Gloria Ushigua, el espíritu de la Amazonía presente en Paris

Por Mercedes López, Vía Orgánica AC

El espíritu de las sáparas, guardianas de la identidad cultural en el Amazonas Ecuatoriano, estuvo presente en Paris, representado por Gloria Ushigua, Presidenta de Ashiñwaka, asociación de mujeres indígenas.

Gloria, una lideresa histórica de la Amazonía, unió sus manos a la cadena humana conformada el 29 de noviembre en las calles de Paris, llevando la representación de la nación Sápara, un territorio conformado por 23 comunidades que ha sido devastado a lo largo de la historia para explotar sus riquezas.

Los esfuerzos de Gloria por preservar su idioma[1], alimentación, tradiciones y cultura, fructificaron en 2001 cuando la UNESCO declaró a la nación Sápara como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

De talla delgada, vistiendo un traje de corteza de árbol y adornada con plumas de guacamaya, Gloria Ushigua busca denunciar en Paris, los intentos de la petrolera Chevrón en su territorio, donde pretende extraer petróleo, trayendo, en opinión de Gloria, pobreza, devastación, violaciones e irrupción de la vida amazónica en su comunidad.

Para Gloria en la selva del Amazonas la montaña tiene espíritu, el río tiene espíritu, las plantas, los animales tienen espíritu. Esto se lo enseñaron su papá y sus abuelos y ella considera que todo puede perderse por la amenaza de Chevrón.

“Van a explotar el petróleo y eso va a causar la muerte de todos y yo no quiero que pase eso, porque los pueblos indígenas van a morir en Ecuador”, comenta Gloria con voz grave. “La gente ya está muriendo por cáncer, hepatitis, tumores y eso es causado por Chevrón”.

Gloria denuncia que el gobierno de Ecuador está negociando con personas que no representan a la comunidad la entrada de Chevrón y que la mayoría de habitantes del pueblo sápara están unidos: “el espíritu de la selva nos está apoyando y cuidando. Si la selva termina, no tenemos nada, vamos a morir de hambre todos los indígenas amazónicos”.

La defensa de la comunidad ha significado para Gloria una amenaza para su libertad e incluso su vida. Comenta que la policía intentó detenerla, pero que ella no se dejó y le dijo al policía que fuera con su papá gobierno y que le dijera que no se iban, porque esa era su tierra, donde nacieron, y que la comunidad no iba a dejarse.

Un día después del intento de detención, narra Gloria, fueron al juzgado varios indígenas a protestar a pesar de que tenían miedo. “Yo dije, no quiero petróleo, está bajo tierra y ahí se debe quedar. Es que eso reclamamos, no queremos explotación, tenemos que hablar claro y sin miedo, aunque me maten como ya mataron a dos líderes que cortaron en pedacitos. De uno sólo se encontró esta parte y esta otra parte…”, dice Gloria señalando su pie y su mano.

“Nosotros creemos que sí podemos parar esta idea, el gobierno cree que nos va a comprar con dinero, pero eso no nos sirve en la selva, tenemos nuestra tierra, lo que necesitamos es educación propia indígena, salud”, comenta enfática Gloria.

“Por eso, en este país, quiero alzar mi voz para decir que la tierra es nuestra vida, es nuestro dinero, pero no es papel, sino riqueza de la tierra. Puede venir la plata, pero se termina y si todo se termina ahí si que nos quedamos pobres, se acaba la vida”.

¿Sabes por qué digo eso?, añade enfática Gloria, yo soy sápara, la Amazonía es grande, pero Chevrón envenena el agua y la huerta, yo entré a ver donde tienen su petróleo y ya no había animales, porque que comían el chapopote y se morían.

“Todos los animales siguen muriendo y la gente sigue muriendo. Por eso vengo a hablar en voz del espíritu de mi pueblo, la gente me dice, Gloria, párate bien y aquí estoy, bien parada. Porque no queremos más explotación, no queremos morir sin hablar”, comenta Gloria con voz entrecortada mirando hacia el horizonte.

[1] Cabe indicar que el idioma sápara estuvo a punto de perderse, ya que sólo era hablado por menos de 10 ancianos de la comunidad.