Los niveles bajos de zinc incrementan el riesgo de muerte por COVID

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 05 de noviembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Los niveles de zinc en plasma por debajo de 50 mcg/dl provocaron un riesgo 2.3 veces mayor de muerte en personas hospitalizadas con COVID-19; por cada unidad de aumento de zinc, la persona tenía un riesgo 7 % menor de muerte
  • El zinc actúa dentro de la célula para impedir que el virus se reproduzca y así detener la infección. Sin embargo, debido a que es un ion, el zinc necesita un transportador para moverse a través de la membrana celular
  • Estos transportadores se denominan ionóforos de zinc e incluyen cloroquina, hidroxicloroquina, quercetina y galato de epigalocatequina (EGCG) que se encuentran en el té verde
  • El peróxido de hidrógeno nebulizado es un tratamiento muy eficaz para controlar la tos, dificultades para respirar o bajar la fiebre; en el siguiente video les demostraré cómo mezclar la solución

Aunque la medicina convencional sugiere que no existe una cura conocida para las infecciones virales, existen algunas medidas que puede seguir para apoyar su sistema inmunológico mientras combate un virus. Los antibióticos no son efectivos ya que solo actúan contra las bacterias. Debido a que un virus no se puede reproducir de forma independiente, se adhiere en sus células y utiliza su función celular para multiplicarse.

Su cuerpo utiliza un proceso para encontrar, combatir y destruir virus. Una forma de hacerlo es utilizar zinc dentro de las células para evitar que el virus se reproduzca. El zinc podría reducir la duración del resfriado en un 33 %, y las investigaciones sugieren que también desempeña un papel importante en el COVID-19.

Por lo general, el zinc se encuentra en sus células. Se utiliza para fabricar proteínas y ADN, y también es necesario para casi 100 enzimas, cicatrización y la división celular. Cabe destacar que se requiere una cantidad adecuada de zinc para mantener su sentido del gusto y el olfato. Uno de los primeros signos de que su cuerpo combate el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, es la pérdida de estos sentidos.

Aunque puede absorber zinc de muchos alimentos, las carnes rojas y las aves de corral son las fuentes principales en una alimentación occidental estándar. Otros alimentos ricos en zinc incluyen frutos secos, productos lácteos y cereales fortificados. Algunas personas podrían experimentar más dificultades para absorber el zinc que proviene de su alimentación. Esto incluye a personas con:

  • Antecedentes de cirugía gastrointestinal
  • Trastornos digestivos como la enfermedad de Crohn
  • Un estilo de vida vegetariano, ya que la carne es una buena fuente de zinc y los frijoles que consumen para sustituir las proteínas dificultan la absorción del zinc
  • Un trastorno por consumo de alcohol, ya que el alcohol disminuye la cantidad de zinc que se absorbe
  • Anemia drepanocítica

Los datos demuestran que los niveles bajos de zinc están relacionados con un mayor riesgo de muerte por COVID

Los datos presentados en la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica de 2020 sobre el coronavirus sugieren que las personas que tienen niveles más bajos de zinc en plasma también tienen tasas más bajas de supervivencia y resultados negativos cuando son hospitalizados por COVID-19.

El estudio analizó los resultados de los pacientes recopilados en un hospital universitario de atención terciaria entre el 15 de marzo de 2020 y el 30 de abril de 2020. Durante este tiempo, a los pacientes se les extraía sangre de forma constante para conocer los niveles de zinc en ayunas cuando ingresaban en la unidad de cuidados de pacientes con COVID-19. Los investigadores analizaron datos de 249 pacientes y descubrieron que el promedio era de 61 microgramos por decilitro (mcg/dl).

21 pacientes (correspondientes al 8 %) fallecieron, cuyos niveles basales fueron 43 mcg / dl. El nivel promedio de los supervivientes fue de 63.1 mcg / dl. Al utilizar modelos informáticos y análisis estadísticos, los investigadores descubrieron que los niveles bajos de zinc que son de 50 mcg/dl o menos, se relacionaron con un riesgo 2.3 veces mayor de muerte durante la hospitalización.

