Frutas y verduras de otoño

Por Meritxell Solé

El otoño es una época de transición, las temperaturas son más frescas, los días empiezan a ser más cortos y las lluvias continúan siendo presentes; y nos conduce hacia los fríos días de invierno. De la misma forma que en esta época cambiamos un poco nuestro vestuario – chamarras, suéters, botas, etc- también deberíamos cambiar un poco nuestra dieta, para preparar y proteger al cuerpo de estos cambios de temperaturas y evitar resfriados o gripas.

Quizás te preguntes, ¿es realmente importante cambiar la dieta con los cambios de estación del año? De hecho, sí. A medida que cambian las estaciones, tu cuerpo también experimenta cambios. Las diferencias de los períodos de luz y oscuridad tienen efectos profundos en nuestros ritmos circadianos, y esto puede afectar tu peso corporal -causando pérdida o ganancia- y ocasionar cambios hormonales. Adaptar tu estilo de vida y dieta al clima local para compensar los desequilibrios inducidos por la estación es una de las formas más sencillas de proteger tu salud y bienestar.

Consumiendo frutas y verduras de la temporada de otoño podemos conseguirlo. Además, las frutas y verduras de temporada son más frescas y probablemente contienen menos conservadores que las que las que no son de temporada o son importadas.

¿Y qué frutas y verduras encuentro en otoño?

Frutas:

La Granada es una fruta típica de esta estación, de color rojo vivo y, por lo tanto, rica en antioxidantes. Contiene pocas calorías, ya que tiene mucha agua. El mineral más abundante es el potasio, y es rica en antioxidantes. Es una fruta ideal para combatir el envejecimiento prematuro de las células.

La uva es muy representativa de la temporada lluviosa y en otoño aún podemos encontrarla. Son frutas ricas en azúcares y contienen una cantidad significativa de ácido fólico y de vitamina B6. Además, la uva – especialmente la variedad morada- contiene distintas substancias muy beneficiosas, como los flavonoides y los taninos, con efectos antioxidantes y anticancerígenos.

Cítricos: en otoño nos llegan las frutas más características de la siguiente estación, el invierno: las naranjas, las mandarinas y las toronjas, que son muy valoradas por su contenido en vitamina C y ácido cítrico, que tiene acción desinfectante y nos ayuda a prevenir de enfermedades como la gripa o los resfriados. Además, los cítricos también son fuente de importantes minerales como el potasio y el magnesio, de ácido fólico y asimismo, ofrecen vitamina A y carotenos, beneficiosos para la salud de la piel y el cuidado de la visión.

Verduras:

Berenjena: La berenjena está compuesta mayoritariamente por agua, por lo que tiene un bajo nivel de calorías, lo que la hace imprescindible en dietas para pérdida de peso. Además es rica en fibra, hecho que nos ayuda a depurar el organismo, elimina toxinas y absorbe el colesterol malo. La berenjena tiene una alta concentración en hierro y magnesio (nos aporta el 15% de la cantidad diaria recomendada).

Verdolaga: aunque desgraciadamente muchos la consideran una maleza, esta es una planta es un superalimento. Es una de las verduras más ricas en omega-3 que se conocen; además es rica en vitaminas A, C y E, minerales como el potasio, el hierro y el magnesio, y contiene una gran dosis de aminoácidos y sobre todo de antioxidantes.

Espinaca: la espinaca está compuesta mayormente por agua, así que la cantidad de grasas e hidratos de carbono es muy baja; sin embargo es uno de los vegetales que más proteínas contiene y es rica en fibra. La espinaca es fuente de vitamina A, C, K y B2 y ácido fólico, además de ser una buena fuente de manganeso, magnesio, hierro, potasio y calcio. El color verde oscuro de las hojas de espinaca indica que contienen altos niveles de clorofila y además flavonoides y carotenoides que promueven la buena salud y tienen propiedades anti-inflamatorias y anti-cancerosas. También es una buena fuente de ácidos grasos Omega-3.

Calabazas: la calabaza aporta poderosos beneficios, entre los que destacan su poder antioxidante y sus anti-radicales libres, presentes gracias a su aporte vitaminas A, C y E, y una gran cantidad de minerales, como el magnesio, calcio, potasio, fósforo y el hierro. Tiene un efecto diurético y es una buena fuente de fibra, que además de digestiva produce saciedad. Además, ayuda a regular el nivel de glucosa en la sangre.

 

Meritxell Solé es coordinadora de ecoturismo en Vía Orgánica, organizando itinerarios y visitas al rancho y también organiza los talleres semanales gratuitos que se imparten en la tienda. Apasionada por la salud holística y la nutrición, se graduó como Health Coach o Asesora de Salud Integral por IIN y su misión es educar y guiar a las personas a alcanzar sus metas de salud y bienestar.