Importancia del zinc para el tratamiento con HCQ

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 27 de septiembre del 2020

HISTORIA EN BREVE

  • Los médicos informan resultados positivos al combinar hidroxicloroquina, azitromicina y zinc
  • Algunos estudios con resultados negativos han tenido problemas, incluyendo uno en el que los datos sospechosos hicieron que el estudio se retractara y otro en el que se administró dosis letales del medicamento
  • La hidroxicloroquina actúa como un ionóforo de zinc, lo que ayuda al zinc a traspasar la membrana plasmática a la célula donde detiene la replicación del virus
  • La quercetina y el galato de epigalocatequina (EGCG) funcionan de manera similar para mejorar la absorción celular de zinc

Aunque cada vez más personas hablan sobre el zinc durante la temporada de resfriados y gripe, y es uno de los suplementos para contrarrestar la infección por COVID-19, también es un mineral importante que se encuentra en todo el cuerpo. El zinc es el segundo oligoelemento más abundante en el cuerpo, mientras que el hierro es el primero.

El zinc es un cofactor de 3000 proteínas. Aunque es importante para muchos procesos biológicos y para la estructura de casi todas las células, el cuerpo no almacena el mineral. En cambio, es necesario consumirlo todos los días para satisfacer las necesidades del cuerpo.

El zinc es importante para la salud inmunológica, ya que ayuda a detener la replicación de virus dentro de las células y funciona como una molécula de señalización para las células T del cuerpo, que son glóbulos blancos encargados de destruir las células infectadas. El zinc protege el hipocampo de la inflamación provocada por el estrés emocional y, por lo tanto, se considera un factor importante para tratar la depresión.

El zinc también ayuda a liberar la hormona tiroidea, mientras que los menores niveles están relacionados con la caída del cabello. El mineral es importante para la cicatrización de heridas y el sentido del gusto y olfato. Como ocurre con muchas otras vitaminas y minerales, la cantidad diaria recomendada se basa en evitar la deficiencia en lugar de mantener cantidades óptimas para una buena salud.

Sin embargo, como señala Chris Masterjohn, Ph.D., es posible obtener un exceso de zinc, lo que en realidad puede afectar el sistema inmunológico y la salud. A pesar de las muchas razones por las que es importante asegurarse de que los niveles sean adecuados, este oligoelemento se ha vuelto importante para combatir el COVID-19.

El zinc aumenta la eficacia de la hidroxicloroquina

Un equipo de médicos de la Universidad de Nueva York que usaban hidroxicloroquina (HCQ) y azitromicina en personas con COVID-19 comenzaron a añadir sulfato de zinc. Para determinar la efectividad del tratamiento, completaron un estudio observacional al comparar los resultados entre los dos grupos. Los médicos declararon que no buscaban competir y no recibieron financiamiento para el estudio.

Se recopiló información sobre personas que ingresaron en el hospital entre el 2 de marzo de 2020 y el 5 de abril de 2020. Se excluyó a las personas que recibieron medicamentos experimentales. Los médicos encontraron que las personas que recibieron sulfato de zinc fueron dadas de alta con más frecuencia y tenían menos probabilidades de necesitar ventilación mecánica.

En general, los miembros de este grupo tenían un menor riesgo de mortalidad y menos posibilidades de necesitar cuidados paliativos o ingresar a la UCI. Concluyeron que “Este estudio proporciona la primera evidencia in vivo de que el sulfato de zinc junto con la hidroxicloroquina podría ser una combinación importante para combatir el COVID-19”.

Los resultados de estas observaciones apoyan los hallazgos de otros médicos en todo el mundo. Por ejemplo, en una encuesta internacional de más de 6 200 médicos en 30 países, el 37 % calificó a la hidroxicloroquina como la “terapia más efectiva” para combatir el COVID-19 de una lista de 15 opciones.

Esta encuesta fue realizada por Sermo, que se describe como la compañía de recopilación de datos de atención médica y la plataforma social de medicina más grande del mundo. En España, el 72 % de los médicos que optaron por participar utilizaron esta combinación de medicamentos. Además, el 75 % de los encuestados indicó que era el tratamiento más eficaz.

Dentro de los Estados Unidos, se utilizó este medicamento para personas de alto riesgo, pero en otros países se recetó para personas que presentaban síntomas de leves a graves.

