecho hasta ahora no tiene nada que ver con la ciencia”.

Hace poco, otra informante, Deborah Conrad, dio una exclusiva para el portal Highwire. Conrad, una auxiliar médica, reveló que en el hospital donde trabaja tampoco cumple con el requisito de reportar las lesiones causadas por las vacunas antiCOVID.

Graban a funcionarios de Johnson & Johnson diciendo lo que realmente opinan sobre las vacunas

En la tercera parte de su serie de investigación sobre las vacunas antiCOVID, Project Veritas revela lo que realmente piensan dos funcionarios de Johnson & Johnson: Brandon Schadt, director comercial regional de Johnson & Johnson, y Justin Durrant, científico de Johnson & Johnson.

Durante una comida, Schadt habló con un reportero encubierto de Project Veritas y admitió que no está de acuerdo con la iniciativa de vacunar a los niños. “No deben ponerle la maldita vacuna [COVID] a los niños”, dijo. “Es terrible, se trata de niños, no deberían hacerles eso. Se sabe que puede tener consecuencias a largo plazo”.

Cuando el reportero le pregunta si realmente no tienen idea de cuáles son las consecuencias a largo plazo, Schadt contesta: “¿Cómo podríamos saberlo? Solo que venga alguien del futuro y diga, ‘oye, me pusieron la vacuna y no tengo un tercer ojo’” Cuando se le preguntó si podemos confiar en lo que dicen los medios de comunicación sobre las vacunas, Schadt afirma: “De ninguna manera deberían confiar en lo que dicen”.

Durrant tampoco cree que los bebés y los niños pequeños necesiten recibir la vacuna, al afirmar que hacerlo “no produce un beneficio importante”. Dicho esto, parece que sí está de acuerdo con la política corporativa de implementar la vacunación obligatoria en adultos, sin importar sus necesidades o creencias personales.

Y afirma que, si una persona no quiere vacunarse, deben hacer que su vida sea tan incómoda que a la larga opte por ponerse la vacuna. A pesar de eso, Durrant le dice al reportero encubierto: “No te pongas la de Johnson & Johnson [vacuna antiCOVID]. Aunque esto queda entre nosotros”.

Janssen, Pfizer y Moderna reciben advertencia por parte de la FDA

A finales de abril de 2021, la Administración de Alimentos y Medicamentos agregó una etiqueta de advertencia a la vacuna antiCOVID de Janssen sobre el riesgo de coagulación sanguínea potencialmente grave en el cerebro y en otros sitios, que incluyen el abdomen y las piernas, junto con trombocitopenia (recuento bajo de plaquetas), sobre todo en mujeres.3,4 A mediados de julio, se agregaron a la lista de advertencias el síndrome de Guillain-Barré y la inmunocompetencia alterada.5,6

En junio de 2021, Pfizer y Moderna también recibieron etiquetas de advertencia para sus vacunas cuando la FDA concluyó que existe una “asociación probable” entre las vacunas de ARNm y la inflamación cardíaca en adolescentes y adultos jóvenes.7

El 24 de junio de 2021, el portal Fierce Pharma informó que “la inflamación cardíaca se ha producido a una tasa de 12.6 por millón entre personas de 12 a 39 años, según la base de datos de los CDC sobre la seguridad de las vacunas”.8

Otro efecto secundario de la vacuna antiCOVID: problemas menstruales

Uno de los efectos secundarios que aún no se ha registrado en el radar de la FDA y de los CDC son los problemas menstruales. El 16 de septiembre de 2021, la revista The BMJ publicó un artículo que señala9 que para el 2 de septiembre de 2021 se habían presentado más de 30 000 reportes de irregularidades menstruales y de sangrado vaginal ante el Esquema de Tarjeta Amarilla de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA), que recopila y monitorea las reacciones adversas a las vacunas en el Reino Unido.

Victoria Male, especialista en inmunología reproductiva del Imperial College de Londres, afirmó que existe evidencia de la relación entre estas irregularidades de sangrado y las vacunas antiCOVID, sin importar la marca. Male también señala lo siguiente:10

“Se han reportado alteraciones menstruales tras recibir vacunas anticovid-19 de ARNm y adenovirus, lo que sugiere que, si existe una conexión, es probable que se deba a la respuesta inmunológica ante la vacuna y no a un componente específico de la misma.

La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) también se ha relacionado con cambios menstruales. De hecho, el ciclo menstrual puede verse afectado por la activación inmunológica en respuesta a varios estímulos, como una infección viral: en un estudio de mujeres que menstruaban, casi una cuarta parte de las participantes con SARS-CoV-2 experimentaron trastornos menstruales.

Algunos de los mecanismos biológicamente plausibles que relacionan la estimulación inmunológica con los cambios menstruales, incluyen las influencias inmunológicas sobre las hormonas que impulsan el ciclo menstrual o los efectos mediados por células inmunológicas en el revestimiento del útero, las cuales están involucradas en la acumulación y degradación cíclica de este tejido”.

La Dra. Kathryn Clancy, profesora asistente de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, quien está investigando la activación inmunológica aguda y los mecanismos de reparación menstrual, dijo para el portal The Defender que está “consternada de que el diseño de los ensayos de la vacuna [antiCOVID] hace que sea imposible investigar más sobre esta relación, y espera que en el futuro los fabricantes de medicamentos y vacunas consideren este problema”.11

Reportes de problemas menstruales

Hasta el 17 de septiembre del 2021, el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS), había registrado un total de 9589 reportes de trastornos menstruales relacionados con la vacuna antiCOVID.12 El Dr. Lawrence Palevsky, un pediatra, que también intervino en el artículo publicado por The BMJ, dijo lo siguiente para The Defender:13

“Si siguiéramos el método científico, como se enseña en los libros (sabiendo muy bien que ya no se sigue el método científico), veríamos de inmediato los cambios del ciclo menstrual en decenas de miles de mujeres como una señal, que requiere de respuestas.

