Guatemala: Una Comunidad Tradicional Lucha por sus Tierras

La Ley de Áreas Protegidas fracasó totalmente en conservar la naturaleza y creó un marco para la regulación de las comunidades existentes y la criminalización de los que se establecieron después de la declaración de la ley. La gente se instaló en el Petén y más llegan a diario para el cambio PPP / CAFTA de tierras agrícolas de subsistencia hacia la producción para exportación, obligando a los campesinos a buscar nuevas tierras. El estado criminalizado de los pobladores limita su capacidad de organizarse.

La tendencia a criminalizar a los “invasores” aumentó en 2006, cuando el gobierno combinó la adjudicación conjunta del narcotráfico con los delitos contra el medio ambiente. A los campesinos en busca de tierras se les equipararon con los narcotraficantes en un patrón similar a lo que la investigadora Laura Carlsen ha identificado como la criminalización de los migrantes del Plan México patrocinado por los EEUU al otro lado de la frontera. De hecho, el Petén se ha convertido realmente en un centro de narcotraficantes y en una de las regiones más violentas en Guatemala.

TNC, quien se ha aliado con la USAID y el gobierno de Guatemala, puede cegarse a los más grandes y devastadores intereses económicos en el Petén, cuando se enfocan más bien en la necesidad de remover a la población. El papel de la TNC en el desalojo de Centro Campesino refleja el mayor fracaso de una gran ONG de conservación, de aliarse a las comunidades indígenas y tradicionales. En Guatemala, la ironía de esta exclusión es que estas comunidades son sin lugar a dudas las fuerzas más poderosas, podría decirse que las únicas fuerzas, para prevenir el desarrollo de las industrias que están destruyendo el medio ambiente. Pero entonces, quizás ese sea el asunto.

Susan Fitzpatrick Behrens teaches History and Central American Studies at California State University, Northridge.