El tratamiento con HCQ fue muy exitoso fuera de los Estados Unidos

El microbiólogo y experto en enfermedades infecciosas de Francia, ganador de un premio, Didier Raoult, es director de una unidad de investigación en el Institut Hospitalo-Universitaire de Francia. Tan pronto como una persona se le diagnostica COVID-19, combina hidroxicloroquina y azitromicina para tratarla. Raoult informa que esta combinación ha ayudado a la recuperación y la falta de detección del SARS-CoV-2 en el 91.7 % de 1061 pacientes en 10 días.

Uno de los efectos secundarios de la hidroxicloroquina y la azitromicina es la toxicidad cardíaca. Sin embargo, en sus pacientes no se registró toxicidad cuando se administró una dosis de 200 mg tres veces al día durante 10 días, con 500 mg de azitromicina el primer día seguido de 250 mg diarios durante los siguientes 4 días.

Aunque algunos científicos que trabajan con la Fundación Bill y Melinda Gates no están convencidos de la eficacia de un medicamento, que ha sido aprobado y utilizado en los Estados Unidos durante 65 años, el Swiss Policy Research Group informa que los médicos de Estados Unidos que combinan hidroxicloroquina, azitromicina y zinc obtienen los siguientes resultados:

“Una tasa de hospitalización 84 % menor, una tasa de mortalidad 50 % menor entre las personas ya hospitalizadas (si se tratan temprano) y mejores resultados dentro de las 8 a 12 horas. Los médicos italianos informaron una tasa de mortalidad 66 % menor.

Los médicos de Estados Unidos también reportaron una mortalidad 45 % menor entre los pacientes hospitalizados al añadir zinc al tratamiento de hidroxicloroquina y azitromicina. Otro estudio de los Estados Unidos informó una rápida resolución de los síntomas, como dificultad para respirar, según el tratamiento ambulatorio temprano con altas dosis de zinc”.

La falta de información podría haber causado una mayor tasa de mortalidad

En un estudio publicado el 22 de mayo de 2020 en The Lancet, los investigadores declararon que utilizar HCQ por si sola o con un macrólido se relacionó con una menor supervivencia y una mayor cantidad de arritmias ventriculares. Poco después, la Organización Mundial de la Salud detuvo el uso del medicamento para tratar el COVID-19, mientras que los líderes de varios ensayos anunciaron que las investigaciones estaban terminando.

Los resultados del estudio publicado en The Lancet fueron tan alarmantes que atrajeron la atención de otros científicos, 200 de los cuales publicaron una carta abierta sobre la integridad de la recopilación de datos. Identificaron 10 puntos en la investigación que eran sospechosos, que incluyen los siguientes:

  • El origen de las fuentes de datos
  • Ninguna revisión ética del estudio
  • Los datos de Australia no eran compatibles con las fuentes gubernamentales
  • El 66 % de los datos se originaron en Norteamérica y se utilizaron dosis de HCQ que fueron 100 veces más elevadas que las recomendadas por la FDA

Después de que se reveló que la base de datos que se utilizó en el estudio no estaba disponible para los revisores independientes, el artículo fue retirado. Sin embargo, en ese momento, otros se habían unido a protestar contra el medicamento que tiene un historial positivo.

A medida que más médicos hablaron sobre la evidencia de su propia práctica sobre la hidroxicloroquina, el zinc y la azitromicina, las juntas estatales de licencias médicas y los representantes del Congreso comenzaron a emitir amenazas.

El Dr. Vladimir Zelenko es otro médico que ha expresado su opinión sobre esto y que publicó los efectos positivos que ha obtenido al utilizar un protocolo con hidroxicloroquina, azitromicina y sulfato de zinc.

Del Bigtree de The Highwire cita a Raoult en una entrevista anterior diciendo que el no recetar hidroxicloroquina a una persona con COVID-19 “debería ser motivo de negligencia”. Durante una entrevista con Bigtree el 3 de julio de 2020, Zelenko dijo: “Las personas no están muriendo por COVID-19, sino por la política. En lo que se conoce como muerte por la política”.

