Los probióticos podrían proteger la función hepática y disminuir la presión arterial

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 26 de marzo del 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Las investigaciones recientes revelan que el probiótico lactobacillus rhamnosus (LGG) protege la función hepática contra el daño oxidativo causado por el paracetamol. Los estudios realizados en animales también han demostrado que esta bacteria podría ayudar a proteger contra la enfermedad del hígado graso no alcohólico y hepatopatía alcohólica
  • El LGG protege la función hepática al activar el Nrf2, un hormético biológico que regula ascendentemente los antioxidantes intercelulares, lo cual mejora la función de las mitocondrias, disminuye la inflamación y estimula la biogénesis mitocondrial
  • Las personas que consumen probióticos con regularidad (por ejemplo, a través del yogur, kéfir o suplementos) son propensas a manifestar una presión arterial más baja, comparado con las personas que no lo hacen
  • La investigación realizada en animales también sugiere que el probiótico lactobacillus marinus previene eficazmente la hipertensión sensible a la sal
  • Además, las investigaciones recientes demuestran que consumir kéfir de forma regular disminuye la presión arterial, mejora la estructura intestinal y desinflama el sistema nervioso central

Las bacterias intestinales forman parte del sistema inmunológico y los investigadores han descubierto que todos los microorganismos desempeñan un rol crucial en innumerables aspectos de la salud. Las bacterias beneficiosas también controlan el desarrollo de las bacterias causantes de enfermedades, ya que compiten por la alimentación y por las zonas de establecimiento en el colon.

Esto es de suma importancia, ya que las bacterias patógenas y otros microorganismos que no son beneficiosos podrían causar estragos en su salud si se vuelven preponderantes. Además, podrían afectar su peso.

Por otra parte, el microbioma intestinal, el cual contiene 100 veces más genes que el genoma total del cuerpo, está involucrado en reacciones químicas esenciales que sus enzimas intestinales no pueden realizar, incluyendo la fermentación y disminución del sulfato.

Es importante destacar que el microbioma intestinal ayuda a generar nuevos compuestos (metabolitos bacterianos) que pueden tener un impacto beneficioso o perjudicial en la salud.

Las investigaciones más recientes incluyen estudios que demuestran que las bacterias intestinales beneficiosas, también conocidas como probióticos, favorecen a la función hepática y ayudan a disminuir la presión arterial.

Los probióticos intervienen en la función hepática

Si bien muchas investigaciones se han enfocado en la influencia de las bacterias intestinales sobre la salud gastrointestinal, una investigación presentada en la reunión de Biología Experimental 2018, en San Diego, revela que los probióticos también tienen un rol en la función hepática.

Este estudio se centró principalmente en un probiótico llamado lactobacillus rhamnosus GG (LGG), que está presente en muchos suplementos probióticos comerciales.

Primero, a los ratones se les proporcionó alimentos con LGG añadido durante dos semanas y luego se les suministró una dosis tóxica de paracetamol, la cual causa daño hepático grave ya que aumenta el estrés oxidativo. Curiosamente, los animales que fueron tratados con LGG presentaron un menor daño hepático cuando se les administró una sobredosis de paracetamol, al contrario de los ratones que no fueron tratados previamente.

Según el autor principal del estudio, Bejan Saeedi, “administrar el probiótico LGG a los ratones mejoró la respuesta antioxidante del hígado y lo protegió del daño oxidativo producido por medicamentos como paracetamol”.

Los estudios anteriores realizados en animales también demostraron que el LGG ayuda a proteger contra la hepatopatía alcohólica y la enfermedad del hígado graso no alcohólico, esta última es causada principalmente por llevar una alimentación alta en azúcar y alimentos procesados.

Las investigaciones anteriores del mismo equipo revelan el mecanismo detrás de este descubrimiento. Al parecer, el LGG protege al hígado contra el daño oxidativo al activar el Nrf2, un hormético biológico que regula ascendentemente al superóxido dismutasa, la catalasa y a otros antioxidantes intercelulares.

