La Vitamina C Funciona Para La Sepsis, ¿Funcionará Para El Coronavirus?

Por Dr. Mercola

HISTORIA EN BREVE

  • La sepsis es la responsable de 1 de cada 5 muertes al año a nivel mundial, ya que mató 11 millones de 56 millones de personas en el 2017. La sepsis es una de las principales causas de muerte por influenza
  • Se ha demostrado que un protocolo por vía intravenosa mejora las posibilidades de supervivencia en pacientes con sepsis. Las personas que consumieron 200 mg de tiamina cada 12 horas, 1500 mg de ácido ascórbico cada seis horas y 50 mg de hidrocortisona cada seis horas durante dos días mostraron una mortalidad del 40 % al 8.5 % menos
  • Investigaciones recientes han demostrado que el protocolo de vitamina C-hidrocortisona-tiamina también reduce del 28 % al 9 % la mortalidad en pacientes pediátricos en los primeros 30 días
  • En el 2009, se demostró que la vitamina C por vía intravenosa es un tratamiento para combatir la gripe porcina grave que potencialmente salvaría vidas. Incluso anteriormente, muchos estudios habían demostrado la utilidad de la vitamina C contra infecciones de diversos tipos
  • Un estudio aleatorio doble ciego publicado en 1994 encontró que las personas de edad avanzada que recibieron 200 miligramos de vitamina C al día en el hospital para tratar una infección respiratoria aguda mostraron un rendimiento significativamente mejor que las que recibieron un placebo

Según el análisis global más completo realizado hasta el momento, la sepsis es la responsable de 1 de cada 5 muertes cada año a nivel mundial, ya que mató a 11 millones de 56 millones de personas en el 2017. Los investigadores denominan este hallazgo como “alarmante”, ya que sus cifras actualizadas duplican las estimaciones previas.

La sepsis es un padecimiento potencialmente mortal que es causado por una infección sistémica que puede ocasionar que el cuerpo reaccione de manera exagerada, así como una respuesta inmune excesiva y muy dañina.

A menos que se diagnostique y se trate rápidamente, puede progresar rápidamente a insuficiencia de múltiples órganos y muerte, por lo que es importante prestar atención a los síntomas cada vez que esté enfermo o en el hospital.

Esto incluye casos de influenza, ya que la sepsis puede imitar muchos de los síntomas de la gripe. De hecho, como se discutió en mi artículo anterior “La alarmante razón por la que algunas personas mueren a causa de la gripe“, la sepsis es una de las principales causas de muerte por influenza.

La vitamina C reduce la mortalidad por sepsis

La buena noticia es que se ha demostrado que un protocolo de vitamina C por vía intravenosa (IV) con hidrocortisona y tiamina (vitamina B1) mejora las posibilidades de supervivencia.

Este protocolo de tratamiento para la sepsis fue desarrollado por el Dr. Paul Marik, médico de cuidados intensivos en el Hospital General Sentara Norfolk en el Este de Virginia. Su estudio clínico retrospectivo demostró que administrar 200 mg de tiamina cada 12 horas, 1 500 mg de ácido ascórbico cada seis horas y 50 mg de hidrocortisona cada seis horas durante dos días redujo la mortalidad del 40 % al 8.5 %.

Es fundamental destacar que el tratamiento no genera efectos secundarios, es económico, se puede conseguir con facilidad y es sencillo de administrar, por lo que no existen riesgos involucrados. Una investigación más reciente, publicada el 9 de enero del 2020, encontró que el protocolo de sepsis de Marik también redujo la mortalidad en pacientes pediátricos.

El estudio se realizó en el hospital Ann & Robert H. Lurie Children’s Hospital de Chicago, y como señaló Science Daily, los datos preliminares del estudio “respaldan los resultados observados en adultos”. Entre enero del 2014 y febrero del 2019, 557 pacientes pediátricos con shock séptico cumplieron los criterios para su inclusión en el estudio.

Cuarenta y tres recibieron la hidrocortisona con vitamina C-B1, 181 recibieron únicamente hidrocortisona y 333 no recibieron ninguno de dichos tratamientos. Las 43 personas que recibieron el tratamiento con vitamina C fueron relacionados según el estado clínico de 43 controles no tratados y 43 personas que recibieron hidrocortisona.

