Insuficientes, impuestos a refrescos y comida chatarra

Por Angélica Enciso L., La Jornada, 19 de noviembre de 2013

Preocupa participación de trasnacionales en plan de Sedesol

México podría ser el típico caso clínico donde hay énfasis en incrementar la disponibilidad de calorías para poder reducir los niveles bajos de nutrición, sin tomar en consideración el tema de la inocuidad de las dietas y que éstas deben ser balanceadas

El relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Shutter se manifestó extremadamente preocupado por la participación de Nestlé y Pepsico en la Cruzada Nacional contra el Hambre, ya que el consumo de refrescos y comida chatarra es responsable del problema de obesidad de los mexicanos y ahora estas empresas buscan dar una imagen positiva.

En entrevista con La Jornada, consideró que el impuesto a estos productos para atacar la obesidad ayudará, pero advirtió que esto no es suficiente: se requiere la distribución de alimentos y verduras frescas, así como una mejor calidad del agua potable, ya que la población no le tiene confianza, y esto ha contribuido a elevar el consumo de refrescos en los niños.

También advirtió que además del riesgo del cultivo de maíz transgénico en el país por ser centro de origen del grano, está un problema económico, la transferencia de recursos a empresas de países desarrollados.

De Shutter, originario de Bélgica, experto en derechos sociales, económicos y garantías individuales, entre 2004 y 2008 fue secretario general de la Federación Internacional de Derechos Humanos.

Desde mayo de 2008 es relator especial de la ONU y también es profesor de derecho en la Universidad de Lovaina y en el Colegio de Europa. Estuvo de visita en México la semana pasada, invitado por el gobierno federal para hacer una evaluación de la aplicación de las recomendaciones que presentó en la visita oficial de 2011 y para analizar la Cruzada Nacional contra el Hambre.

–Entre los cuestionamientos que se han hecho a la cruzada están los convenios que hizo el gobierno federal con empresas como Nestlé y Pepsico, que producen alimentos chatarra, ¿cuál es su opinión sobre este tipo de acuerdos?

–Me parece que es un problema muy serio. Sabemos que es un problema enorme de salud pública, no sólo por la publicidad en favor de bebidas azucaradas y comida chatarra, que tienen una enorme influencia en la población joven de México, sino porque actualmente este país está arriba en la obesidad infantil, y es básicamente debido al consumo de estos productos y a las diferentes estrategias de mercado tan agresivas que han sido utilizadas. Tratan de dar una imagen positiva. Estoy extremadamente preocupado por una situación como ésta.

Tuve una reunión con autoridades de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), discutimos sobre el componente de participación social en la cruzada, pero no hablamos de estas alianzas. A las autoridades de la Secretaría de Agricultura les pregunté sobre la compatibilidad de los importantes apoyos de los grandes productores de granos de Sonora y Sinaloa, con lo cual producen acervos baratos para la industria alimentaria.

–La cruzada busca atacar el hambre, pero en el país la obesidad también es un problema. Expertos cuestionan que la alimentación no se ve como un tema integral. ¿Qué recomendación haría sobre esto?

–Me parece que México podría ser el típico caso clínico donde hay énfasis en incrementar la disponibilidad de calorías para poder reducir los niveles bajos de nutrición, sin tomar en consideración el tema de la inocuidad de las dietas y que éstas deben ser balanceadas.

Durante muchos años las políticas agrícolas han apoyado el desarrollo en las planicies del norte, pero no han apoyado la producción de alimentos y verduras para una dieta adecuada de la población. Hay un cambio de la dieta tradicional a lo que son las occidentales, que están de moda. La única solución para revertir esto es relocalizar y ubicar la producción y el consumo de alimentos para conectar a los productores locales con los consumidores, incluyendo las áreas urbanas, de tal manera que las personas tengan acceso a alimentos menos procesados y más frescos.

–En México se han destinado durante varias décadas recursos millonarios para atacar la pobreza y la carencia alimentaria, ¿qué se requiere para realmente solucionar el problema del hambre?

–Creo que las soluciones de arriba hacia abajo tienen limitaciones. Esto es el porqué estuve particularmente interesado en conocer sobre la participación social en la cruzada, sobre los comités comunitarios que van a establecerse en los 400 municipios a que está dirigida. Estos comités podrán enviar sus demandas a escala federal. Creo en un enfoque de abajo hacia arriba, más democrático. Es probablemente lo que necesitamos.

–A partir del año próximo las bebidas azucaradas tendrán un impuesto, es una de las recomendaciones que usted hizo, ¿cuál es su opinión sobre esta medida?