Mercados alternativos de alimentos, acción política ante la devastación

Por Jorge Liber Saltijeral Giles, 4 de abril de 2014

Cada bocado, cada trago de café, cada desayuno, comida y cena están plagados de historia, cada producto que está en nuestras alacenas es una breve clase de historia universal, economía, política, biología. Evidentemente la mayoría de las personas no lo sabemos, no nos tomamos la molestia de hacer un recorrido mental, alrededor del sándwich que nos llevamos a la escuela u oficina, no sabemos que el café de la mañana no es café (eso es en el mejor de los casos) porque tampoco sabemos que  nuestro café es hijo de la pobreza y la explotación. De esta manera nos deshumanizamos, así con nuestro desinterés, perpetuamos las alacenas que tienen kilómetros de historias que nunca se contarán; al mes siguiente regresaremos al Soriana y de nueva cuenta llevaremos a casa a La Costeña, Bimbo, Sabritas y Lala en lugar de llevarnos a Juan, Marcos, Flora y Silvia.

Recorrido mental al sándwich  

Desde el inicio, el diseño de las ciudades planteo la segregación de las zonas de cultivo, llevándolas  a la periferia; lo que causo esto, fue la dependencia e inutilidad de las ciudades en términos alimenticios. Después vino la revolución verde que a base de herbicidas y fertilizantes incremento la producción  y con ello trajo un nuevo modelo de producción agrícola. Este nuevo modo de producción se conoce como producción agrícola industrial y se caracteriza por la homogeneización de los cultivos, el uso de agroquímicos y semillas transgénicas. Otro rasgo importantísimo es que la producción de alimentos paso de estar en manos de los pequeños campesinos a estar en manos de  empresas transnacionales (70 por ciento de las transacciones de alimentos en el mundo está en manos de menos de 500 empresas).A partir de ese momento las ciudades y por tanto sus habitantes se convirtieron en los principales clientes de estas agroempresas.

Actualmente los campesinos que lograron sobrevivir a la invasión de  la agricultura industrial, se enfrentan a una situación en donde su producción no tiene salida, sino es a costa del coyotaje o de la compra a concesión por parte de los grandes supermercados a precios verdaderamente precarios.

Mercados Alternativos como estrategia de resistencia

La creación de mercados alternativos, orgánicos, ecológicos o cualquier adjetivo que se le quiera poner, representa una alternativa al sistema de producción y consumo actual, ya que consolida espacios de comercialización  en donde los productores pueden obtener el verdadero valor de sus productos, pero no solo es un espacio de compra-venta sino que nos permite recuperar el sentido comunitario de la vida ,revalorizando el trabajo del otro y haciéndonos partícipes de un proceso que en sus orígenes fue y debe seguir siendo democrático. Es democrático en tanto que los productores pueden elegir a quien le venden, que le venden y como lo producen y los consumidores pueden elegir en donde, qué y a quien consumir lo que llenará sus alacenas.

Orgánicos no tan orgánicos

Si bien conseguir alimentos que hayan sido producidos con  métodos que respeten la naturaleza es posible,  en la mayoría de los casos son inaccesibles para nuestro consumo por su elevado precio. Esto se debe a la nueva retórica de la sustentabilidad, que claramente forma parte  de la misma red de intereses y mentiras que han acabado con este mundo, esa retórica que permea de manera cotidiana los informes de gobierno, los modelos de desarrollo, los productos que están en los anaqueles de walmart. Lo verde, lo sustentable, lo orgánico  se ha convertido en un nicho de mercado que las grandes empresas han sabido aprovechar. El que no se hayan usado agroquímicos, el que se hayan regado con agua de lluvia recuperada,  no garantiza que sea un producto sustentable, lo que realmente garantiza el derecho de portar ese adjetivo, es  parte de una red de condiciones multifactoriales, es decir que no basta con que sean naturales  y que tengan una etiqueta en colores tierra; los productos orgánicos tiene que contemplar el bienestar del productor, tienen que vincular al campesino con el ciudadano ,tienen que crear distintos canales de comercialización y no perpetuarlos vendiéndolos en las mismas cadenas de supermercados que son parte fundamental del problema.

Solo  reivindicando la naturaleza democrática de los alimentos, es como podemos hacerle frente a un sistema que ha precarizado las condiciones de vida de la humanidad, solo incluyendo a Juan , Marcos, Flora y Silvia en nuestras alacenas es como lograremos un cambio en este mundo.