La burocracia pone en riesgo el desarrollo de los ejidos forestales

Por Susana González G., La Jornada, 8 de mayo de 2015

También causa un nuevo flujo migratorio, alerta consejo para la silvicultura sostenible

Mientras las comunidades que administran los bosques enfrentan grandes dificultades para obtener permisos, las mafias de la madera escapan a los controles, asegura la Fundación Ford

Pese a que los ejidos forestales están considerados a escala mundial una fórmula efectiva para enfrentar el cambio climático a la par que sirven para abatir la pobreza, la sobrerregulación gubernamental que existe en México “obstaculiza el desarrollo sustentable y pone en riesgo a comunidades agrarias”, causando una nueva ola de migración, denunció el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).

La organización acusó al gobierno federal de que, contra los plazos determinados por la ley, demora semanas y hasta meses en aprobar los permisos de aprovechamiento forestal, en un informe que presentó este jueves en una conferencia realizada en un hotel de esta zona turística, horas antes de que en otro recinto empezaran formalmente los trabajos del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y en el que la sustentabilidad y medio ambiente fue uno de los temas abordados en las mesas de discusión.

Un permiso de aprovechamiento forestal puede requerir el cumplimiento hasta de medio centenar de pasos previos, aseguró Sergio Madrid, director del CCMSS. “Eso mina las economías locales, saboteando las oportunidades para la población…

En algunos casos la situación se está tornando tan dramática que los habitantes de los ejidos están abandonando sus tierras, en un nuevo flujo migratorio del campo a las ciudades, y hacia Estados Unidos y Canadá”, agregó.

David Kaimowitz, director de desarrollo sostenible de la Fundación Ford, advirtió, a su vez, que “el éxito de México con las comunidades forestales lo ayudó a convertirse en líder global en la lucha contra el cambio climático, pero la creciente burocracia y  las políticas fiscales insensibles, ponen esto en riesgo”.

La silvicultura, clave

La silvicultura resulta clave para el crecimiento económico, el desarrollo sustentable, el combate a la pobreza y la conservación de los bosques, dijeron, y la particularidad de México es que tiene un esquema único en el mundo, porque 70 por ciento de los bosques y selvas del país son propiedad social, es decir, de comunidades agrarias.

En la península de Yucatán las tierras bajo manejo comunitario tienen tasas de deforestación hasta 350 veces más bajas que en los bosques fuera de esas áreas, pero, pese a este probado éxito, el marco regulatorio que impone el Estado mexicano ha provocado que “mientras las comunidades que administran los bosques enfrentan grandes dificultades para obtener sus permisos, las mafias de la madera escapan a los controles”, explicó Kaimowitz.

En consecuencia, el sector forestal mexicano ya acumula lustros de declive: entre 1994 y 2013, la contribución del sector forestal al producto interno bruto (PIB) de México se redujo en al menos una quinta parte, y al día de hoy aporta apenas 0.59 por ciento de la producción nacional, aseveraron.

La industria de la madera atraviesa una fuerte crisis, y entre 2000 y 2012, la producción de este rubro se redujo en más de 30 por ciento, al pasar de 9 millones de metros cúbicos anuales de madera en rollo a menos de 6 millones.

De contribuir al PIB mexicano con 0.46 por ciento en 1994, en 2013 la producción maderable aportaba apenas 0.25 por ciento. “México está perdiendo su base industrial forestal”, puntualizó Madrid.