México no evalúa impacto de transgénicos en la salud

Más aún, la dependencia federal se ha negado a revisar la evaluación con la que avala la inocuidad del maíz y los organismos genéticamente modificados que conllevan el uso de glifosato.

“Una vez revisado el artículo (Séralini, G-E, et al. “Long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize. Food Chem. Toxico”) se puede decir que éste tiene varias fallas metodológicas que plantean serias dudas sobre la conducción del estudio.

La propia autoridad europea desestimó el estudio al que hacen referencia y citó al investigador para que aclarara públicamente varias dudas”, responde el órgano a Contralínea a través de un documento con logotipos oficiales.

En el escrito, enviado por Rosalba Villanueva, jefa de Prensa de la Cofepris, se agrega que “el evento NK 603 fue aprobado por la Cofepris, ya que expresa en el maíz la proteína CP4 EPSPS, la cual no presenta ni toxicidad ni alergenicidad, según la comparación de las secuencias homólogas con proteínas conocidas de toxinas y alergenos.

“Asimismo, no resultaron efectos adversos en pruebas de toxicidad aguda con animales (50 machos, 50 hembras) recibiendo dosis por arriba de 400 mg/kg de proteína CP4 EPSPS.

“El evento transgénico denominado NK 603 Maíz Roundup Ready, que se encuentra autorizado por [la] Cofepris desde 2002, se caracteriza por ser tolerante al herbicida glifosato, es decir que cuando este maíz se siembra en campo, si éste es fumigado con glifosato, se mueren las malezas indeseables pero el maíz tolera dicho herbicida, por lo que se puede desarrollar mejor al contar con más nutrientes toda vez que se eliminaron las malezas”.

Aunque el área de Comunicación Social envió la respuesta por escrito, la entrevista solicitada por Contralínea con el titular de la Cofepris, Mikel Arriola, no fue concedida.

Glifosato cancerígeno para los humanos, advierte la OMS

No obstante la versión de la Cofepris, el 20 de marzo de 2015, un grupo de 17 expertos de 11 países de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por su sigla en inglés), de la Organización Mundial de la Salud, publicó en la revista científica The Lancet Oncology los resultados de la evaluación del potencial cancerígeno de cinco plaguicidas organofosforados y herbicidas: tetraclorvinfos, paratión, malatión, diazinón y glifosato.

Con base en estudios de exposición, en su mayoría agrícolas, en Estados Unidos, Canadá y Suecia, los cinco plaguicidas evaluados se clasificaron como probables y posibles carcinógenos para los seres humanos. El grupo de la Organización Mundial de la Salud encontró además suficientes evidencias de daños al ADN y daños cromosómicos en células humanas in vitro.

“Para el herbicida glifosato, hay pruebas convincentes de que puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos. También causó daño al ADN cromosómico y a las células humanas.”

Desarrollado y patentado por Monsanto en 1974, el glifosato es uno de los agrotóxicos con mayor volumen de producción y uso en el mundo, reconoce la OMS en su informe; de acuerdo con Grupo ETC, se usa en el 85 por ciento de los cultivos transgénicos.

Elva Mendoza, @elva_contra