A los 30 días, los controles y los grupos de hidrocortisona tenían una tasa de mortalidad del 28 %, mientras que el grupo de tratamiento tenía una tasa de mortalidad de un 9 %. A los 90 días, el 35 % de los controles y el 33 % de los que recibieron la hidrocortisona habían muerto, en comparación con el 14 % del grupo de tratamiento.

Como señalaron los autores, “Nuestros resultados sugieren que la terapia con HAT [hidrocortisona, ácido ascórbico y tiamina], cuando se administra temprano en el curso clínico, reduce la mortalidad en niños con shock séptico”.Publicidad


La vitamina C y el coronavirus

En el 2009, se demostró que la vitamina C por vía intravenosa es un tratamiento para combatir la gripe porcina severa que potencialmente salvaría vidas. Incluso antes de eso, muchos estudios habían demostrado la utilidad de la vitamina C contra infecciones de diversos tipos.

Por ejemplo, un estudio aleatorizado doble ciego publicado en 1994 encontró que las personas de edad avanzada que recibieron 200 miligramos de vitamina C al día en el hospital para tratar una infección respiratoria aguda obtuvieron resultados significativamente mejores que las que recibieron un placebo.

Según los autores, “este fue particularmente el caso de las personas que comenzaron el ensayo con enfermedades más graves, muchas de ellas tenían concentraciones muy bajas de vitamina C en plasma y glóbulos blancos al comienzo del estudio”.

Ahora, también se pondrá a prueba contra el coronavirus. El estudio, “Vitamina C para el tratamiento de la neumonía grave con nCoV 2019”, el cual se publicó en el sitio web ClinicalTrials.gov el 11 de febrero del 2020, y aún no ha comenzado a reclutar personas. Según la descripción del estudio:

“A finales del 2019, las personas con neumonía aparecieron en Wuhan, China. Posteriormente, la Organización Mundial de la Salud nombró el nuevo coronavirus que causó esta epidemia en Wuhan como el nuevo coronavirus del 2019 (2019-nCoV), mientras que la neumonía fue nombrada como una infección respiratoria aguda grave (IRAG).

Hasta el 4 de febrero del 2020, más de 20 000 casos han sido diagnosticados en China, 406 de ellos han muerto y 154 han sido descubiertos en otros países del mundo. La mayoría de las muertes se registraron en personas de edad avanzada o con enfermedades subyacentes graves.

Las estadísticas de las 41 personas con IRAG publicadas en JAMA mostraron que se transfirió a 13 pacientes a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), 11 (85 %) de ellas tenían SDRA y 3 (23 %) tenían shock. 10 (77 %) de ellas necesitaron de un soporte de ventilación mecánica y 2 de un soporte de ECMO. De las 13 personas anteriores, 5 (38 %) finalmente fallecieron y 7 (38 %) fueron transferidas fuera de la UCI.

La neumonía viral es una condición peligrosa con un mal pronóstico clínico. La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, ofrece propiedades antioxidantes.

Cuando ocurre la sepsis, se activa el aumento de citoquinas causado por la sepsis y los neutrófilos se acumulan en los pulmones, lo que destruye los capilares alveolares. Los primeros estudios clínicos han demostrado que la vitamina C puede prevenir este proceso.

Además, la vitamina C puede ayudar a eliminar el líquido alveolar al prevenir la activación y acumulación de neutrófilos y al reducir el daño al canal epitelial alveolar del agua. Al mismo tiempo, la vitamina C puede prevenir la formación de grupos extracelulares de neutrófilos, que es un evento biológico causado por la activación de neutrófilos”.

Los investigadores quieren tratar a los pacientes con 24 gramos de vitamina C por vía intravenosa por día durante siete días a una velocidad de 7 mililitros por hora. El grupo placebo recibirá una solución salina normal por vía intravenosa.

El resultado primario será el número de días sin soporte de ventilación durante los 28 días de hospitalización. Los resultados secundarios incluirán la mortalidad, la duración de la estancia en la UCI, la tasa de RCP necesaria, el uso de vasopresores, la función respiratoria, la insuficiencia orgánica relacionada con la sepsis y más.

