Investigación: Se revela el Negociado de Semillas de Monsanto

Pero las recientes alzas en precios han sido difíciles para las granjas.

”Es como si me hubiese golpeado un mal tiempo y hubiese tenido un pobre rendimiento. Esto sólo significa que en realidad tengo menos”, dijo Markus Reinke, un agricultor de maíz y soya, cerca de Concordia, Mo., que se hizo cargo de la granja de su familia en 1965. ”Ellos pueden cobrar, pueden hacerlo y salirse con la suya. Y nosotros los agricultores sólo nos quejamos, sacudimos la cabeza pero no hacemos nada. ‘‘

Cualquier caso contra Monsanto del Departamento de Justicia podría dar un equilibrio en el derecho de la empresa de controlar sus productos patentados y de proteger el derecho de sus competidores a la competencia libre y abierta, dijo Kevin Arquit, ex director de la Oficina Federal de Comercio de la Comisión de Competencia y ahora abogado de defensa de Simpson Thacher & Bartlett LLP en Nueva York.

”Hay asuntos muy interesantes y no solo para las compañías pero también para el Departamento de Justicia”, dijo Arquit. “Hay áreas interesantes donde la ley es incierta y hay implicaciones para el bienestar de los consumidores y para las políticas del gobierno por el resultado que sea”

Otras compañías han seguido el ejemplo de Monsanto al incluir clausulas restrictivas en sus acuerdos de concesiones de licencias, pero sus productos solo penetran sectores más pequeños del mercado de semillas de los EEUU. Pero el gene del Round Up de Monsanto por otro lado está en tantos cultivos que los contratos pueden tener un masivo efecto en las reglas del mercado.

Monsanto era solo uno más en los negocios de las semillas hace doce años. Ha arribado gracias a la innovación de sus científicos y el uso agresivo de leyes de patentes por sus abogados.

Primero fue la ciencia cuando introdujo en 1996 por primera vez su soya genéticamente modificada. Las plantas listas para Round Up eran resistentes a los herbicidas permitiendo a los agricultores rosear Round Up donde quisieran en vez de esperar hasta que la soya haya crecido lo suficiente para superar al químico.

La compañía pronto sacó otros cultivos genéticamente modificados, como el maíz que producía un pesticida natural contra insectos. Mientras Monsanto sacaba productos estrellas, aun no tenía el dominio de la industria de las semillas que estaba compuesta por cientos de compañías que suplían a los agricultores.

Así empezaron las innovaciones legales cuando Monsanto empezó a ser el primero en ampliamente patentar sus genes y ganar el derecho al control estricto de cómo debían ser usados. Este control hizo que se difundiera su tecnología a través de acuerdos de concesiones de licencias, y con ellas fueron formando el mercado.

En 1970 las universidades públicas desarrollaron nuevas versiones de semillas de maíz y soya que crecían bien y resistentes a las plagas. Pequeñas compañías de semillas obtuvieron estas versiones a más bajos precios y las podían mezclar para crear cultivos superiores sin restricción. Pero los acuerdos le dan a Monsanto el control de mezclar muchas variedades en los cultivos.

Las restricciones se aplican incluso a los investigadores que reciben dinero de los ciudadanos.

Roger Boerma, profesor e investigador de la Universidad de Georgia, está desarrollando variedades especializadas de soya que crecerían bien en los estados del sur, pero su investigación actual esta enredada en estas restricciones de Monsanto y de sus competidores.

”Esto se ha convertido en un reto muy difícil a estas alturas de nuestra vida” dijo Boerma.

Las reglas también pueden restringir la investigación. Boerma paralizó la investigación en una línea de nuevas plantas de soya que contenían una característica de un competidor de Monsanto cuando se dió cuenta que el rasgo era ineficaz a menos que se mezclara con el gene del Round Up de Monsanto.

Boerma dijo que no ha considerado pedirle a Monsanto el permiso para mezclar estos rasgos con el del competidor.

”Creo que la mezcla de su tecnología con la tecnología de otra compañía puede resultar en un serio problema para ellos” dijo.

Quarles señalo que Monsanto ha firmado acuerdos con varias compañías permitiéndoles apilar sus características con las de Monsanto. Por ejemplo, luego que Syngenta resolviera su proceso legal las compañías hicieron un amplio acuerdo de licencias.

Al mismo tiempo, los derechos de patente de Monsanto le dió la autoridad de dictaminar cuan independientemente las compañías podían usar sus características, dijo Quarles.