Paran miles en restaurantes de comida rápida en EU

Este movimiento tiene lugar en momentos en que la Casa Blanca, algunos legisladores y economistas promueven un aumento al salario mínimo federal, que fue incrementado por última vez en 2009. Pero la mayoría de las propuestas buscan una subida bastante más modesta. El presidente Barack Obama quiere aumentarlo a nueve dólares por hora.

Los trabajadores también quieren formar sindicatos y negociar salarios más amplios, sin enfrentar represalias de franquicias o casas centrales. La mayor parte de los empleados en el sector privado de comida rápida no son sindicalizados.

El secretario del Trabajo, Thomas Pérez, dijo que compara estas protestas con la Marcha sobre Washington en 1963, que exigía un salario mínimo nacional para dar a los obreros mejores condiciones de vida. Para muchas personas que trabajan por salarios mínimos, el ascenso a mejores oportunidades se siente cada vez más lejos, destacó.

Tyeisha Batts, de 27 años, trabaja en Burger King y recibe 7.25 dólares por hora. Pero sólo 28 horas por semana, porque si uno trabaja 30 horas, deben darle un seguro médico, explicó. Sus horarios cambian a diario y cuando hay pocos clientes le dicen que vuelva a casa. Con un salario semanal de 100 dólares, 30 se van en el metro, afirma.

Mary Kay Henry, presidente internacional de SEIU, el sindicato que apoya la protesta, señaló que la mayoría de estos empleados tienen hijos e intentan mantener a su familia.

Su salario medio (incluyendo a los trabajadores en posiciones de más responsabilidad) es de 9.08 dólares por hora, es decir, muy por debajo del umbral de pobreza para un empleado que tiene la suerte de trabajar 40 horas semanales, destacó.