El Nrf2 no solo disminuye la inflamación, sino que también mejora la función de las mitocondrias y estimula la biogénesis mitocondrial. Además de consumir probióticos que contienen LGG, el Nrf2 también podría activarse al:

  • Consumir compuestos alimenticios que estimulen el Nrf2, tales como el sulforafano de los vegetales crucíferos, alimentos altos en antioxidantes fenólicos, grasas omega-3 de cadena larga DHA y EPA, carotenoides (especialmente licopeno), compuestos de azufre en los vegetales del género allium, isotiocianatos de la familia de la col y alimentos altos en terpenoides
  • Realizar ejercicios de alta intensidad que activen la vía de señalización del óxido nítrico (NO), como el ejercicio de liberación de NO
  • Implementar un ayuno intermitente y ayuno de agua durante varios días
  • Promover el hidrógeno molecular
  • Consumir aceite de CBD

Los probióticos ayudan a regular los niveles de presión arterial

Otro descubrimiento reciente sugiere que consumir probióticos con frecuencia podría ayudar a aliviar la hipertensión (presión arterial alta).

Un análisis previo de nueve estudios que analizaron la relación entre los probióticos y la presión arterial, descubrió que las personas que consumían probióticos con regularidad (por ejemplo, a través de yogur, kéfir o suplementos) eran propensas a tener presión arterial más baja que las que no lo hacían.

En promedio, la presión arterial sistólica (el primer número en una lectura) tuvo una reducción de 3.6 mm Hg, mientras que la presión arterial diastólica (el segundo número en la lectura) se redujo en 2.4 mm Hg.

Aparentemente, las personas cuya presión arterial era superior a 130/85 obtuvieron beneficios más significativos, y los probióticos que contenían diversas bacterias disminuyeron la presión arterial aún más que los que contenían un solo un tipo de bacteria.

Otro estudio realizado con animales encontró que el probiótico lactobacillus marinus prevenía efectivamente la hipertensión sensible a la sal, al modular las células TH17. Otra investigación ha encontrado que consumir mucha sal inhibe al lactobacillus marinus, lo que contribuye a la hipertensión. De acuerdo con los autores:

En línea con estos descubrimientos, en un estudio piloto en el que participaron humanos, un objetivo moderado con alto contenido de sal disminuyó la probabilidad de supervivencia intestinal del lactobacillus spp., aumentó el número de células TH17 y elevó la presión arterial.

Nuestros resultados vincularon el elevado consumo de sal con el eje inmuno-intestinal y señalaron al microbioma intestinal como un posible objetivo terapéutico para contrarrestar los padecimientos sensibles a la sal”.

La investigación sobre el efecto del kéfir en la presión arterial

Los hallazgos de una investigación presentada en la conferencia de Biología Experimental 2018 revelaron que al utilizar específicamente el kéfir, se manifestaron efectos similares en la presión arterial.

Para esta investigación, las ratas fueron divididas en tres grupos. El primer grupo, conformado por ratas hipertensas, recibió kéfir de forma cotidiana durante nueve semanas. El segundo grupo, que también estaba conformado por ratas hipertensas, no recibió kéfir. El tercero, que era el grupo de control, tenía presión arterial normal y se le proporcionó alimentos regulares.

Después de nueve semanas, se analizaron las muestras de sangre y heces para evaluar los cambios en el microbioma de los animales.

De igual manera, se midieron los niveles de la presión arterial y analizaron los cambios neuronales en el hipotálamo, el cual ayuda a regular la presión arterial. En comparación con el primero y tercero, el grupo de tratamiento que recibió el kéfir exhibió:

  • Presión arterial baja
  • Mejor equilibrio de las bacterias intestinales beneficiosas
  • Mejor estructura intestinal con menor permeabilidad
  • Niveles inferiores de endotoxinas (subproductos de desintegración bacteriana que contribuyen a la inflamación)
  • Niveles inferiores de inflamación en el sistema nervioso central

Según los autores: “Nuestros datos sugieren que los mecanismos antihipertensivos relacionados con el kéfir, involucraron una interacción entre el microbioma intestinal y el eje cerebral durante el proceso de hipertensión”.

