Monsanto ingresó cinco solicitudes para siembra de maíz transgénico en BCS

De ser aprobado, entraría en una fase piloto, significando un total de 11 hectáreas para cultivar

Por Carlos Ibarra, Octavo Día, 5 de marzo de 2013

La Paz, Baja California Sur (BCS). Se ha dado a conocer que la trasnacional Monsanto ha solicitado cinco autorizaciones para la producción de transgénicos, en una fase piloto, en el territorio de Baja California Sur, en específico, en Comondú.A través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agropecuaria (SENASICA), la empresa Semillas y Agroproductos Monsanto y Comercial Monsanto, solicitan el permiso de Liberación al Ambiente, en Programa Piloto, de Maíz Transgénico Modificado.

Al parecer, luego de cumplir con una etapa experimental, la compañía pretende dar cauce a la petición, en su primera solicitud, de sembrar 231.5 kilogramos en cinco sitios, estimando una superficie de 57.5 hectáreas en zonas del desierto de Vizcaíno y en las inmediaciones de Bahía Magdalena.

En parte del documento se lee: “[…] se busca asegurar el plan de monitoreo detallado, se implementarán auditorías de buen uso y manejo responsable de la tecnología, así como de Calidad, estas serán realizadas periódicamente para verificar la implementación de esta política, cumplimiento regulatorio y de buen uso y manejo responsable”.

Las solicitudes 007_2013,008_2013, 009_2013, 010_2013 y 011_2013 están abiertas a consulta pública como lo marca las legislaciones correspondientes. El término de la consulta para cuatro de las solicitudes, es 08 de marzo de 2013 y una más el 14 del mismo mes.

“Demostrar escalabilidad en el uso de los maíces […]con las características de control de insectos y tolerancia a herbicidas, como posibles opciones a utilizar en sistemas agrícolas para incrementar la productividad de grano y semilla de maíz”, marca como objetivos la empresa.

La variedades, patentadas por Monsanto, a utilizarse son: MON-89Ø34-3x MON-88Ø17-3, MON-89Ø34-3 x MON-ØØ6Ø3-6, MON-88Ø17-3, MON-89Ø34-3 y MON-ØØ6Ø3-6.

Las modificaciones genéticas de las plantas de maíz señalan una resistencia contra el gusano de la raíz, protección contra plagas de la parte aérea y tolerancia a glifosato (insecticida) (MON-89Ø34-3 x MON-88Ø17-3); protección contra plagas de la parte aérea y tolerancia a glifosato (MON-89Ø34-3 x MON-ØØ6Ø3-6), por mencionar algunas modalidades de las semillas que intentarán sembrar.

Legislación Ambiental

Para el integrante del Centro mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Alejandro Olivera, la legislación obliga a las firmas a efectuar tres fases, el experimental, piloto y la comercial. En la primera se utilizan pequeñas parcelas con campesinos cooperantes o predios de la misma Sagarpa.

“Lo interesante es que en la fase piloto se permite la comercialización, en el caso del algodón transgénico; en el país, son miles de hectáreas utilizadas, las cuales se están comercializando bajo esa figura, comentó el ambientalista.

Uno de los problemas que saltan para Olivera, son las prácticas desleales con campesinos locales, quienes pueden contaminar sus cultivos convencionales con las variedades patentadas por Monsanto, provocando denuncias por parte de la empresa, como ya ocurrió en Estados Unidos.

“Es un riesgo para Santo Domingo, zona agrícola de importancia para Baja California Sur, con otras variedades que se están probando, una producen su mismo pesticida para matar insectos pero no es específico para especies benéficas como los polinizadores”, reveló.

Lamentó que el gobierno federal, representado en su momento por Felipe Calderón, haya abierto la puerta a la llegada de compañías como Monsanto, aunque reconoció que en el cultivo de algodón, el caso es distinto al del maíz, el cual, es consumido por el humano y aún no hay pruebas del daño a la salud.