Los beneficios de consumir vísceras

Por el Dr. Mercola, 9 de enero  de 2014

Hoy en día, el consumo de vísceras no es muy aceptado en el occidente, lo que podría ser un arma de doble filo. El hígado, los riñones, el corazón y otros órganos de origen animal provenientes de animales alimentados con pastura y criados orgánicamente son algunos de los alimentos más ricos en nutrientes que puede comer.

Desafortunadamente, en la actualidad la mayoría de los animales son criados de diferente manera. En el mundo actual lleno de alimentos ricos en calorías y carbohidratos pero sin alimentos nutritivos, la mayoría de las personas se beneficiarían bastante al incorporar nuevamente estos súper alimentos a su alimentación.

Sin embargo, yo no recomiendo el consumo de vísceras provenientes de animales criados en operaciones concentradas de alimentación de animales (CAFOs). La alimentación, los medicamentos veterinarios y las condiciones de vida de estos animales probablemente no darán como resultado órganos sanos, por lo que debe asegurarse de investigar de dónde provienen las vísceras que compra, si es que decide comprarlas en su tienda local.

Muchas culturas tradicionales y sus hombres encargados de la medicina- incluyendo a los estadounidenses nativos- creen que comerse los órganos (vísceras) de un animal sano refuerza los órganos de la persona que los come.

Por ejemplo, una forma tradicional de tratar a una persona con un corazón débil era alimentar a esa persona con el corazón de un animal sano. Del mismo modo, se creía que comerse el cerebro de un animal sano ayudaba a desarrollar un pensamiento claro, así como darles riñones de animales sanos a las personas que padecían de enfermedades urinarias.

Existe un sinnúmero de reportes sobre el éxito de este tipo de prácticas tradicionales. Podemos agradecer al Dr. Weston A. Price por su gran aportación en las investigaciones sobre los beneficios de los tipos de alimentación tradicionales.1

El “Isaac Newton de la Nutrición”

El Dr. Weston A. Price2 es un dentista de Cleveland que ha sido llamado el “Isaac Newton de la Nutrición.” El Dr. Price viajó alrededor del mundo para estudiar las prácticas alimentarias de las personas sanas en las culturas tradicionales.

Lo que encontró fue que casi en todas las culturas valoran mucho el consumo de los animales en su totalidad, haciendo uso de los órganos, la sangre, los huesos y todo lo demás- algo totalmente diferente a lo que hacen en la gastronomía occidental, en la que sólo se utiliza el tejido muscular y nada más.

Las preparaciones tradicionales involucran un gran trabajo en términos de la preparación de estas partes de la carne, ya que se deben remover las membranas, los vasos sanguíneos y otros partes que no pueden comerse de los órganos animales antes de que puedan ser consumidos y para esto se requiere de mucho tiempo y trabajo. ¿Por qué se tomarían la molestia de hacer todo esto?

Ellos sabían que comerse estos órganos los ayudaría a mejorar el funcionamiento natural de sus cuerpos. Y tenían razón- los beneficios nutricionales de las vísceras están siendo confirmados por la ciencia moderna.

Las vísceras son una fuente nutricional, llenas de vitaminas, minerales, aminoácidos y otros compuestos vitales para su salud. El hígado en particular está cargado de nutrientes, esa es la razón por la cual los animales depredadores es lo primero que se comen y por lo que ha sido tan valorado en toda la historia.

Desafortunadamente, las vísceras han recibido una mala reputación de forma injusta en el occidente gracias a algunos mitos sobre la alimentación, que incluyen la creencia de que la grasa de origen animal y el colesterol son malos para su salud. ¡Esto no podría estar más alejado de la realidad!

El Dr. Price, que estudió esto extensamente, encontró que las culturas nativas que mantenían alimentaciones tradicionales- consumo de alimentos enteros de origen animal y vegetal- tenían dientes sanos y no conocían las enfermedades crónicas que plagan a la sociedad actual. Casi no experimentaban problemas de salud como cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes, enfermedades mentales o incluso defectos de nacimiento.3 Pero, ¿por qué? ¿Qué explica estas diferencias de salud tan drásticas?

La Alimentación Tradicional versus La Alimentación Contemporánea

Cuando el Dr. Price analizó y comparó el valor nutricional de los alimentos consumidos en las culturas modernas y en las culturas tradicionales, encontró que las alimentaciones tradicionales brindaban al menos cuatro veces más vitaminas solubles en agua, calcio y otros minerales y al menos 10 veces más vitaminas solubles en grasa, como la A y D.