La curcumina podría inhibir la tormenta de citoquinas inducida por un virus

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 06 de julio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • La curcumina podría inhibir la proteasa principal del COVID-19, una potencial diana para medicamentos
  • También podría ejercer un efecto inhibitorio sobre las tormentas de citoquinas inducidas por un virus, que se producen como resultado de una excesiva producción de células inmunológicas y citoquinas proinflamatorias, además de modular las respuestas inmunológicas, lo que significa que puede regular tanto ascendente como descendentemente las respuestas inmunológicas, en caso de ser necesario
  • Según una revisión científica, la curcumina podría utilizarse como agente terapéutico contra la neumonía, lesión pulmonar aguda y síndrome de dificultad respiratoria aguda como resultado de la infección causada por coronavirus
  • La curcumina también podría tener actividad antiviral directa contra muchos virus, incluyendo el SARS-CoV (que es el coronavirus responsable del SARS)
  • Otros efectos beneficiosos que sugieren que la curcumina podría ser adecuada en el tratamiento del COVID-19 incluyen aliviar el edema y la exudación, atenuar la lesión pulmonar, reducir la inflamación de las vías respiratorias, inhibir la proliferación de células epiteliales bronquiales, mejorar la neumonía, aliviar la fibrosis y mejorar el índice pulmonar

La curcumina es el ingrediente activo presente en la especia cúrcuma, tiene una base sólida en la ciencia con numerosos estudios que avalan sus efectos antiinflamatorios. Como señaló una revisión de 2017 en la revista Foods:

“[La curcumina] podría ayudar a controlar padecimientos oxidativos e inflamatorios, síndrome metabólico, artritis, ansiedad e hiperlipidemia … La mayoría de estos beneficios pueden atribuirse a sus efectos antiinflamatorios e antioxidantes”.

Además, se ha identificado que la curcumina y otros diversos suplementos pueden otorgar algún beneficio particular contra el COVID-19.

Según señala el artículo, “Potential Inhibitor of COVID-19 Main Proteasa (Mpro) From Several Medicinal Plant Compounds by Molecular Docking Study”, publicado el 13 de marzo de 2020, en preprints.org, entre los diversos compuestos estudiados, la curcumina y demetoxicurcumina fueron dos de los compuestos que demostraron inhibir el Mpro del COVID-19.

Como se indicó en “Designing of Improved Drugs for COVID-19”, Mpro del COVID-19 es una posible diana (objetivo) de medicamentos porque “la estructura cristalina del Mpro puede servir como base para el diseño de un potente inhibidor de la proteasa con un marcado tropismo pulmonar”.

Los estudios también han demostrado que la curcumina puede generar un efecto inhibitorio en las tormentas de citoquinas inducidas por el virus, que se producen como resultado de un exceso de producción de células inmunológicas y citoquinas proinflamatorias.

Esto también sugiere que puede ser de uso particular contra COVID-19, si consideramos que la tormenta de citoquinas en una infección grave y crítica de COVID-19 podría acabar matando a estos pacientes.

La curcumina tiene una posible capacidad terapéutica contra el COVID-19

En fechas recientes, una revisión científica en Frontiers in Cell and Developmental Biology, publicada el 12 de junio de 2020, informó que la curcumina podría ser afectiva para casos de neumonía viral grave como el COVID-19. Según los autores:

“La infección por coronavirus, que incluye al SARS-CoV, MERS-CoV y SARS-CoV2, causa enfermedades desalentadoras que pueden ser fatales debido a la insuficiencia pulmonar y la tormenta sistémica de las citoquinas.

El desarrollo de una neumonía causada por el coronavirus se relaciona con respuestas inflamatorias excesivas en el pulmón, conocidas como ‘tormentas de citoquinas’, que pueden causar edema pulmonar, atelectasia y lesión pulmonar aguda (LPA) o síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).

No hay medicamentos disponibles para suprimir de forma eficaz la lesión pulmonar mediada por una respuesta excesivamente inmunológica. En vista de la baja toxicidad y su actividad antioxidante, antiinflamatoria y antiviral, es posible especular que la curcumina podría utilizarse como un medicamento terapéutico para abordar la neumonía viral y LPA/SDRA.

Por lo tanto, en esta revisión, resumimos la evidencia acumulada de estudios preclínicos que utilizan modelos animales de neumonía fatal en los que la curcumina ha demostrado causar efectos protectores al regular la expresión de factores tanto pro como antiinflamatorios … lo que promueve la apoptosis de las células PMN y elimina las especies reactivas del oxígeno (ROS), que pueden exacerbar la respuesta inflamatoria.

Estos estudios sirven de apoyo para justificar que la curcumina puede utilizarse como agente terapéutico contra la neumonía y LPA/SDRA en humanos, como resultado de la infección causada por coronavirus”.


