Hasta en la leche

Con los transgénicos, el glifosato se empezó a aplicar masivamente en fumigaciones áreas, lo cual impacta gravemente a las poblaciones aledañas a las siembras, incluso urbanas, como es el caso del Barrio Ituzaingó en Córdoba, Argentina. En ese país, tercer productor mundial de transgénicos, en varias provincias donde se ha extendido la siembre de transgénicos, se han reportado en la última década un aumento enorme (hasta 400 por ciento) de casos de cáncer, abortos y malformaciones de bebés.

Estas aplicaciones masivas significaron además que actualmente hay más de 20 hierbas invasoras que se hicieron resistentes al glifosato, por lo que la nueva generación de transgénicos que esperan ser aprobadas, son semillas tolerantes también a glufosinato, dicamba o 2.4-d, todos aún más tóxicos.

Gracias a Monsanto, Syngenta y unas pocas más trasnacionales de transgénicos, nuestros cuerpos están contaminados y nuestros bebés ingieren tóxicos desde el primer día de vida. Es hora de prohibir este perverso experimento.

*Investigadora del Grupo ETC