Exponen lucha en Brasil y México para llevar productos frescos a escuelas públicas

Por Matilde Pérez U., La Jornada, 17 de marzo de 2016

En Yucatán, campesinos de siete municipios firmaron convenio con la SEP

Los desafíos no han terminado, señala Humberto Oliveira durante foro organizado por la FAO

Lograr que el gobierno comprara al pequeño productor sus frutas y verduras para llevarlos a las escuelas fue un largo proceso de organización y lucha de los campesinos, dijo Humberto Oliveira, secretario nacional de desarrollo territorial del Ministerio de Desarrollo Agrario de Brasil.

Durante su participación en el taller Cadenas cortas agroalimentarias, organizado por la representación de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, el funcionario del país sudamericano advirtió que los desafíos no han terminado.

A la pregunta de qué pasará con el programa de compras públicas de productos campesinos impulsado por el ex mandatario Luiz Inacio Lula da Silva y sostenido por la presidenta Dilma Rousseff, en caso de que la oposición gane, puntualizó: “lo que conseguimos no va a poder deshacerlo otro gobierno; de ser así habrá protestas masivas”.

Una experiencia similar a la brasileña de llevar alimentos frescos a las escuelas se realiza también en 17 planteles de educación básica en siete municipios de la zona oriente de Yucatán, expuso Sigismundo Lucidi Mascarin, del proyecto El hombre sobre la tierra, que desde hace 20 años se lleva a cabo en dicha región.

Explicó que hace tres años firmaron un convenio con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para llevar alimentos frescos a esas 17 escuelas primarias. “La batalla fue con los directores” y algunas madres de familia que decían que los niños no iban a comer zanahorias ni otras hortalizas; lo sorprendente es que los menores aceptaron los alimentos y ahora cuando ven a gente del proyecto cantan: “¡hoy vamos a comer bien!”

En este proyecto, la SEP aceptó comprar los alimentos frescos a los campesinos de la región; los productos llegan a las escuelas y una nutrióloga supervisa cómo se guisan. A la fecha sólo los directores de tres planteles siguen resistiéndose a aplicar el proyecto, el cual se ha adaptado a la cultura culinaria yucateca, comentó.

Gustavo Pérez Berlanga, de la cadena de restaurantes Toks, comentó que dicha empresa está abriendo brecha con la adquisición directa de productos a las comunidades que los elaboran de forma artesanal, y las que asesoran para que sean inocuos.

Dijo que a siete familias de San Felipe del Progreso, estado de México, se les compra mole Doña Victoria y miel, y desde hace dos años su situación económica mejoró, lo mismo ocurrió con 100 familias de Santa Rosa de Lima, Guanajuato, que elaboran la mermelada de fresa, y el cual es el sexto producto más importante de la empresa; el chocolate lo traen de la Mixteca oaxaqueña.

Son varios los casos de éxito, pero la empresa “no es la madre Teresa de Calcuta”, si un producto no pasa las estrictas normas de inocuidad y sabor que demandan los clientes, se suspende.