La curcumina podría inhibir la tormenta de citoquinas en el cuerpo

Como se abordó en la revisión de Frontiers in Cell and Developmental Biology, la curcumina tiene una larga historia de uso medicinal, sin exhibir efectos secundarios evidentes.

Los estudios han demostrado que podría exhibir acción antioxidante, antiinflamatoria, anticancerígena y antidiabética, y los ensayos clínicos han demostrado su eficacia en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y enfermedades infecciosas, en especial las infecciones virales.

En vista de su rol preventivo y terapéutico en infecciones virales y tormentas de citoquinas comunes en todas las infecciones virales, la curcumina podría considerarse como un agente fascinante para tratar las infecciones por coronavirus

Un mecanismo importante detrás de los efectos beneficiosos de la curcumina es su capacidad para modular las respuestas inmunológicas, lo que significa que puede regular tanto ascendente como descendentemente, según sea necesario.

De acuerdo con los autores, al menos cuatro estudios, publicados entre 2018 y 2020, sugieren que la curcumina podría inhibir las tormentas de citoquinas inducidas por un virus. Estos incluyen los siguientes:

  • Un estudio realizado en 2018 en la revista International Immunopharmacology, que demostró que la curcumina puede inhibir la replicación del virus de la influenza A y la neumonía inducida por la influenza. Además, puede activar la vía de señalización de Nrf2, inhibir el estrés oxidativo y mejorar la LPA in vivo inducida por la influenza.
  • Un estudio realizado en 2018 en Journal of Food and Drug Analysis, que encontró que la curcumina puede inhibir de forma efectiva la infección causada por influenza A.
  • Un estudio realizado en 2019 en Frontiers in Microbiology, que destacó la acción antiviral de la curcumina contra el virus de la influenza, virus de la hepatitis C y VIH.
  • Un estudio realizado en 2020 en el International Journal of Molecular Sciences que informó que la curcumina puede tener la capacidad de bloquear la infección por el virus del herpes simple tipo 2 (HSV-2) e inhibir la producción de citoquinas y quimioquinas inflamatorias in vitro.

La curcumina y sus mecanismos de acción

En cuanto a cómo la curcumina podría inhibir la tormenta de citoquinas y modular la función inmunológica, la revisión de Frontiers in Cell and Developmental Biology señaló que:

“Existen pruebas evidentes de que hay pacientes infectados con coronavirus que exhiben altos niveles de citoquinas y cambios patológicos en los pulmones. Por ejemplo, en la sangre de los pacientes con COVID-19, se han observado altas concentraciones de IL-2, IL-6 e IL-7.

En particular, los niveles de IL-6 fueron críticamente elevados en pacientes críticos con SDRA, en comparación con pacientes sin SDRA, lo que se correlacionó estadística y significativamente con la incidencia de muerte …

Diversos estudios in vivo e in vitro han demostrado que la curcumina y sus análogos pueden inhibir la producción y liberación de citoquinas proinflamatorias de forma notable, como IL-1, IL-6, IL-8 y TNF-α …

La curcumina también podría disminuir la expresión de muchos otros mediadores inflamatorios que regulan la actividad de las células inmunes y respuestas inflamatorias, y promueven la fibrosis en el pulmón después de una infección.

El mecanismo subyacente de la curcumina que modula la inflamación se ha investigado de forma exhaustiva e involucra diversas vías de señalización, entre las cuales NF-κB ejerce un rol destacado. Se informó que la curcumina puede regular de forma eficaz la señalización del NF-κB a través de múltiples mecanismos (Figura 2):

En primer lugar, la curcumina puede inhibir la activación de IKKβ … segundo, la curcumina puede mejorar la expresión o estabilidad de IκBα … tercero, la curcumina puede activar a la AMPK.

Se ha documentado que la curcumina puede bloquear la señalización de NF-κB después de la infección con el virus de la Influenza A (IAV) como consecuencia de la activación de AMPK y, en cuarto, la curcumina puede actuar en p65 para alterar la vía NF-κB.

La infección con IAV puede disminuir los niveles del p65 en el citosol de los macrófagos e incrementar los niveles de forma correspondiente en el núcleo, donde forma un complejo funcional con NF-κB, que al final puede regular de forma ascendente la transcripción de las citoquinas proinflamatorias.

Por el contrario, el uso de la curcumina puede bloquear la translocación nuclear de NF-κB y p65, regular descendentemente la transcripción de los genes de las citoquinas …

A diferencia de su efecto negativo sobre las moléculas proinflamatorias, la curcumina ha demostrado regular las citoquinas antiinflamatorias de forma positiva, en particular la IL-10. Esta última es un regulador negativo esencial para las respuestas inflamatorias …

La IL-10 actúa sobre los monocitos inflamatorios para reducir la liberación de TNF-α, IL-6 y ROS, al aliviar así el daño tisular causado por una respuesta inflamatoria continua … La curcumina puede atenuar de forma notable la lesión pulmonar al inducir la diferenciación de las células T reguladoras (Tregs) y regular ascendente de la producción de IL-10″.