El tiempo dirá cuál será el resultado, pero es probable que sea favorable. En el 2003, durante la pandemia de SARS, un investigador finlandés solicitó una investigación sobre el uso de vitamina C, al afirmar lo siguiente:

“Recientemente, se identificó un nuevo coronavirus como la causa del síndrome respiratorio agudo severo (SARS). En ausencia de un tratamiento específico para el SARS, se debe considerar la posibilidad de que la vitamina C pueda mostrar efectos no específicos en varias infecciones virales del tracto respiratorio.

Existen numerosos informes que indican que la vitamina C puede afectar el sistema inmunológico, la función de los fagocitos, la transformación de los linfocitos T y la producción de interferón. En particular, la vitamina C aumentó la resistencia de los cultivos de órganos traqueales en los embriones de pollo a la infección causada por un coronavirus aviar”.

Continúa citando investigaciones que demuestran que la vitamina C también protege a los pollos contra el coronavirus aviar, reduce la duración y la gravedad del resfriado común en humanos y reduce la susceptibilidad a la neumonía. Por desgracia, no parece que la vitamina C haya sido estudiada en relación con el SARS, pero es alentador que China ahora esté investigando su uso contra el 2019-nCoV.

Los beneficios de la vitamina C se subestiman enormemente

La vitamina C tiene dos funciones principales que ayudan a explicar sus beneficios para la salud. Primero, actúa como un poderoso antioxidante. También actúa como cofactor para los procesos enzimáticos.

Uno de los precursores más famosos del tratamiento con dosis elevadas de vitamina C para los resfriados y otras enfermedades fue Linus Carl Pauling (1901-1994), un bioquímico que ganó el Premio Nobel de química en 1954.

A pesar de eso, muchas personas consideraron que estaba muy alejado de su campo de especialidad con su investigación, mientras que su defensa fue ignorada o burlada por la medicina convencional y la ciencia nutricional, con bloggers médicos liderando el paquete como jueces de los hallazgos de Pauling.

Sin embargo, otros han captado lo que Pauling estaba tratando de señalar, y ahora están tratando de despertar al mundo sobre la importancia de la vitamina C para la salud y la vitalidad. Como lo explicó el Instituto Linus Pauling:

“La vitamina C es el principal antioxidante liposoluble no enzimático, que se encuentra en el plasma y los tejidos. Incluso en pequeñas cantidades, la vitamina C puede proteger las moléculas indispensables en el cuerpo, como proteínas, lípidos (grasas), carbohidratos y ácidos nucleicos (ADN y ARN), del daño causado por los radicales libres y las especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) que se generan durante un metabolismo normal, por células inmunes activas, y por exposición a toxinas y contaminantes”.

Según el Dr. Ronald Hunninghake, un experto reconocido internacionalmente en vitamina C que supervisó a decenas de miles de administraciones de vitamina C por vía intravenosa, esta vitamina es “definitivamente una modalidad muy subutilizada en enfermedades infecciosas”, al considerar que “es realmente un tratamiento de primer nivel para las infecciones.”

En nuestra conversación, Hunninghake sugirió que una de las razones por las que la medicina ha tardado en reconocer la importancia de la vitamina C tiene que ver con el hecho de que la consideran como una vitamina, cuando en realidad es un agente oxidante que puede ayudar a eliminar los patógenos cuando se administra en dosis elevadas.

También existen factores financieros. En resumen, es demasiado económica. La medicina convencional, como regla general, no le interesan soluciones que no producen ganancias significativas.

Sin embargo, al considerar que la sepsis es ahora la afección más costosa en los Estados Unidos, con un costo anual de 23 600 millones de dólares, la necesidad de una solución asequible se está volviendo crítica. Esto es particularmente cierto para las naciones de bajo ingreso, donde se estima que ocurren el 85 % de las muertes relacionadas con sepsis. Las pandemias mundiales como el coronavirus también requieren tratamientos de menor costo que realmente funcionen.