Después de ajustar las variables de confusión, los datos sugirieron que, por cada unidad de incremento de zinc, la persona tenía un riesgo 7% menor de muerte mientras estaba hospitalizado. El estudio fue dirigido por el Dr. Roberto Güerri-Fernández de Barcelona, quien habló sobre los resultados:

“Presentamos un artículo con esta investigación y algunos estudios in vitro demuestran que el zinc tiene algunos efectos clínicos en el control del virus. Creo que, si estos resultados se confirman, sería posible realizar más estudios con suplementos de zinc.

Además, se han realizado algunos estudios con zinc e infecciones respiratorias. Los pacientes con los niveles más bajos, probablemente sean los que más se beneficien”.

Los resultados de este análisis retrospectivo apoyan otras revisiones que demuestran la acción del zinc para prevenir y tratar el virus y el COVID-19. Al describir la necesidad de tener opciones de tratamiento, un artículo solicita “opciones más económicas, disponibles a nivel mundial, seguras con efectos secundarios mínimos y una aplicación sencilla”.

Los autores dicen que “el zinc cumple con todos los criterios descritos”. Concluyen: “A final de cuentas, debido a sus propiedades antivirales directas, se puede suponer que es beneficioso administrar zinc para la mayoría de las personas, en especial para las que tienen con un estado de zinc subóptimo”. Otro artículo analizó la información y concluyó que el zinc podría tener un beneficio potencial para tratar y prevenir el COVID-19.

El zinc detiene la reproducción viral dentro de la célula

La razón por la que el zinc es una gran estrategia para combatir la reproducción viral es por que actúa dentro de la célula para detener el virus. El ADN de doble cepa que se encuentra dentro del núcleo de sus células, se traslada en una sola hebra de ARN. Después, el ARN sale del núcleo hacia el citoplasma de la célula.

Allí sufre otro cambio, que permite a los ribosomas leer el código y crear proteínas. Estas proteínas impulsan las acciones de sus células para beneficiar su salud. Por ejemplo, las proteínas pueden combinar oxígeno con hemoglobina o modular el metabolismo celular.

Cuando el coronavirus ingresa al citosol de la célula, tiene la misma cabeza y cola que su ARN. Cuando los ribosomas leen ese ARN, no producen una proteína productiva, sino ARN polimerasa dependiente de ARN. Después esta enzima lee el ARN del virus y lo reproduce.

Dado que produce más virus, la ARN polimerasa dependiente de ARN también se conoce como “replicasa”. Dentro del citosol, el zinc corta el suministro de replicasa para que el virus no se pueda duplicar.

Sin embargo, debido a que el zinc es un ion, no puede atravesar la membrana celular sin ayuda. En un estudio, los investigadores analizaron la efectividad del zinc dentro de la célula al usar un ionóforo de zinc. Un ionóforo funciona como un transportador, ya que mueve el zinc a través de la membrana celular. Los investigadores descubrieron que el zinc detuvo de manera efectiva la actividad de la ARN polimerasa dependiente de ARN en la célula.

El tratamiento con un ionóforo de zinc mejora los resultados en los pacientes

No basta con tomar un suplemento de zinc, ya que el ion requiere un transportador. En 2014, un equipo de investigadores analizó la cloroquina por su actividad anticancerígena y descubrió que incrementaba la absorción de zinc, lo que daba como resultado una concentración de zinc en los lisosomas de las células.

En un segundo artículo publicado en Medical Hypothesis, los investigadores describen el efecto antiviral directo que tienen la cloroquina y la hidroxicloroquina al elevar el pH en las vesículas intracelulares, lo que a su vez inhibe la reproducción del virus. Creen que combinar el zinc con hidroxicloroquina mejoraría la eficacia del medicamento.

También escribieron que las deficiencias de zinc son más frecuentes en los adultos mayores, en las personas con diabetes y enfermedades cardiovasculares, ya que son personas que los CDC han identificado con un grupo de mayor riesgo de complicaciones y malos resultados con el COVID. 19. En un llamado a más ensayos clínicos para evaluar la combinación de cloroquina y zinc, los investigadores escribieron:

“La cloroquina puede inducir la absorción de zinc en el citosol de la célula, que es capaz de inhibir la ARN polimerasa dependiente de ARN y de esa forma, detener la reproducción del coronavirus en la célula huésped.

