Las grasas Omega-6 contenidas en los alimentos procesados y fritos pueden aumentar masivamente su riesgo de enfermedades cardiacas

“El procesamiento comercial de los alimentos destruye una cantidad significativa de ácidos grasos esenciales, junto con su capacidad de oxigenación…Los aceites poliinsaturados son inestables y se pone rancios muy rápido. Los ácidos grasos oxidados son peligrosos para nuestra salud.

La peroxidación y el estrés oxidativo son factores importantes en este daño. Más daños también son causados por el calentamiento de las grasas poliinsaturadas en la cocina (particularmente el freír los alimentos).

Muchas pruebas de investigación sobre las omega-3 no consideraron la relación entre los ácidos grasos esenciales omega-3/6 que es vital para el equilibrio eicosanoide. La relación adecuada entre las grasas omega-3 y omega-6 es fundamental para una salud holística para todos. Creo que por medio de una intervención alimenticia sencilla las complicaciones de la diabetes como la retinopatía y la nefropatía, podrían mejorarse o prevenirse…

La fertilidad y reproducción saludable se basan fundamentalmente en una buena nutrición, incluyendo los EFA (ácidos grasos esenciales) en abundancia. La mala salud materna es una causa de preocupación y podría predecir la mala salud en las siguientes generaciones.”

La alimentación del sur aumenta el riesgo de derrame cerebral

En noticias relacionadas, los investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham recientemente presentaron los resultados de un estudio en la Conferencia Internacional sobre Derrames Cerebrales anual en Hawái, 4 en el que se encontró que las personas que llevan una alimentación tipo “sureña”, conocida por sus alimentos fritos, tuvieron un alarmante aumento del 41 por ciento en el riesgo de derrame cerebral. Los afroamericanos tuvieron un riesgo mayor- un increíble 63 por ciento en comparación con aquellos que se abstuvieron de dichos alimentos. La investigadora principal, Suzzane Judd, PhD, le dijo a ABC News:5

“La alimentación es un factor de riesgo de los derrames cerebrales. Lo más sorprendente de lo que encontramos fue que comer ciertos alimentos en la alimentación tipo sureña- alimentos fritos, carnes de órganos, mollejas, té dulce- incluso cuando se consideran otros factores como fumar, la obesidad y la actividad física, las personas siguen experimentando un aumento de un 30 por ciento en el riesgo de derrame cerebral.”

El Equilibrio lo es Todo…

La ciencia es fuerte y clara: el equilibrio adecuado de los ácidos grasos omega-3 y omega-6 es esencial si desea estar lo más sano posible. En realidad existen dos problemas relacionados con la forma en que estas grasas están siendo consumidas por la mayoría de los occidentales en la actualidad:

    La mayoría de las personas consume muchas grasas omega-6 en comparación con las grasas omega-3. La relación ideal entre las grasas omega-3 y omega-6 es de 1:1, pero en la alimentación occidental convencional está entre 1:20 y 1:50. El occidental convencional está consumiendo muchas grasas poliinsaturadas (PUFA) en conjunto, que es un problema por donde se vea.

Así que la mayoría de las personas consume la cantidad equivocada- Y la relación incorrecta de estas grasas. Tanto las omega-3 como las omega-6 son PUFA y ambas son esenciales para su salud, pero cuando se consumen grasas omega-6 en exceso, puede volverse un problema- y el problema es aún mayor cuando son dañadas por el procesamiento. Como grupo, cuando se consumen en relaciones incorrectas, los PUFA tienden a estimular el proceso inflamatorio en su cuerpo, en lugar de inhibirlo.

Uno de los problemas con los PUFA es que son químicamente inestables y altamente susceptibles a ser alterados y desnaturalizados por lo que los rodea. Piense en lo que sucede con los aceites en su despensa- son susceptibles a ponerse rancios como resultado de la oxidación. En su cuerpo, los PUFA son sometidos a un proceso similar cuando son expuestos a bioproductos tóxicos de proteínas y azúcares- especialmente la fructosa. Esta es una de las razones por la que la mayoría de los suplementos de aceite de pescado tienen una vida útil tan corta y muchos ya están oxidados antes de llegar a la botella.

Consumir grasas oxidadas (ya sea en forma de aceites vegetales procesados ricos en omega-6 o aceite de pescado rancio rico en omega-3) puede hacerle más daño a su cuerpo que beneficiarlo. Cuando usted come muchos PUFA, cada vez se incorporan más a sus membranas celulares.

Debido a que estas grasas son inestables, sus células se vuelven frágiles y propensas a la oxidación, lo que conduce a todo tipo de problemas de salud, como la aterosclerosis. Creo que la falta de omega-3 es uno de los problemas de salud más serios que aquejan a la sociedad contemporánea hoy en día, además de la deficiencia de vitamina D. Pero al mismo tiempo tenemos el problema de que simplemente consumimos muchas grasas omega-6 procesadas y dañadas en el equilibrio incorrecto con las grasas omega-3.