Nueva investigación comprueba efectos dañinos de maíz transgénico de Monsanto
Por Angélica Enciso L., La Jornada, 27 de junio de 2014
Se vuelve a publicar estudio de Gilles-Eric Séralini, ahora con más información
Provoca deficiencias renales crónicas, congestiones hepáticas y necrosis, entre otros males
Luego de que la revista científica Food and Chemical Toxicology (FCT) por presiones de las empresas productoras de transgénicos se retractó en noviembre pasado de la publicación del estudio de Gilles-Eric Séralini, que comprobó efectos cancerígenos en ratas por el consumo de maíz modificado genéticamente, otra publicación científica, Environmental Sciences Europe, divulga nuevamente el estudio, pero ahora con más información y confirma los resultados.
El reporte está acompañado por un comentario del equipo de Séralini, en el que describe “los esfuerzos de lobby” de quienes apoyan las cosechas de organismos genéticamente modificados para forzar al editor de FCT a retractarse de la publicación original.
Cuando el editor en jefe se retractó de la publicación argumentó que no había fraude científico y que los resultados no eran incorrectos, pero que tampoco eran concluyentes, lo cual nunca había sido causal de retractación científica, explicó en diciembre Elena Álvarez Buylla, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Este no es el primer caso en que un científico que cuestiona los transgénicos se ve sometido a presiones, ya que hace 13 años el mexicano Ignacio Chapela descubrió la contaminación con maíz transgénico de las siembras tradicionales de Oaxaca y Puebla, y fue atacado por científicos que apoyaban esos productos y la revista Nature, en la que se publicó este estudio, se retractó.
El primer reporte de Séralini se publicó en FCT en septiembre de 2012 y un año después el editor se retractó, luego de una campaña de críticas y difamación de de quienes están en favor de los transgénicos. Ese estudio encontró daño severo y cáncer al hígado, riñón y desórdenes hormonales en ratas alimentadas con el herbicida a base de glifosato Roundup y el maíz transgénico NK603 de Monsanto, uno de los que esta empresa ha utilizado en las pruebas experimentales de este cultivo en México.
Ahora, el estudio de toxicidad crónica de este maíz que acaba de publicar el equipo encabezado por el mismo Séralini dio seguimiento dos años a ratas alimentadas con este producto y se vuelven a confirmar deficiencias renales crónicas, congestiones hepáticas y necrosis; las hembras desarrollaron grandes tumores de mama con más frecuencia, el equilibrio hormonal del sexo se modificó con este alimento y los machos presentaron tumores cuatro veces más grandes.
Más mortalidad
En resumen hay más mortalidad en la mayoría de grupos de tratamiento del estudio realizado en ratas, indica el reporte. Además, el diseño del reciente informe se basó en uno realizado anteriormente por Monsanto, para que fueran comparables, y el periodo de observación pasó de 90 días a dos años.
El estudio incluye datos que confirman los primeros descubrimientos y llega a las mismas conclusiones, pero además fue revisado por pares en al menos tres rondas, indica información de la página de Internet GMOSeralini.
Agrega que los resultados del primer estudio fueron desestimados por los autores de Monsanto con el argumento de que las conclusiones no eran biológicamente significativas, y las autoridades europeas de seguridad alimentaria aceptaron la opinión de la empresa.
La información de GMOSeralini cita expertos como Michael Antoniou, genetista molecular de Londres, que consideró que pocos estudios sobrevivirían a tan intenso escrutinio de parte de colegas científicos. La republicación del estudio luego de tres revisiones de expertos es un prueba de su rigor, así como también de la integridad de los investigadores.
También menciona la opinión de Jack A Heinemann, profesor de Biología Molecular y Genética de la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda, quien consideró que “la primera publicación de estos resultados revelaron algunas de las brutalidades que pueden ser desatadas sobre los investigadores que presenten descubrimientos incómodos. Aplaudo a Environmental Sciences Europe por someter el trabajo a otra rigurosa ronda ciega de revisión de pares, y luego valientemente apoyar el proceso y las recomendaciones de sus evaluadores”.
Agrega que este trabajo provee nuevos conocimientos que deben ser tomados en cuenta por la comunidad que evalúa y reporta sobre los riesgos de los organismos genéticamante modificados.