¿Los betaglucanos podrían combatir las infecciones?

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 10 de febrero del 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Un cierto tipo de betaglucano conocido como betaglucano 1,3 / 1,6 podría ser beneficioso para el sistema inmunológico innato, que es su primera línea de defensa y está compuesto por células asesinas naturales (NK por sus siglas en inglés), macrófagos y glóbulos blancos como neutrófilos
  • Se realizó un estudio en ratones y, a los que se les inyectó betaglucano no tuvieron ninguna infección bacteriana peligrosa, mientras que los que no recibieron betaglucano murieron
  • El Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York realiza una investigación sobre la combinación de betaglucanos y vacunas contra el cáncer para tratar a niños con neuroblastoma grave
  • Aunque solo del 40 % al 50 % de los pacientes con neuroblastoma suelen vivir cinco años después de los tratamientos convencionales, los que recibieron el betaglucano junto con la vacuna contra el cáncer tuvieron tasas de supervivencia más altas
  • Los betaglucanos podrían reforzar su respuesta inmunológica para defenderse contra el COVID-19, influenza y otras infecciones

Los betaglucanos son carbohidratos de cadena larga y de origen natural conocidos como polisacáridos, que se encuentran en levaduras, hongos, bacterias y ciertas plantas, incluyendo las algas.

Los betaglucanos están disponibles como suplementos alimenticios y no han sido tan reconocidos en comparación con otros suplementos más populares, pero existen razones para creer que podrían ser eficaces para estimular el sistema inmunológico y prevenir todo, desde enfermedades infecciosas hasta el cáncer.

Sus beneficios podrían deberse a que refuerza la capacidad del sistema inmunológico innato, un mecanismo que se sugirió por primera vez por el Dr. Rolf Seljelid, profesor emérito de la Universidad de Tromsø en Noruega. En la década de los 80s, descubrió que los erizos de mar tienen una capacidad única para sobrevivir y prosperar en aguas muy contaminadas, incluyendo las que están contaminadas con escorrentías hospitalarias y plagadas de bacterias y virus.

“Me llamó la atención que deben tener alguna cualidad que les impida enfermarse. Algo de lo que no sabemos nada”, dijo Seljelid a Science Norway. Parte del trabajo de su vida se convirtió en descubrir qué era ese “algo”, y el resultado fueron los betaglucanos.

Los betaglucanos protegen contra las infecciones y el cáncer

Las primeras investigaciones de Seljelid demostraron que cierto tipo de betaglucano conocido como betaglucano 1,3 / 1,6 podría ser beneficioso para el sistema inmunológico innato, que es su primera línea de defensa compuesta por células asesinas naturales (NK por sus siglas en inglés), macrófagos y glóbulos blancos como neutrófilos.

Él y sus colegas llevaron a cabo un estudio en ratones y descubrieron que a los que se les inyectó betaglucano no tuvieron ninguna infección bacteriana peligrosa, mientras que los que no recibieron betaglucano murieron. El betaglucano no tiene propiedades antibacterianas, por lo que se sospechaba que podría fortalecer el sistema inmunológico del cuerpo y su capacidad para combatir cualquier infección.

Esto llevó a Seljelid a sospechar que también podría ser eficaz en el tratamiento contra el cáncer, y sus primeras investigaciones demostraron resultados impresionantes. Cuando los ratones con tumores cancerosos recibieron betaglucano por vía intravenosa, sus tumores desaparecieron. “Después de solo seis horas, los tumores comenzaron a colapsar en muchos de los ratones que recibieron betaglucano. Catorce días después, los tumores desaparecieron”, dijo Seljelid a Science Norway.

De hecho, desde 1980 los betaglucanos se utilizaron como tratamiento contra el cáncer en Japón y de acuerdo con un informe de 2007 en Medicina, los betaglucanos pueden prevenir la oncogénesis, el proceso en el que las células sanas se convierten en células cancerosas, al proteger contra los carcinógenos que dañan ADN celular.

Los betaglucanos también ayudan a reducir la inflamación relacionada con el cáncer y ayudan a prevenir la metástasis, recurrencia del cáncer y la resistencia de los tumores a los medicamentos. Décadas más tarde, el Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York investiga la combinación de betaglucanos y vacunas contra el cáncer para tratar a niños con neuroblastoma grave.

Aunque solo del 40 % al 50 % de los pacientes con neuroblastoma suelen vivir cinco años después de los tratamientos convencionales, los que recibieron el betaglucano junto con la vacuna contra el cáncer tuvieron tasas de supervivencia mucho más altas.