En respuesta a la pregunta de cómo la historia verá la pandemia en relación con la HCQ, Zelenko respondió lo siguiente:

“En mi opinión personal, cualquier persona que se interpuso en el acceso a la atención y a los pacientes que tienen la medicación, cometió crímenes contra la humanidad y es culpable de asesinato en masa”.

Durante la entrevista, Bigtree señaló que las grandes dosis de hidroxicloroquina que se utilizan en el ensayo de recuperación de Oxford y en los ensayos de solidaridad de la OMS fueron llamadas “dosis potencialmente fatales” por la Dra. Meryl Nass. Nass agregó:

“En los ensayos de Solidaridad de la OMS se siguen utilizando dosis excesivas y peligrosas de HCQ. Estos ensayos no están probando los beneficios de la HCQ para combatir el Covid-19, sino que están probando si los pacientes sobreviven a dosis tóxicas.

Las dosis tan elevadas que se utilizan en estos ensayos no tienen justificación médica. El diseño del ensayo, con su colección limitada de datos de seguridad, hace que sea difícil o imposible identificar los efectos tóxicos de los medicamentos, en comparación con un ensayo estándar. Esto es inmoral. Una dosis excesiva hace que sea imposible evaluar el beneficio terapéutico de la HCQ”.

Cuando se le preguntó si los 2400 mg de hidroxicloroquina utilizados en el ensayo de recuperación eran letales, Zelenko respondió: “No, porque estamos tratando de combatir algo peligroso”.

La quercetina y el EGCG son ionóforos de zinc con gran eficacia

Zelenko también compartió que, si las personas no pueden conseguir que la HCQ transporte el zinc a las células, la quercetina es una segunda opción. Lo está usando como “Plan B” para personas que tienen una contraindicación para la hidroxicloroquina o que de otra manera no pueden tomarla.

En el protocolo de Zelenko, la hidroxicloroquina funciona como un ionóforo de zinc, que transporta el zinc hacia las células donde detiene la replicación del virus. Esto le permite prescribir dosis más bajas ya que el zinc es el componente importante del tratamiento.

Un estudio publicado en 2014 evaluó la eficacia de la quercetina y el galato de epigalocatequina (EGCG) como ionóforos de zinc. Para probar su hipótesis, estos flavonoides transportaban cationes de zinc a la membrana plasmática, los investigadores diseñaron un estudio de laboratorio con células de ratón HEPA 1-6 de carcinoma hepático.

El objetivo era confirmar si los polifenoles transportan el zinc a través de la membrana celular al utilizar quercetina, ECGC o clioquinol. El ECGC es un polifenol que se encuentra en el té y el clioquinol es una quinolina con propiedades antibacterianas y antifúngicas que se usa para tratar infecciones de la piel.

Los resultados demostraron un rápido aumento del zinc intracelular detectable en presencia de quercetina, EGCG o clioquinol. Los investigadores concluyeron que se podrían utilizar los flavonoides naturales para modular la homeostasis del zinc y regular las vías biológicas.

Zinc y quercetina antes o al comienzo de la enfermedad

Como señala Zelenko, la combinación de zinc y un ionóforo de zinc se puede utilizar para reducir el riesgo de contraer una infección por COVID-19. Aunque la deficiencia de zinc es común en el mundo, se estima que el 12 % de la población de los Estados Unidos y hasta el 40 % de las personas mayores tienen riesgo de padecer una deficiencia de zinc. Por desgracia, no siempre se evalúan los niveles de zinc. Entre los síntomas de una deficiencia de zinc podemos encontrar los siguientes:

  • Falta de apetito
  • Depresión
  • Deterioro en el sentido del gusto u olfato
  • Resfriados, gripe o infecciones frecuentes
  • Acné o erupciones cutáneas

De la misma manera que Zelenko usa hidroxicloroquina y zinc para prevenir el COVID-19, es posible utilizar la quercetina y el zinc para la misma función. Sin embargo, como Masterjohn señala, grandes cantidades de zinc pueden afectar el sistema inmunológico, ya que puede contrarrestar el equilibrio de zinc y cobre.

Esto reduce la actividad de la superóxido dismutasa, que es un antioxidante importante para la función inmunológica. Si está tomando zinc de forma profiláctica, es importante mantener el consumo diario a 150 mg por día o menos, excepto para el uso a corto plazo al estar enfermo.