La curcumina podría tener acción antiviral

Asimismo, la curcumina podría tener acción antiviral directa, incluso contra el SARS-CoV (el coronavirus responsable del SARS), como se demostró en un estudio realizado en 2007. Diversos estudios han elaborado sus mecanismos antivirales, que Frontiers in Cell and Developmental Biology enlista como:

  • Atacar las proteínas virales
  • Inhibir la producción de partículas y la expresión génica
  • Bloquear la unión viral a las células (posiblemente a través de interrumpir la fluidez de la envoltura viral)
  • Bloquear de la entrada viral en la célula
  • Bloquear de la replicación viral

La curcumina se une con fuerza a la hemaglutinina (HA), una glucoproteína que permite que el virus de la gripe se enlace con la célula. La investigación ha demostrado que la curcumina podría interactuar con la HA, lo que puede alterar la integridad de la membrana viral. 

Esto es lo que puede bloquear la unión viral a la célula huésped y evitar que el virus ingresara a la célula. Además, se ha demostrado que la curcumina inactiva de forma directa ciertas cepas del virus de la influenza.

La curcumina y otros de sus beneficios pulmonares

Algunos otros efectos beneficiosos que sugieren que la curcumina podría ser adecuada en el tratamiento de COVID-19 son:

Aliviar la exudación de proteínas en los espacios de los alvéolosAliviar el edema pulmonar provocado por la inflamación
Atenuar la lesión pulmonarReducir el grado de inflamación de las vías respiratorias
Alterar la remodelación de las vías respiratorias al inhibir la proliferación de las células epiteliales en los bronquiosMejorar la neumonía y prevenir el desarrollo de neumonía severa
Aliviar la fibrosis pulmonar inducida por LPAMejorar el índice pulmonar

Según la revisión de Frontiers in Cell and Developmental Biology, la investigación disponible “sugiere que administrar curcumina podría tener efectos tanto profilácticos como terapéuticos sobre la neumonía y mortalidad inducidas por virus”. Además, aunque todavía faltan ensayos en humanos sobre la curcumina para los coronavirus:

“… en vista del rol preventivo y terapéutico en la infección viral y las tormentas de citoquinas comunes en todas las infecciones virales, la curcumina podría considerarse como un agente fascinante para tratar las infecciones por coronavirus”.

La investigación publicada en 2015 respalda aún más las conclusiones de la revisión en Cell and Developmental Biology. El estudio “Curcumin Supression of Cytokine Release and Cytokine Storm” encontró que la curcumina podría servir como una posible terapia para pacientes infectados con el virus del Ébola y otros virus peligrosos. Según indican los autores del estudio:

“La actividad de la curcumina en la supresión de múltiples citoquinas, y su actividad en modelos experimentales de enfermedades y padecimientos relacionados con la tormenta de citoquinas, sugiere que podría ser efectiva para tratar pacientes con ébola y abordar la tormenta de citoquinas”.

La curcumina se absorbe de forma deficiente en el tracto intestinal; sin embargo, las formulaciones por vía intravenosa podrían ayudar a alcanzar niveles terapéuticos de curcumina en la sangre en pacientes diagnosticados con tormenta de citoquinas”.

Cómo aprovechar al máximo los beneficios del suplemento de curcumina

Si desea utilizar la curcumina, debe considerar que su baja tasa de absorción es uno de sus mayores inconvenientes. Aunque las formulaciones por vía intravenosa pueden resolver el problema en entornos clínicos, eso sería poco práctico para su uso en casa.

Los investigadores han investigado diversos métodos de entrega, que incluyen la administración por vía oral, intravenosa, subcutánea e intraperitoneal, así como varias formulaciones, para optimizar su biodisponibilidad. Los siguientes métodos demostraron que podrían mejorar la tasa de absorción de la curcumina:

  • Cuando se obtiene en forma de nanopartícula
  • En combinación con ácido poliláctico-co-glicólico
  • Por medio de encapsulación liposomal

Dado que la curcumina es liposoluble, podría aumentar aún más la absorción a través de una microemulsión. Para lograrlo, puede combinar una cucharada de curcumina en polvo con una o dos yemas de huevo y una a dos cucharaditas de aceite de coco derretido, luego podría utilizar una licuadora manual a alta velocidad para emulsionar el polvo en la mezcla.

Otra variable importante es el tiempo. Una de las formas en que funciona la curcumina es al activar AMPK y promover el proceso de autofagia. Ambos procesos ocurren durante el estado de ayuno.

Por lo tanto, la mejor recomendación sería tomar curcumina al menos tres horas después de comer o justo antes de dormir. Lo mismo podría aplicar con la quercentina, que es otro poderoso suplemento contra el COVID-19, que también debe tomarse en ayunas y de preferencia junto con el zinc.