Si realmente se siguiera el método científico, podrían darse respuestas sin sesgos ni prejuicios cuyo objetivo es un resultado específico. En otoño de 2020, los fabricantes de vacunas enviaron a la FDA una larga lista de efectos secundarios.

Los fabricantes y la FDA están familiarizados con muchas de las lesiones que se reportan tras recibir estas vacunas, que incluyen hemorragia, coágulos de sangre, autoinmunidad, síndrome de Guillain-Barré y muchas otras, pero las autoridades continúan ignorando los reportes de las personas que presentan estos eventos adversos en tiempo real, como si no tuvieran absolutamente nada que ver con estas vacunas.

En pocas palabras, recopilaron los datos en ensayos clínicos, pero los mantienen es secreto”.

Palevsky cree que las irregularidades menstruales, reportadas por las mujeres que han recibido la vacuna antiCOVID, podrían relacionarse con los efectos de la proteína Spike que sus cuerpos están produciendo.

El NIH financia estudio para investigar los problemas menstruales

A principios de septiembre de 2021, el Instituto de Salud Infantil y Desarrollo Humano, y la Oficina de Investigación sobre la Salud de la Mujer, que son parte de los Institutos Nacionales de Salud, anunciaron que otorgarán 1,67 millones de dólares en subvenciones a cinco instituciones para investigar la relación entre los problemas menstruales y las vacunas antiCOVID.14,15

Durante el próximo año, investigadores de la Universidad de Boston, la Facultad de Medicina de Harvard, la Universidad Johns Hopkins, la Universidad Estatal de Michigan y de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón, intentarán determinar si los cambios menstruales están directamente relacionados con las vacunas antiCOVID, cuánto duran los cambios y cuál es el mecanismo subyacente.

Según la Dra. Diana Bianchi, directora del Instituto de Salud Infantil y Desarrollo Humano, se espera que los cinco estudios inscriban entre 400 000 y 500 000 participantes.

También hay un grupo independiente que está recopilando datos de mujeres sin vacunar que están experimentando patrones de sangrado anormales después de entrar en contacto cercano con una persona que ha recibido la vacuna antiCOVID. Palevsky y la Dra. Christiane Northrup forman parte de este grupo de investigación, entre otros. Puede encontrar más información sobre este proyecto en MyCycleStory.com.16

Cada vez hay más casos de eventos adversos

Para terminar, mientras las autoridades insisten en que las vacunas antiCOVID son “seguras y efectivas”, los datos recopilados cuentan una historia completamente diferente. Las vacunas no solo pierden su efectividad en cuestión de meses, como lo demuestran los datos israelíes, sino que, hasta el 17 de septiembre de 2021, el VAERS había recibido más de 726 960 reportes de eventos adversos relacionados con la vacuna antiCOVID, que incluyen 15 386 muertes y 66 642 hospitalizaciones.17

Estas cifras son tan altas que no tienen punto de comparación. En nueve meses, estas vacunas han causado más lesiones y muertes que todas las demás vacunas juntas en los últimos 30 años. Una situación similar se puede ver en el Reino Unido, donde 30 305 personas murieron dentro de un periodo de 21 días tras recibir la vacuna antiCOVID. Y todo esto ha sucedido durante los primeros seis meses de su lanzamiento.18

En agosto de 2021, el Ministerio de Salud de Japón suspendió el uso de 1.63 millones de dosis de la vacuna de Moderna, después de encontrar sustancias extrañas que parecían partículas metálicas en algunos viales. Luego, a mediados de septiembre, también se encontraron supuestos contaminantes en un lote de la vacuna de Pfizer.19 A pesar de todo esto, nos quieren obligar a vacunarnos, sin cuestionarlos. ¿Por qué?

Como señaló Schadt, el empleado de Johnson & Johnson, que fue grabado por Project Veritas, la campaña de vacunación masiva no tiene nada que ver con la salud pública, sino que tiene mucho que ver con la política y el dinero. Pero más allá de eso, creo que se trata de construir el mecanismo de control necesario para el Gran Reinicio. Los pasaportes de vacunación permitirán a los tecnócratas autoelegidos controlar y manipular el mundo entero como mejor les convenga.

Como era de esperar, no termina con dos dosis. En Israel, ya hay una campaña para recibir una cuarta dosis de la vacuna de Pfizer, y eso que el año aún no termina. Y todos aquellos que ya recibieron sus dos primeras dosis volverán a perderán todas sus libertades, hasta que se pongan los refuerzos que recomiendan. Esta será la realidad de todos los países del mundo en los que quieren implementar un pasaporte de vacunación obligatorio.

Su libertad dependerá de su estado de vacunación y una vez que el COVID-19 desaparezca, si eso llega a suceder, se sacarán algo más de la manga y le dirán que debe hacer lo que le ordenan o de lo contrario perderá su trabajo, no podrá ir a la escuela, viajar, ir de compras o llevar una vida normal.

En esto se basa en el nuevo estado de bioseguridad. La pregunta es: ¿a eso se le puede llamar vida? ¿Es así como quiere vivir? ¿Es este el mundo que queremos para nuestros hijos y nietos? De lo contrario, todos debemos poner nuestro granito de arena y oponernos a sus mandatos, pasaportes de vacunación y restricciones según nuestro estado de vacunación. La buena noticia es que juntos podemos detenerlos, porque somos muchos más que ellos.

Photo by Mohammad Shahhosseini on Unsplash