Hoy en día, están en curso algunos ensayos clínicos en varios países para evaluar la eficacia de la cloroquina como agente anti-coronavirus. Dado que la cloroquina se ha recetado como un antipalúdico, su seguridad no está en duda”.

La cloroquina y la hidroxicloroquina son medicamentos que se han utilizado desde hace décadas para tratar la malaria. Tienen efectos secundarios conocidos y generalmente se toleran bien.

Es importante comprender que, aunque el zinc es esencial para combatir las infecciones virales, como señala Chris Masterjohn, Ph.D., es posible obtener un exceso de zinc, lo que puede afectar su sistema inmunológico y su salud.

La quercetina y el EGCG son ionóforos de zinc naturales

La buena noticia es que, aunque estos dos medicamentos se toleran bien, existen otras opciones de ionóforo de zinc que se podría considerar y que no requieren receta médica. En 2014, se publicó un estudio comparativo que analiza la eficacia de la quercetina y el galato de epigalocatequina (EGCG) como ionóforos de zinc. El EGCG es un polifenol que se encuentra en el té verde.

Los investigadores plantearon la hipótesis de que los polifenoles actuarían como un ionóforo de zinc y lo demostraron en el laboratorio al utilizar células de carcinoma hepático de ratón Hepa 1-6. Tanto la quercetina como el EGCG tenían la ventaja adicional de inhibir una enzima que el virus utiliza para infectar a las células sanas. De acuerdo con un estudio de 2020, la quercetina, el EGCG y otros flavonoides también pueden inhibir el coronavirus del SARS.

Existen varias razones para sospechar que la quercetina podría ofrecer esperanzas para el tratamiento contra el COVID-19. Además de funcionar como un ionóforo de zinc, la quercetina también aumenta la respuesta del interferón a los virus y modula la respuesta involucrada en la tormenta de citoquinas. Junto con la vitamina C, la evidencia indica que.

“… la coadministración ejerce una acción antiviral sinérgica debido a que sus propiedades antivirales, inmunomoduladoras y la capacidad del ascorbato se unen para reciclar la quercetina, lo que aumenta su eficacia”.

El peróxido de hidrógeno nebulizado es muy eficaz

Creo que una de las opciones más eficaces que puede utilizar en casa es el peróxido de hidrógeno nebulizado. Recomiendo que todos se familiaricen con el proceso que demuestro en el video anterior, ya que en muchos casos puede mejorar los síntomas en cuestión de horas.

Aunque la quercetina y el zinc son muy efectivos en las primeras etapas, el peróxido de hidrógeno nebulizado es mejor cuando una persona experimenta dificultades para respirar.

Es muy seguro y se puede administrar en casa sin receta. En mi opinión, es una de las mejores terapias para las infecciones virales respiratorias como el COVID-19. El Dr. David Brownstein publicó un artículo sobre este tratamiento, y dice que ha tratado con éxito a más de 100 pacientes con COVID-19.

También habló sobre los beneficios en una entrevista reciente, que puede ver en “Cómo el peróxido nebulizado podría ayudar a combatir las infecciones respiratorias“. Es importante tener el equipo y el peróxido antes de que lo necesite, ya que cuanto antes comience el tratamiento, mejores serán los resultados.

Sin embargo, no es necesario ni se recomienda usarlo de forma preventiva. Mejor utilícelo si está enfermo o convivió con alguien enfermo de una infección del tracto respiratorio superior. Aunque recomiendo una dilución al 0.1 % de peróxido de hidrógeno de grado alimenticio en solución salina normal, Brownstein usa una concentración menor de 0.04 %.

Ni Brownstein ni yo le recomendamos que utilice peróxido de hidrógeno al 3 % de grado comercial, ya que tiene estabilizadores químicos y tóxicos que sirven para extender la caducidad del producto. Para obtener beneficios óptimos, use peróxido de grado alimenticio y refrigérelo para extender su caducidad, ya que no tiene estabilizadores.

Como mencioné en el video, si tiene dificultad para respirar, fiebre y tos recurra al tratamiento cada hora durante las primeras horas. Por lo general, comenzará a sentirse mejor desde los primeros tratamientos. Luego puede tomar el tratamiento de cada cuatro a seis horas hasta que se sienta bien.