Las Promesas de La Industria Biotecnológica

Por otra parte, en cuanto a la dimensión del problema que se pretende atacar tenemos que los investigadores que estudian este fenómeno han reiterado que la tolerancia a sequía es compleja, controlada por varios genes que posiblemente actúan en una manera organizada. Además, no está determinada exclusivamente por características genéticas, pues los sistemas productivos agrícolas constituyen un factor muy importante en el desarrollo de cultivos en ambientes secos. Por ello resulta muy complicado incidir en esta característica. Y por ello los únicos cultivos transgénicos que han logrado posicionarse en el mercado a gran escala hasta el momento son los que involucran rasgos genéticos simples (que se heredan por la vía de un solo gen) como es la tolerancia a los herbicidas y la resistencia a los insectos.

Así, las empresas presentan de manera reduccionista una solución a un problema complejo. Al analizarlo, más que un planteamiento equivocado pareciera un engaño, pues lo que observamos en el fondo es la búsqueda y apropiación de estos genes que resisten sequía y condiciones climáticas extremas, que se encuentran en variedades creadas, reproducidas y salvaguardadas por los campesinos.

Esto se deduce del informe presentado el pasado octubre de 2010 por la organización ETC, que señala que “BASF, Monsanto, Bayer, Syngenta, Dupont y socios de la industria de la biotecnología presentaron 532 solicitudes de patentes (un total de 55 familias de patentes) sobre genes llamados “resistentes al clima” en oficinas de patente de todo el mundo. La apuesta es solicitar patentes de amplio espectro sobre genes relacionados con presiones ambientales. Monsanto (la mayor compañía de semillas del mundo) y BASF (la mayor firma química del mundo) formaron una sociedad colosal de mil 500 millones de dólares para manipular genéticamente la tolerancia al estrés en plantas. Juntas, las dos empresas acaparan 27 de las 55 familias de patentes (49 por ciento) identificadas” (http://www.etcgroup.org/upload/ publication/pdf_f ile/FINAL_climatereadyComm_ 106_2010.pdf).

Resulta evidente que no sólo nos enfrentamos a una falsa promesa de la industria biotecnológica, sino a un verdadero engaño. Lejos de ayudar a los “pobres” del mundo buscan apropiarse de la riqueza de nuestros pueblos.

Tan burdo es su engaño que en el boletín de prensa mencionado de 2009, encontramos en letras pequeñas una leyenda que advierte que lo dicho puede cambiar en el tiempo: “Advertencia sobre información respecto de expectativas futuras: Ciertas declaraciones incluidas en esta presentación son con miras al futuro (…)”. No debe confiarse excesivamente en estas declaraciones que tienen efecto solamente a la fecha de su presentación.

Poco a poco estamos desentrañando el engaño de estas empresas y su objetivo real. Estamos claros de que la compleja problemática que enfrenta el sector rural en México, el hambre que afecta a millones de personas en el mundo y el propio cambio climático, son producto de su avidez, que busca controlar a la humanidad, y de sus falsas soluciones que lejos de acabar con los problemas los crean y profundizan.