“Llevan años trabajando con una vacuna que tiene un efecto limitado. Pero al combinar la vacuna más betaglucano, casi el 90 % de los niños seguían con vida después de cinco años. Desde luego es algo espectacular”, dijo Seljelid.

De hecho, el Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering solicitó una patente para utilizar el betaglucano 1,3 / 1,6 en pacientes con el cáncer, junto con las vacunas contra la influenza. En enero de 2020, un equipo de investigadores italianos señaló que los betaglucanos también parecen tener un potencial prometedor para el cáncer:

“Una característica principal de los betaglucanos es su capacidad para modificar la respuesta biológica, al ejercer efectos reguladores sobre la inflamación y darles forma a las funciones efectoras de diferentes poblaciones de células de inmunidad innata y adaptativa. El potencial de interferir con los procesos involucrados en el desarrollo o control del cáncer hace que los betaglucanos sean candidatos interesantes como adyuvantes en terapias antitumorales, así como en estrategias para prevenir el cáncer”.

Los betaglucanos protegen contra las enfermedades bacterianas y virales

El profesor Jan Raa, profesor emérito de la Universidad de Tromsø, también descubrió la capacidad de los betaglucanos para combatir infecciones por medio de una investigación preliminar, de hecho, fue por accidente. Mientras realizaba un estudio sobre el uso de bacterias y hongos como el salmón de piscifactoría, 18 tanques de peces se contaminaron por la enfermedad de Hitra, una infección bacteriana fatal para el salmón.

Sin embargo, tres de los tanques no se utilizaron en el estudio, y Raa mezcló el betaglucano en su alimentación para descubrir si tendría un efecto en su salud. Resultó que hasta el 90 % del salmón en tanques sin betaglucano murió por la enfermedad de Hitra, en comparación con solo el 20 % de los que recibieron betaglucano. De acuerdo con Science Norway:

“Debido a una coincidencia y un evento catastrófico, Raa llevó a cabo un gran experimento de infección que, en circunstancias normales, nunca habría obtenido permiso para realizarse. “Me di cuenta que hice un gran descubrimiento”, dice. El incidente provocó varios ensayos de infecciones controladas que confirmaron la observación, dice Raa”.

Hoy en día, los betaglucanos se utilizan en alimentos para animales, incluyendo el alimento para peces. Un trabajo posterior de Raa sugiere que el betaglucano también es eficaz contra infecciones virales como la influenza. “Los estudios que realizamos en el Instituto Noruego de Salud Pública, que demostraron que el betaglucano 1,3/1,6 causó a un gran incremento en las células T que protegen de manera muy efectiva contra el virus de la influenza”, dijo Raa.

Esto llevó a Raa y Seljelid a ponerse en contacto con el Instituto Noruego de Salud Pública para sugerir que se investigara si el betaglucano podría prevenir el COVID-19. Raa también participa en un estudio en asociación con la UE que analiza si el betaglucano puede prevenir la gripe y el COVID-19 en un asilo.

¿Los beta-glucanos podrían combatir el COVID-19?

En un estudio de agosto de 2020 publicado en Science of the Total Environment, los investigadores sugirieron que los betaglucanos podrían proteger contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Una de las principales complicaciones del COVID-19 es la neumonía, que a veces se acompaña de una rápida reproducción del virus.

Durante esta rápida reproducción, su sistema inmunológico libera citoquinas proinflamatorias que provocan una reacción exagerada de la respuesta inmunológica llamada tormenta de citoquinas. La tormenta de citoquinas puede provocar lesiones pulmonares, síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y la muerte.

En este estudio, los investigadores tomaron extracto de betaglucanos de un hongo shiitake llamado Lentinus edodes y lo combinaron con un modelo de lesión pulmonar in vitro. Descubrieron que los betaglucanos reducían la interleucina 1 beta y la interleucina-6, dos citoquinas que pueden provocar la tormenta de citoquinas que causa el SDRA en casos graves de COVID-19.

Los betaglucanos también redujeron el estrés oxidativo y activaron sustancias inmunológicas llamadas macrófagos que destruyen a los invasores potenciales como los virus. Los investigadores concluyeron: “Se necesitan más estudios clínicos para refinar el betaglucano como una contramedida para enfrentar la tormenta de citoquinas que causa el SDRA, como es evidente con el COVID-19”.

