Las esponjas, filtros naturales que limpian el agua y nutren al plancton y a los arrecifes

Por Boletín UNAM-DGCS-465, agosto de 2013

• Estos invertebrados conectan al plancton con los organismos del fondo marino, asimilan partículas, virus y bacterias de la columna de agua y filtran el líquido varias veces al día, dijo José Luis Carballo, de la Unidad Mazatlán del ICMyL de la UNAM

Las esponjas son seres casi desconocidos, pero cumplen un papel esencial entre los habitantes del fondo marino, a los que conecta con el plancton al asimilar partículas, virus y bacterias pequeñísimas que flotan en el agua.

“Filtran el líquido varias veces al día y son capaces de asimilar partículas de la columna de agua que se desaprovecharían si no fuera por ellas”, afirmó José Luis Carballo Cenizo, investigador de la Unidad Mazatlán del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL).

Biólogo, doctor en fisiología y biología animal, egresado de la Universidad de Sevilla, el científico de origen español encabeza en la UNAM el Laboratorio de Ecología del Bentos, un término ecológico que proviene del griego bénthos, significa fondo del mar y agrupa a todos los organismos acuáticos que viven en esos suelos oceánicos.

Esos invertebrados primitivos hacen lo que científicamente se llama acoplamiento bentopelágico, pues retienen partículas pequeñas (en escala de micras) que no las aprovecha otro animal y las convierten en biomasa de esponjas, la cual entra a la cadena trófica de diversas formas, porque hay depredadores de éstas, como peces, tortugas y caracoles, detalló.

Además de clarificar el agua, entre sus funciones más importantes está la remineralización de la materia orgánica. Esto es especialmente importante en los arrecifes coralinos tropicales, a los que Darwin describió como oasis en el desierto del océano, porque se encuentran rodeados por aguas que apenas proporcionan nutrientes.

Las esponjas albergan simbiontes capaces de usar los compuestos nitrogenados orgánicos del medio para transformarlos en nitritos y nitratos que de alguna manera “abonan” el medio y mantienen la productividad primaria en estos ecosistemas tan valiosos. “Son funciones impresionantes”, precisó.