Síntomas de la sepsis

Cuando se trata de sepsis, la cual puede resultar de casi cualquier infección, el tiempo es esencial. Es realmente importante familiarizarse con los síntomas, y tomar las medidas inmediatas si existe alguna sospecha de sepsis.

Aunque los síntomas pueden ser sutiles al comienzo, la sepsis generalmente produce los siguientes síntomas: muchos de estos pueden confundirse con un resfriado severo o gripe. Sin embargo, tienden a progresar más rápido de lo normal.

Fiebre alta con escalofríos y tembloresTaquicardia
Frecuencia respiratoria rápida (taquipnea)Nivel inusual de sudoración (diaforesis)
MareosConfusión o desorientación
DisartriaDiarrea, náuseas o vómitos.
Dificultad para respirar, falta de aireDolor muscular severo
Baja producción de orinaPiel fría y húmeda o erupciones cutáneas

Sepsis Alliance recomienda utilizar el acrónimo TIME para recordar algunos de los síntomas más comunes:

  • T: ¿Tiene temperatura más alta o más baja de lo normal?
  • I: ¿Tiene o ha tenido recientemente algún síntoma de infección?
  • M: ¿Ha experimentado algún cambio en su estado mental, como confusión o somnolencia excesiva?
  • E: ¿Experimenta algún dolor o enfermedad extrema? ¿Ha tenido la “sensación de que podría morir”?

Otro que podría ser útil para memorizar los síntomas es el acrónimo SEPSIS, que se describe en el siguiente video:

  • S: Sufre de escalofríos (fiebre, resfriado)
  • E: Experimenta dolor extremo y escalofrío
  • P: Piel pálida y húmeda
  • S: Sofocamiento
  • I: “Intuir la posibilidad de morir”
  • S: Somnolencia (confusión)

Información para su médico

El protocolo de sepsis de Marik puede salvarle la vida, por lo que sería prudente consultarlo con el médico cada vez que lo ingresen al hospital. Recuerde, la sepsis a menudo es el resultado de una infección secundaria que se contrae en el hospital, por lo que es prudente estar preparado.

En caso de presentar sepsis en un hospital, el equipo médico estará enterado y podrá actuar con rapidez. Según Marik, los mejores resultados se obtienen cuando el tratamiento se suministra en las primeras seis horas después de exhibir los síntomas. Cuanto más se demore en recibir el tratamiento, tendrá menor posibilidad de sobrevivir.

Si el médico se niega a considerarlo, debe convencerlo de examinar los estudios que citamos en este artículo. Aunque, existen ciertas situaciones bajo las cuales el hospital podría negar este tratamiento, si es un adulto y está enfermo, por lo general tendrá el derecho de insistir para recibir este protocolo.

De hecho, entrevistaré a Marik en poco tiempo, y espero que colaboremos para desarrollar un proceso que les facilite a los pacientes acceder a esta estrategia en los hospitales locales.

Es probable que, en la mayoría de los casos, solo deba firmar el formulario “Against Medical Advice — Acknowledgment and Waiver” (en las fuentes podrá encontrar muestras), que indica que ha elegido no seguir el estándar de atención recomendado por su médico.

Contraindicaciones del tratamiento con vitamina C por vía intravenosa

La única contraindicación sería cuando una persona muestra una deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD, que es un trastorno genético). El cuerpo requiere G6PD para producir NADPH, que es una sustancia relacionada con el NAD + necesaria para transferir el potencial reductor y mantener la actividad de los antioxidantes, como el glutatión y vitamina C.

Ya que los glóbulos rojos no contienen mitocondrias, la única manera de proporcionar el glutatión es a través del NADPH, y dado que la G6PD lo elimina, ocasiona el rompimiento de los glóbulos rojos por la incapacidad de compensar el estrés oxidativo.

Por fortuna, la deficiencia de G6PD es poco común y se puede analizar. Las personas de ascendencia mediterránea y africana tienen un mayor riesgo de mostrar una deficiencia de G6PD. Se cree que la deficiencia de G6PD afecta a 400 millones de personas a nivel mundial, mientras que, en los Estados Unidos, se estima que 1 de cada 10 hombres afroamericanos la padecen.