Las grasas Omega-6 contenidas en los alimentos procesados y fritos pueden aumentar masivamente su riesgo de enfermedades cardiacas

Por Dr. Mercola, febrero de 2013

Un artículo reciente publicado en el British Medical Journal (BMJ) cuestiona un consejo alimenticio convencional. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón (AHA), los estadounidenses no deberían reducir su consumo de grasas omega-6 (aceites vegetales) e incluso podrían beneficiarse de consumir un poco más.

La AHA ha recomendado durante mucho tiempo y actualmente lo sigue haciendo, obtener al menos del 5 al 10 por ciento de sus necesidades energéticas de las grasas omega-6 y también enseña que reducir el consumo de los PUFA omega-6 de los niveles actuales probablemente aumentaría su riesgo de enfermedad cardiaca coronaria.

Desafortunadamente, esto en lugar de mejorar su salud la empeorará, ya que comer muchas grasas omega-6 dañadas, así como comer muy pocas grasas omega-3 prepara el terreno para todos los problemas de salud que usted desea evitar, incluyendo las enfermedades cardiacas, el cáncer, la depresión, el Alzheimer, la artritis reumatoide y la diabetes, sólo por mencionar algunos.

La mayoría de las personas, especialmente los estadounidenses, padecen de este desequilibrio en la relación entre las grasas omega-3 y las grasas omega-6 y para corregirlo, por lo general se necesitan hacer dos cosas:

    Disminuir significativamente el consumo de grasas omega-3, evitando los alimentos procesados y los alimentos cocinados a altas temperaturas utilizando aceites vegetales Aumentar el consumo de grasas omega-3 de origen animal que son buenas para el corazón, tales como las del aceite de krill

Información que Faltaba Sobre Pruebas Anteriores que Confirma los Daños Causados por Consumir Mucha Omega-6

El mito de que los aceites vegetales (ricos en grasas omega-6) son más saludables para usted que las grasas saturadas de origen animal ha sido difícil de desmentir. Pero la verdad no puede esconderse por siempre. De acuerdo con un comunicado de prensa de la BMJ: 1

“El consejo alimenticio sobre las grasas y el riesgo de enfermedades cardiacas es puesto en duda en bmj.com ya que las pruebas clínicas muestran que sustituir las grasas saturadas de origen animal con grasas poliinsaturadas omega-6 de origen vegetal está relacionado con un aumento en el riesgo de muerte entre los pacientes con enfermedades cardiacas.”

No fue posible realizar un último análisis en profundidad sobre los efectos en la salud causados por el ácido linoleico (LA) omega-6 en las enfermedades cardiacas coronarias hasta ahora, debido a que la información sobre el estudio Sidney Diet Heart estaba desaparecida.

Esta fue una prueba aleatoria controlada realizada de 1966 a 1973. Investigadores de los Estados Unidos y de Australia recuperaron la información original y por medio de métodos estadísticos modernos fueron capaces de comparar las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, enfermedad coronaria, así como todas las causas de mortalidad.2

“Su análisis involucró a 458 hombres de 39 a 59 años de edad que recientemente habían tenido un episodio coronario, como un ataque cardiaco o un episodio de angina. Los participantes fueron divididos en dos grupos al azar,” escribe BMJ.

“El grupo de intervención fue instruido para reducir el consumo de grasas saturadas (de origen animal, las margarinas y mantecas comunes) a menos de 10 por ciento de consumo energético y aumentar el ácido linoleico (del aceite de cártamo y margarina poliinsaturada de aceite de cártamo) a un 15 por ciento de consumo energético. El aceite cártamo es una fuente concentrada de ácido linoleico omega-6 y no proporciona los PUFA omega-3.”

El grupo de control no recibió ningún consejo alimenticio en particular y se le permitió comer lo quisieran. Ambos grupos mantuvieron este tipo de alimentación por un promedio de 39 meses. Los resultados demostraron que:

    El grupo de ácido linoleico omega-6 tuvo un riesgo 17 por ciento más alto de morir a causa de una enfermedad cardiaca durante el período del estudio, en comparación con el 11 por ciento que hubo entre el grupo de control (aquellos participantes que no recibieron ningún consejo alimenticio) El grupo de omega-6 también tuvo un riesgo mayor de mortalidad por cualquier causa

He dicho en repetidas ocasiones que es sumamente importante mantener un equilibrio adecuado en la relación entre las grasas omega-3 y omega-6 y los investigadores médicos también están comenzando a darse cuenta y a enfatizar esta importancia. Jane Collins, una investigadora independiente que no está afiliada a la investigación comentó lo siguiente sobre el estudio: 3