En otras palabras, las señales enviadas desde el intestino hasta el cerebro influyen en la presión arterial y, al mejorar el microbioma intestinal, la presión arterial se normalizó de forma natural.

Los probióticos impactan su salud de múltiples formas

En los últimos años, cada vez más investigaciones demuestran que el microbioma intestinal influye muy profundamente en la salud y el bienestar. Además de mejorar la función hepática y disminuir la presión arterial, se ha demostrado que las bacterias beneficiosas:

Modulan la respuesta inmunológica y estimulan la función del sistema inmunológico
Ayudan al cuerpo a producir vitaminas y absorber minerales
Apoyan en el proceso de desintoxicación de pesticidas
Controlan el asma y disminuyen el riesgo de alergias
Reducen en más de un 50 % el riesgo de enfermedad periodontal
Influyen en la función de cientos de genes, al ayudarles a expresarse de forma positiva y combatir enfermedades
Benefician al estado de ánimo y salud mental
Promueven la pérdida de peso y disminuyen el riesgo de obesidad
Disminuyen el riesgo de problemas de comportamiento y autismo en los niños
Reducen el riesgo de diabetes tipo 1 y 2
Disminuyen la inflamación
Mejoran la calidad del sueño
Intervienen en el riesgo de ciertos tipos de cáncer, en especial el cáncer de colon. El butirato, un ácido graso de cadena corta, que se produce cuando los microorganismos fermentan la fibra en el intestino, ha demostrado inducir la muerte celular programada de las células del cáncer de colon, mientras que los productos lácteos fermentados podrían disminuir aproximadamente en un 29 % el riesgo de cáncer de vejiga
Protegen contra la desnutrición
Incrementan la producción de la hormona de crecimiento
Disminuyen el número y duración de las infecciones que padecen los atletas
Previenen y controlan la vaginitis en las mujeres
Reducen el riesgo de trabajo de parto prematuro en mujeres embarazadas
Disminuyen el riesgo de la enfermedad inflamatoria intestinal
Reducen el riesgo de infecciones auditivas y de vejiga recurrente
Evitan la diarrea crónica

Implemente el hábito de consumir alimentos fermentados todos los días

Por todos estos motivos, recomiendo consumir alimentos enteros sin procesar y alimentos cultivados o fermentados. También podría serle de gran utilidad incluir un suplemento probiótico de alta calidad para restaurar el equilibrio saludable de su microbioma, en especial si toma antibióticos.

No obstante, debe considerar que hay una gran diferencia entre los alimentos tradicionalmente fermentados y los alimentos procesados comercialmente a los que solo les agregan probióticos. Estos últimos no son tan efectivos ni beneficiosos como los primeros. Por fortuna, es muy fácil y económico preparar alimentos fermentados en casa.

Como regla general, debe consumir alrededor de un cuarto a media taza (2 a 4 onzas) de vegetales fermentados u otros alimentos cultivados, como kéfir o yogur sin pasteurizar. Puede incluir estos alimentos hasta en tres comidas diarias.

Es importante ser constante para obtener sus beneficios. Realmente, esta es la clave, según señaló el metaanálisis mencionado anteriormente, el cual descubrió que los probióticos disminuyen la presión arterial.

Las personas que consumieron probióticos durante menos de dos meses no manifestaron ningún efecto positivo en sus lecturas de presión arterial, mientras que las pruebas sugieren notablemente que consumirlos de forma regular podría influir en el éxito de los probióticos para aliviar la hipertensión.

Ya que los alimentos fermentados desintoxican de forma eficaz, podría experimentar síntomas de desintoxicación si utiliza muchos al mismo tiempo.

Por lo tanto, debe comenzar con porciones muy pequeñas, por ejemplo, una cucharadita de vegetales fermentados, o incluso una o dos cucharadas de jugo, luego puede incrementar las porciones gradualmente. De esa forma su microbioma intestinal podrá adaptarse.

