Nueva Ciencia Destruye el Mito de las Grasas Saturadas

La siguiente tabla enlista mi versión de una “alimentación saludable para el corazón”, que ayuda a reducir la inflamación, la resistencia a la insulina y ayuda a reducir su riesgo de enfermedades cardíacas. Si quiere más detalles, le sugiero revisar mi Plan Nutricional Optimizado, que lo guiará paso a paso a través de los cambios alimentarios, ayudándolo desde el nivel principiante para que ascienda al intermedio y posteriormente al avanzado.

1. Limitar o eliminar todos los alimentos procesados
2. Eliminar todo el gluten y los alimentos altamente alergénicos de su alimentación
3. Comer alimentos orgánicos y siempre que le sea posible evitar la exposición a sustancias químicas agrícolas dañinas, como el glifosato
4. Evitar los ingredientes transgénicos (GM) que pueden causar un caos biológico a nivel celular y están relacionados con muchos problemas de salud, incluyendo la inflamación crónica y las enfermedades cardíacas
5. Comer al menos un tercio de sus alimentos en su estado crudo o lo más crudo posible, evite cocinar sus alimentos a altas temperaturas
6. Aumente la cantidad de vegetales frescos en su alimentación, de ser posible que sean orgánicos y cultivados localmente
7. Comer alimentos fermentados de forma natural, que ayudan a optimizar las bacterias intestinales y a prevenir los superantígenos que causan inflamación de las bacterias patogénicas, así como ofrecer vitamina K2, vitaminas B y otros nutrientes valiosos
8. Evitar todos los endulzantes artificiales
9. Limitar el consumo de fructosa a menos de 25 gramos al día de todas las fuentes incluyendo las frutas enteras. Si usted padece de resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión o enfermedades cardíacas, lo mejor será mantener el consumo de fructosa por debajo de los 15 gramos hasta que su resistencia a la insulina se haya normalizado
10. Eliminar el consumo de todas las grasas trans (aceites vegetales, margarina, etc.) y reemplácelo por grasas saludables como las del aguacate, mantequilla cruda, queso y aceite de coco, evite consumir colesterol oxidado (el colesterol que ya está rancio, como el contenido en los huevos revueltos)
11. Requilibrar su proporción entre las grasas omega-3 y omega-6, consumiendo un suplemento de alta calidad y de origen animal, como el aceite de krill y reduzca su consumo de grasa omega-6 procesadas de aceites vegetales
12. Tomar agua purificada todos los días

Otros Cinco Consejos para un Corazón Sano

Además del plan para lograr tener un corazón sano del que acabamos de hablar en la tabla de arriba, existen muchas otras estrategias que pueden ayudarlo profundamente a reducir la inflamación crónica y por lo tanto reducir el riesgo cardiovascular:

  1. Ejercicio: Uno de los principales beneficios del ejercicio es que ayuda a normalizar y mantener niveles saludables de insulina y leptina. El ejercicio también aumenta el HDL, la producción de la hormona del crecimiento humano, ayuda a reducir el apetito y mejora el estado de ánimo y el sueño.
  2. Ayuno intermitente: El ayuno es una excelente forma de “reprogramar” su metabolismo para que aprenda nuevamente a quemar la grasa como su combustible principal, lo que ayuda a eliminar el exceso de grasa visceral. El ayuno intermitente tiene una tasa de retención y cumplimiento más alta en comparación con los regímenes de ayuno convencionales. Otra versión es el ayuno con alternación de días.
  3. Entrar en contacto con la Tierra: Cuanto usted camina descalzo, los electrones libres son transferidos de la tierra a su cuerpo y los electrones son algunos de los antioxidantes más poderosos que existen. Grounding o entrar en contacto con la tierra ayuda a aliviar la inflamación, así como a adelgazar la sangre y hacer que los glóbulos rojos se repelen los unos a los otros, haciéndolos menos propensos a la coagulación.
  4. EVITE los medicamentos de estatinas: Los medicamentos de estatinas pueden reducir el colesterol a niveles peligrosamente bajos, mientras que no logran modular el tamaño de las partículas de LDL. Los medicamentos de estatinas incluso podrían acelerar las enfermedades cardíacas. Un estudio realizado en el 2012 demostró que el uso de estatinas está relacionado con un prevalencia del 52 por ciento mayor de placa coronaria calcificada en comparación con las personas que no las toman.7 La calcificación de la arteria coronaria es uno de los sellos distintivos de las enfermedades cardíacas potencialmente letales. Los antidepresivos también han sido relacionados con las enfermedades cardíacas.
  5. EVITE las sustancias químicas siempre que le sea posible: El BPA, por ejemplo, ha sido relacionado con las enfermedades cardíacas, los adultos con los niveles más altos de BPA en la orina tienen el doble de probabilidad de desarrollar la enfermedad de la arteria coronaria que las personas con los niveles más bajos.

Fuentes y Referencias