Investigación: Se revela el Negociado de Semillas de Monsanto

Del New York Times, Diciembre 14, 2009. Traducido por Ana María Quispe de Vía Orgánica

Contratos confidenciales que detallan las prácticas de Monsanto revelaron cómo la compañía de semillas más grande del mundo aplasta a sus competidores, controlando a las pequeñas compañías y protegiendo su dominio sobre el multimillonario mercado de cultivos genéticamente alterados, según una investigación de Prensa Asociada (PA).

Con los genes patentados de Monsanto insertados en el 95% del frijol de soya y 80% de todo el maíz que crece en Estados Unidos, la compañía está usando su amplio poder para controlar la habilidad de las nuevas firmas de biotecnología para obtener una mayor red de distribución de sus productos, según una revisión de los acuerdos de licencias de Monsanto y docenas de entrevistas con participantes de la industria de las semillas, agricultores y expertos legales.

La reducción de la competencia en los negocios de las semillas puede causar aumentos de precios que se sentirán en cada comedor familiar. Esto es porque los corn flakes que se comió en el desayuno, la bebida gaseosa que se tomó en el almuerzo, y el bistec que se comió en la cena se producen con cultivos sembrados con los genes patentados de Monsanto.

Los métodos de Monsanto se explican en una serie de acuerdos comerciales confidenciales obtenidos por PA. Los contratos de más de 30 páginas, incluyen términos básicos para vender los cultivos de ingeniería genética resistentes al herbicida Round Up de Monsanto, además de contratos suplementarios que enfocan las nuevas tretas de Monsanto y otras enmiendas en los contratos.

La compañía ha usado estos contratos para esparcir su tecnología, dándole el derecho a 200 compañías pequeñas de insertar sus genes en separados tipos de plantas de maíz y de soya. Pero PA encontró que el acceso a los genes de Monsanto tiene un costo y más

Por ejemplo, en un contrato se prohíbe a compañías independientes cultivar plantas que contengan tanto genes de Monsanto o genes de sus competidores, a menos que Monsanto otorgue un previo permiso por escrito, dando a Monsanto la capacidad de bloquear de manera efectiva a sus competidores de insertar sus rasgos patentados en los vastos cultivos de EEUU que ya contienen los genes de Monsanto.

Las estrategias y los acuerdos de concesión de licencia de Monsanto están siendo investigados por el Departamento de Justicia y al menos dos fiscales federales estatales, quienes están tratando de determinar si las prácticas violan las leyes de competencia de EEUU. Las prácticas también son parte de los juicios civiles en contra de Monsanto por sus competidores, que incluye un juicio iniciado por Syngenta AG en el 2004 que fue resuelto mediante un acuerdo y otra litigación que aun continua iniciada este verano por DuPont en respuesta de los juicios en contra de Monsanto.

El gigante agrícola del suburbio de St.Louis declaró que no ha hecho nada malo.

”No creemos que estos alegatos tengan ningún mérito acerca de los contratos de licencia y o de sus términos” dijo Lee Quarles vocero de Monsanto. También dijo que no podía hacer comentarios acerca de las muchas disposiciones específicas de los acuerdos por ser confidenciales y sujetos a juicios en curso.

”Nuestro enfoque a la concesión de licencias con muchas compañías es pro-competitiva y ha permitido literalmente que muchas compañías de semillas, incluyendo nuestros competidores directos ofrezcan miles de productos de semillas,” agregó.

No pueden negarse los beneficios a los agricultores de las tecnologías de Monsanto, pero muchos de sus más importantes competidores y pequeñas firmas de semillas dicen que la compañía está usando enormes tácticas para expandir su control sobre ellas.

”Creemos ahora que Monsanto ejerce control sobre casi el 90 por ciento de las semillas genéticas. Este nivel de control es increíble”, dijo Neil Harl, economista agrícola de la Universidad Estatal de Iowa, quien ha estudiado la industria de las semillas por décadas. ”El gran resultado es que esto está ajustando el control de Monsanto y hace posible que puedan aumentar sus precios a largo plazo. Y hemos visto que ya esto ha pasado en los últimos cinco años y no se sabe el fin”

La cuestión es cuánto poder puede tener una compañía sobre las semillas que forman la base de las fuentes alimenticias del mundo. Sin haber fuerte competencia, Monsanto puede subir los precios de las semillas a su antojo, lo que a su vez aumentará el costo de todo desde el costo de los alimentos hasta el costo del pan y de las galletas.