Las mujeres del campo tienen mayor riesgo de perder la vida que las de regiones urbanas: FAO

Por Matilde Pérez, La Jornada, 16 de octubre de 2012

Entre las mujeres del área rural se registra el mayor índice de homicidios, violencia y desigualdad social. El Estado debe instrumentar acciones inmediatas para proteger sus vidas, asentó María de los Ángeles Corte Ríos, directora del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados en el octavo Encuentro nacional de la mujer rural, indígena y campesina con motivo del Día Mundial de la Mujer Rural.

Detalló que en Colima, Jalisco, Durango, estado de México, Distrito Federal, Aguascalientes, Tabasco, Puebla, Baja California, Sonora y Tlaxcala 79 por ciento de las mujeres rurales son objeto de agresiones de sus familiares y parejas, mientras en Durango, Coahuila, Sonora, Nuevo León, Zacatecas, Hidalgo, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro se registra el mayor número de homicidios. Las mujeres rurales están en mayor riesgo de perder la vida que las que habitan en zonas urbanas.

También en esas comunidades aumentó el número de mujeres que son jefas de familia, pero carecen de apoyos y están en situación de pobreza, y puntualizó: de los 2 millones de hogares en dichas circunstancias, 49 por ciento está en pobreza patrimonial; 25 por ciento está en pobreza de capacidades y 18 por ciento en alimentaria.

Las acciones para lograr la igualdad de la mujer rural son insuficientes, agregó Nuria Urquía Fernández, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Urquía Fernández agregó que los ingresos de dicha población aumentaron 13 por ciento en dos años con el Fondo a Proyectos Productivos en Núcleos Agrarios; sin embargo, el acceso a beneficios se ha incrementado, pero persiste el desempleo, siguen recibiendo menos ingresos que los hombres y su nutrición es preocupante.

Abelardo Escobar Prieto, titular de la Secretaría de la Reforma Agraria, puntualizó que uno de cada cuatro ejidatarios son mujeres y 80 por ciento de ellas son beneficiarias de los programas de la institución.