Las cinco estrategias para mejorar su salud intestinal

Además de consumir alimentos fermentados y tomar un suplemento probiótico de alta calidad en caso de requerirlo, hay un sin número de factores que podrían influir en la composición de su microbioma intestinal. Enseguida se enlistan 5 sugerencias sobre cómo sustentar y alimentar a las bacterias intestinales beneficiosas:

Solo consuma alimentos orgánicos. Los alimentos transgénicos están cargados de glifosato, que podría causar una filtración intestinal y alterar la comunicación intercelular a través de la ruta del shikimato.La mejor opción sería cultivar sus alimentos, aunque para muchas personas eso no es posible. Su siguiente mejor opción sería comprar alimentos orgánicos o biodinámicos certificados, para evitar el glifosato y otros agroquímicos tóxicos.
Evite los antibióticos. En la actualidad, es posible que en las sociedades desarrolladas un niño promedio realice entre 10 y 20 tratamientos de antibióticos antes de cumplir 18 años de edad.Lo anterior podría haber ocasionado que nuestras bacterias intestinales tengan un estado poco saludable y que hayan contribuido a la obesidad y a las enfermedades metabólicas relacionadas.Asimismo, existe mucha evidencia que sustenta que al seguir un tratamiento con antibióticos de amplio espectro, podría tomarle semanas, meses o incluso años recuperar la población bacteriana intestinal, si es que logra hacerlo.Durante este período de desequilibrio, los patógenos oportunistas podrían establecerse. Si bien, queda claro que en algunos casos se requiere utilizar antibióticos, debe consultar con su médico si realmente son indispensables en su caso.
Evite los jabones antibacterianos. Al igual que los antibióticos, los jabones antibacterianos destruyen de manera indiscriminada tanto a las bacterias buenas como a las malas y contribuyen a fomentar la resistencia a los antibióticos.
Abra las ventanas de su hogar. Aunque aislarse del ambiente exterior tiene algunas ventajas, esto en realidad ha cambiado el microbioma de su hogar. Los estudios demuestran que abrir una ventana e incrementar el flujo del aire natural podría mejorar la diversidad y salud de los microorganismos en el interior de su casa, lo que a su vez podría beneficiarle.
Consuma más vegetales. Esta podría ser una de las estrategias alimenticias más relevantes para mejorar la diversidad y salud de su microbioma intestinal. En resumen, sus microorganismos intestinales se desarrollan gracias a diversos sustratos fermentables (fibra alimenticia).Pero no todas las fibras son iguales (física o químicamente), por lo que consumir varios tipos de vegetales enteros le asegurará un flujo constante de sustratos para los microbios que ya residen en su intestino.De igual manera, debe considerar consumir una mayor cantidad de vegetales enteros, no solamente las partes suaves y apetitosas. Por ejemplo, debe consumir los espárragos completos, no solo las puntas; los troncos del brócoli y no solo la corona; todas las hojas de la parte superior del puerro, junto con el bulbo.Al hacerlo, garantizará que las porciones más difíciles de digerir de los vegetales prolonguen aún más la actividad metabólica de su microbioma intestinal. Asimismo, debe monitorear cuántos tipos de vegetales consume en una semana, fije el objetivo de aproximadamente 30 o más.
Ensúciese las manos. Para ser más exactos, cultive un jardín. Ensuciarse las manos (y cuerpo) no solo le ayudará a conectarte con la naturaleza, sino que también volverá a familiarizar su sistema inmunológico con la enorme diversidad de microorganismos que viven en la tierra y las plantas.Conforme los habitantes del planeta han empezado a pasar de la clase baja a la clase media, también han hecho una transición de la cruda realidad de nuestra vida ancestral a la promesa del progreso de la vida moderna, lo cual equivale a productos pasados por un triple lavado y entornos impecablemente limpios. Reconectarse con el medio ambiente, a través de la jardinería u otra actividad al aire libre, también mejorará su entorno interno.