Las transnacionales han invadido al país de siembras de transgénicos

Por José Luis Martínez Castro, El Sol de San Luis, 10 de junio de 2013

Si los transgénicos tuvieran éxito, la mayoría de los alimentos producidos en el campo procederían de compras anuales de semillas transgénicas modificadas genéticamente, regadas con sustancias químicas tóxicos.

Así lo denunció el licenciado Miguel Ángel Guzmán Michel, líder del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), quien dijo que las transnacionales transgénicas de alimentos modificados genéticamente tiene la intención de invadir las tierras mexicanas.

Mencionó que las plantas mutantes crecerían adictas a los herbicidas de las corporaciones trasnacionales, las variedades locales desaparecerían, y en su lugar los alimentos transgénicos modificados genéticamente, podrían llenar los estantes de supermercados y tiendas de abarrotes.

Empresas de productos químicos y biotecnológicos han estado presionando para apoderarse de la producción de uno de los tres principales cultivos básicos del mundo: el maíz. Los pequeños agricultores en los Estados Unidos desde hace mucho tiempo padecieron esa presión. Se considera que semillas de maíz transgénico modificado genéticamente se plantó en unos 40 millones de hectáreas en la Unión Americana este año por Monsanto, una firma con ingresos anuales de US$ 56.000 millones, es la mayor manipuladora genética de semillas y vende cada año US$ 13.500 millones de sus variedades exclusivas.

La clave de sus planes de invadir el mercado mundial se encuentra en México, todas estas poderosas corporaciones y vendedores de semillas más grandes del mundo, desean desesperadamente obtener más permisos sin restricciones para la siembra de su maíz transgénico modificado genéticamente en el país.

Si el maíz transgénico modificado genéticamente se siembra en todo México, acelerará la transferencia de los derechos de superficie de cultivo y el agua de los pequeños agricultores al cultivo corporativo de maíz transgénico modificado genéticamente, por lo que el control de la oferta nacional de alimentos sería para las trasnacionales.