Mariposa monarca y apoyo a depredadores

Por Iván Restrepo, La Jornada, 23 de noviembre de 2015

Que este año llegan desde Canadá cuatro veces más mariposas monarca que el año pasado, informó Rafael Pacchiano, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Luego de visitar el santuario Piedra Herrada, en el estado de México, aseguró que se revirtió la tendencia decreciente de años anteriores. En la visita estuvo acompañado por Sally Jewell, secretaria del Departamento del Interior de Estados Unidos.

La funcionaria señaló que la meta es que regresen 225 millones de ejemplares a los bosques de oyamel de los estados de México y Michoacán. Y esto gracias a las políticas de protección establecidas por los tres países que conforman el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Como hemos comentado varias ocasiones aquí, la aplicación masiva de herbicidas (destacadamente el glifosato que elabora la trasnacional Monsanto) en los extensos campos de cultivo de Estados Unidos, acaba con el algodoncillo, alimento esencial de la monarca en su milenario recorrido desde Canadá hasta México.

Pero la abundancia de monarcas este año lo pone en duda Javier Brandoli, reportero del diario español El Mundo, luego de visitar varias zonas de Michoacán y el estado de México. Dos días después de la declaración optimista de Pacchiano, los lugareños expresan al reporte­ro que la mariposa no llegó a tiempo ni en el núme­ro esperado.

Además, que esto pudo deberse a los efectos que a su paso por México dejó el huracán Patricia. Brandoli recoge las declaraciones de Eligio García, integrante del Fondo Mexicano de Conservación de la Naturaleza, quien afirma que “las posibilidades de conservación de la migración de la mariposa monarca, de restauración ecológica y manejo de los recursos naturales asociados a los bosques han estado influidos por intereses y conflictos resultantes de la presencia de actores diversos enconados por mantener visiones y posiciones irreconciliables”.

Esos actores son, por un lado, los pueblos y las comunidades indígenas de la región que han vivido de sus bosques; por el otro, los especialistas y las organizaciones que piden conservarlos y de esa forma, a la mariposa. Ya en 1995 el doctor David Barkin planteaba en su libro Monarcas y campesinos, la necesidad de sacar de la extrema pobreza a las familias de las regiones donde inverna la mariposa entre noviembre y febrero a fin de que no se vean en la necesidad de afectar la masa forestal para sobrevivir.

Y, de paso, acabar con la tala ilegal, que sigue pese a las medidas acordadas para impedirla. A 20 años del estudio de Barkin, el reportero de El Mundo anota cómo de las 122 localidades que integran los santuarios de la mariposa, 34 tienen un grado de marginación muy alto, en 87 es alto y sólo uno figura con marginación media. A lo anterior se suman los efectos del cambio climático en la región que afectará las condiciones ambientales que la ilustre viajera encuentra en su viaje desde Canadá hasta el centro de México.

Mientras los funcionarios preparan maletas para estar en la Cumbre del Clima en París y exponer allí los logros de México para reducir y paliar los efectos de la generación de gases de efecto invernadero, a 113 niños que lograron suspender las obras del megaproyecto Malecón Tajamar, en Cancún, el juez que lleva el asunto les exigió como garantía para dicha suspensión 21 millones de pesos.

Los dueños de ese negocio devastaron 31 hectáreas de mangle y una docena más de especies protegidas por la legislación del país. Como informó Carlos Aguilar Arreola, corresponsal de La Jornada en ese polo turístico, se trata de un megaproyecto de 500 millones de dólares que cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, organismo oficial de bien ganada fama por su corrupción y proteger los intereses mercantiles y no los de la naturaleza y la población.

El juez que decretó la suspensión de las obras citadas y al mismo tiempo exige a los niños demandantes cubrir una fianza millonaria, en realidad lo que hace es respaldar a los depredadores y dejar que sigan con su megaproyecto. Vaya forma de educar y alentar a los niños a que cuiden el ambiente y defiendan los recursos naturales.