Faltó rigor a Cofepris al evaluar calidad de alimentos industrializados: expertos

Por Ángeles Cruz Martínez, La Jornada, 15 de mayo de 2014

El impuesto especial, por su relación con sobrepeso y obesidad, dice El Poder del Consumidor

Contradictorio, que lleven sello de producto saludable y que a la vez paguen IEPS, señalan

La Alianza por la Salud Alimentaria denunció que por la falta de rigor en los criterios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para evaluar el contenido nutricional de los alimentos y bebidas industrializados, una gama amplia de productos podrán portar el sello de alimento saludable, transmitir sus mensajes publicitarios en los horarios infantiles y, a la vez, seguir en la lista de mercancías con un gravamen especial al consumo por su alto contenido de azúcar.

De la revisión a las disposiciones que dieron origen a la tasa de 10 por ciento en el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), la cual se aplica a partir de este año a esos alimentos y bebidas, se desprende que los niveles requeridos para ser sujetos de este gravamen son más estrictos en relación con los que se determinaron en el reglamento sanitario de publicidad.

Katia García, investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor, comentó que la medida fiscal se estableció por la vinculación existente entre la ingesta de algunos productos con la elevada prevalencia de sobrepeso, obesidad y diabetes en el país.

Por eso, destacó, es contradictorio que las mismas mercancías sean candidatas a ser consideradas saludables y recomendables para su consumo por la población, con base en los criterios de la Cofepris incluidos en el reglamento y los lineamientos de publicidad.

En conferencia de prensa, la especialista, junto con Xaviera Cabada, coordinadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor, presentó una lista de algunos de los alimentos y bebidas procesadas que se encuentran en esta condición.

Aunque expresaron que los más graves son casos de los néctares y jugos procesados, pues su contenido en azúcar es similar al de los refrescos, es decir, seis cucharadas en un vaso de 250 mililitros o más de 25 en un litro.

García resaltó que el distintivo nutrimental generará confusión entre los consumidores. En la misma situación están algunos pastelillos, galletas y cereales para el desayuno.

El análisis incluyó leches saborizadas y yogures, también con elevados niveles de azúcar añadida, de entre tres y siete cucharadas cafeteras, respectivamente. Aunque no tienen impuesto, su consumo se ha incrementado en los años recientes, indicó Cabada.

Para Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, la Cofepris respondió a los intereses de la industria de alimentos y bebidas, los cuales no tienen nada que ver con una verdadera estrategia para combatir el sobrepeso y la obesidad.