En una investigación separada publicada en Frontiers in Immunology el 14 de julio de 2020, los investigadores también sugirieron que los betaglucanos podrían ayudar a reforzar la respuesta inmunológica para defenderse del COVID-19, y escribieron: “En definitiva, planteamos la hipótesis de que el uso de betaglucanos por vía oral en un entorno profiláctico podría ser una forma eficaz de estimular las respuestas inmunológicas y anular los síntomas del COVID-19”. Otras investigaciones también respaldan el papel de los betaglucanos para combatir las infecciones virales. Por ejemplo:

  • Los corredores que tomaron 250 miligramos (mg) de betaglucanos, que contienen levadura de cerveza, durante 28 días después de un maratón tenían una probabilidad 37% menor de contraer un resfriado o síntomas de gripe en comparación con los que tomaron un placebo.
  • Las personas que tomaron 250 mg de betaglucanos por día durante 90 días tuvieron 43 días menos de síntomas de infección del tracto respiratorio superior en comparación con las que tomaron un placebo.
  • Un estudio de 2013 descubrió que tomar 900 mg de betaglucanos de levadura de cerveza durante 16 semanas disminuyó en un 15 % la tasa de infecciones por resfriado y alivió en un 15 % los síntomas en las personas que se enfermaron.
  • Un estudio en animales realizado en 2015 descubrió que a los ratones que se les dio betaglucanos durante dos semanas “redujeron los efectos de la infección por influenza en la mortalidad total”, probablemente al estimular la reacción inmunológica tanto celular como humoral, lo que da como resultado una carga viral más baja.

Beneficios adicionales de los betaglucanos

Además de sus efectos anticancerígenos y estimulantes del sistema inmunológico, se cree que los betaglucanos desempeñan un papel en el metabolismo de las grasas y podrían apoyar la pérdida de peso y los niveles óptimos de colesterol. Los betaglucanos también podrían ayudar a promover el crecimiento de bacterias beneficiosas en su intestino al actuar como un prebiótico.

En un estudio, los betaglucanos mejoraron la tasa de crecimiento de Lactobacillus plantarum en el intestino tanto en circunstancias sanas como de estrés. Quizás lo más importante es que los betaglucanos pudieron proteger a los probióticos del estrés gastrointestinal causado por los bajos niveles de pH, las sales biliares y las enzimas digestivas, lo que elevó su tasa de supervivencia a medida que se transportaban por el sistema digestivo.

Los betaglucanos pueden mejorar la resistencia a la insulina, ya que demostraron reducir las respuestas de glucosa e insulina después del consumo de alimentos, mejorar la sensibilidad a la insulina en personas con o sin diabetes y ayudar con el control glucémico.

Es posible que se requieran cantidades más pequeñas de betaglucanos para lograr los mismos resultados en comparación con otros tipos de fibra soluble que se sabe que afectan la respuesta a la insulina. De acuerdo con un grupo de investigadores de la Universidad de Toronto, “la fermentabilidad de los betaglucanos y su capacidad para formar soluciones altamente viscosas en el intestino humano podrían ser las características de sus beneficios”.

¿Cómo funcionan los betaglucanos?

Todavía existe un debate sobre por qué y cómo funcionan los betaglucanos, considerando que el cuerpo no los absorbe. “El problema con los betaglucanos”, informó Science Norway, “es que el cuerpo no los absorbe. Solo atraviesan el tracto digestivo y salen por el otro lado. Las mediciones demostraron que casi nada de la sustancia entra en la sangre”. Así que, ¿cómo funcionan?

No se sabe del todo, pero, de acuerdo con el informe, “algunos investigadores creen que la sustancia puede afectar nuestro sistema inmunológico al estimular las células inmunológicas de la pared intestinal, sin que el cuerpo la absorba. Investigaciones recientes demostraron que el revestimiento del intestino es una parte muy importante del sistema inmunológico”.

Raa también sugiere que el tipo de betaglucanos es importante y que no todos tienen un efecto terapéutico. “Durante años, he tratado de explicarle a las personas escépticas que solo existe una determinada estructura química que funciona, y su nombre es betaglucano 1,3 / 1,6. Este es el que los animales y plantas reconocen como señal de peligro ya que provocan reacciones de defensa inmunológica”, dijo.

Si está interesado en descubrir más, el betaglucano está disponible como suplemento alimenticio. También puede encontrar betaglucanos en alimentos como hongos (reishi, shiitake, maitake), levadura de panadería y algas marinas.