Miel en Yucatán

apicola, beekeepingPor Greenpeace México*, 19 de junio de 2012

Para exigir que la Península de Yucatán se declare “libre de transgénicos” y expresar su rechazo a la siembra de transgénicos, 2.000 miembros de comunidades mayas se reunieron en los mayores sitios arqueológicos del Estado de Yucatán, así como en un campo en el Estado de Campeche, para escribir con sus mismos cuerpos el mensaje en lengua maya “MA-OGM”, NO OGM.

Esta movilización masiva puede ser considerada como un gran éxito para la defensa de la miel y de los yucatecos. La acción se dio a conocer en la prensa local, nacional e internacional gracias a cobertura de agencias como Reuters y EFE. Además, la gobernadora del Estado de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, manifestó en un decreto publicado en el Diario Oficial del Estado de Yucatán, la decisión de su gobierno de establecer medidas para salvaguardar la salud humana, el medio ambiente, la diversidad biológica, la sanidad animal, vegetal, y acuícola y solicitar la emisión de acuerdos de determinación del estado de Yucatán como territorio libre de transgénicos (Noticia y blog post de Greenpeace México del 14/05/2012).

La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), demandó este 24 de mayo a las Secretarias de Agricultura, Medio Ambiente, Economía y Salud, que se aplique el principio precautorio sobre los cultivos de soya transgénica en la Península de Yucatán, debido a los daños que podrían causar a la diversidad de especies de abejas. México cuenta con 800 variedades nativas de abejas que juegan un papel clave en el mantenimiento de los servosistemas del país (La Jornada – Sociedad y Justicia – 24/05/2012 – p.46).

“Ante la gravedad de los riesgos es inexplicable la lógica detrás del impulso de la producción de soya transgénica en la península de Yucatán Es insostenible desde cualquier punto de vista, económico, ambiental o sociocultural. La apicultura es una actividad mucho más redituable económicamente, sin contar con las externalidades ambientales”. (Irma Gómez González, La Jornada del Campo – 26/05/2012 – p.18)

Transgénicos y glifosato

La gran mayoría de los transgénicos experimentados en México y cultivados en el mundo son plantas genéticamente modificadas para resistir al glifosato, un herbicida comercializado por Monsanto bajo el nombre de Roundup. El profesor Andrés Carrasco, de visita a México, dio a conocer durante conferencias y entrevistas, los resultados de su estudio “Los efectos tera togénicos y genotóxicos del glifosato”, sobre los impactos para la salud de dicho herbicida. Carrasco establece una correlación estrecha entre el desarrollo de los cultivos transgénicos en Argentina a partir 1996 y el aumento de canceres, leucemia y malformaciones en las poblaciones que vivían alrededor de los cultivos GM. Según él, el glifosato incrementa el ácido retinoico, una sustancia derivada de la vitamina A, que interviene en la formación del embrión. Eso sería la causa del aumento del 100% de las leucemias y del 400% de las malformaciones en diez años (La Jornada – Sociedad y Justicia – 07/05/2012 – p.39).

Los transgénicos en cifras

Desde el 2009 hasta el día de hoy has sido otorgados 6 permisos de siembra de maíz transgénico en fase piloto (2 en Sinaloa, 4 en Tamaulipas) y 154 permisos de maíz transgénico en fase experimental. Desde el principio del año ya se solicitaron 15 permisos de siembra de maíz transgénico, de los cuales 8 en fase piloto. Además, a pesar de la ley de Bioseguridad y de las recomendaciones de los expertos, las multinacionales de semillas quisieran obtener permisos de siembra en fase comercial para otoño de este año, según la declaración del director de Agrobio, Alejandro Monteagudo Cuevas. El jefe del departamento de Sanidad Vegetal de Senasica, Humberto Vázquez, declaró que una autorización para la siembra masiva de esté grano “tardaría algunos años en darse” (El Economista – Urbes y Estado – 21/05/2012 – p.46).

Sequía

Los daños de la sequía a la producción de granos y a la superficie cultivada han representado una baja del 15% de la superficie de maíz cultivado, los daños a la producción de semillas no son menos importantes. Este es un sector clave, que representa un mercado de 1000 millones de dólares, además de ser la base de la producción agrícola. Según Ángel Saavedra Martínez, presidente de la Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC), la importación de semillas entre marzo 2011 y marzo 2012, aumentó de 60 por ciento en volumen y 84 por cientos en precio, agravando la dependencia de nuestro país a las multinacionales, que representan 85% de la compra de semillas en México (La Jornada – 28/05/2012 – Sociedad y Justicia – p.37).