¿Existe evidencia contundente para usar tapabocas?

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 19 de junio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Algunos grupos de salud pública explican que es importante usar tapabocas durante la pandemia de COVID-19, mientras que otros dicen que los tapabocas tienen pocos beneficios
  • Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) inicialmente no recomendaron el uso de tapabocas por temor a la escasez para el personal de atención médica
  • Algunos estudios científicos demuestran que los tapabocas no representan ningún beneficio para detener la transmisión del COVID-19
  • La experta en virus Judy Mikovits, quien apareció en el documental “Plandemic”, y otros han concluido que los tapabocas son peligrosos
  • Aquellas personas que utilizan tapabocas deben lavarse las manos de manera adecuada para estar protegidos

Durante la pandemia de COVID-19, hubo información contradictoria sobre el uso de tapabocas o mascarillas faciales, incluso dentro de las mismas agencias de salud pública.

Algunas organizaciones afirman que usar un tapabocas solo protege a las personas de las personas infectadas, y fomentan su uso en caso de estar en contacto cercano con una persona con COVID-19, lo que infiere que un tapabocas podría protegerlo de una persona infectada.

Esta información plantea varias preguntas. Muchas personas pueden portar el virus sin saberlo porque no desarrollan síntomas y no han sido analizadas. ¿Cómo podrían saber que necesitan usar un tapabocas? Si se fomenta el uso de un tapabocas al estar en contacto con una persona con COVID-19, eso indica que el tapabocas lo protege de las otras personas. Entonces, ¿cuál es la verdad?

Hay otro elemento en este conflicto. Algunos expertos médicos afirman que los tapabocas son perjudiciales para los usuarios. Ya que no lo protegen y podrían limitar la entrada de oxígeno y redirigir los patógenos dañinos a sus vías respiratorias. A medida que finaliza el distanciamiento social y las personas salen de nuevo al público, existen ciertas dudas sobre el uso de los tapabocas.

Los consejos de la OMS y los CDC sobre los tapabocas son contradictorios

La Organización Mundial de la Salud, fundada en 1948, está compuesta por más de 7000 personas de más de 150 países. Su personal incluye médicos, especialistas en salud pública, científicos, epidemiólogos y expertos en estadísticas de salud, economía y ayuda de emergencia.

Cuando se trata de tapabocas para el COVID-19, este grupo de expertos no los considera como la cura de todos los males. Estos son los lineamientos más recientes:

  • Si goza de buena salud, solo necesita usar un tapabocas en caso de estar cuidando a una persona con COVID-19.
  • Utilice un tapabocas si está tosiendo o estornudando.
  • Los tapabocas solo son efectivos cuando las personas se lavan las manos de manera adecuada con un desinfectante para manos a base de alcohol o agua con jabón.
  • Si utiliza un tapabocas, es necesario saber cómo usarlo y desecharlo de manera adecuada.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades es la principal agencia de salud de los Estados Unidos, administrada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Cuando se trata del COVID-19, su consejo no es igual al de la OMS. Ya que señalan que las personas pueden portar el virus sin desarrollar síntomas o antes de que aparezcan los síntomas como la tos y los estornudos, al explicar lo siguiente:

“Esto significa que el virus puede propagarse entre las personas que interactúan muy cerca. Los CDC recomiendan usar tapabocas de tela en lugares públicos donde otras medidas de distanciamiento social son difíciles de mantener (supermercados y farmacias), es especial en lugares de transmisión significativa.

Los CDC también recomiendan el uso de tapabocas de tela para reducir la propagación del virus y a impedir la transmisión de las personas que no saben que son portadoras a otras personas”.

Muchos líderes médicos y políticos apoyan el uso de tapabocas. El Dr. Anthony Fauci, médico de alto perfil del grupo de trabajo de la Casa Blanca y director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, los ha respaldado. También lo hizo el ex director interino de los CDC, el Dr. Richard Besser.

Virginia Gov. Ralph Northam firmó una orden ejecutiva a fines de mayo de 2020 que ordenaba el uso de tapabocas en su estado y el gobernador de Ohio, Mike DeWine, dijo que usar un tapabocas es una manera de mostrar “amor a tu prójimo”.

Los países que usan tapabocas de manera habitual han reducido la transmisión del COVID-19. Eso significa que es posible que las personas que rechazan los tapabocas están aumentando el riesgo de transmisión. Quedan muchas preguntas.Publicidad


¿Qué dicen las investigaciones sobre la efectividad de los tapabocas?

El Dr. Chris Murray, director del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud, explicó que los tapabocas ofrecen “una protección del 50 % contra la transmisión”, mientras que otras estimaciones son menos tranquilizadoras.

Un estudio sobre la capacidad de los tapabocas para detener la propagación del COVID-19, que es causado por el virus SARS-CoV-2, publicado por investigadores surcoreanos en Annals of Internal Medicine en abril de 2020, encontró lo siguiente:

“Ni los tapabocas quirúrgicos ni los de algodón filtraron el SARS-CoV-2 en pacientes infectados. La evidencia previa de que los tapabocas quirúrgicos filtraban el virus de la gripe de manera eficaz informó que las personas con COVID-19 deben usar tapabocas para evitar la transmisión.

Sin embargo, se desconoce el tamaño y las concentraciones de SARS-CoV-2 que se genera durante la tos.

Oberg y Brousseau demostraron que los tapabocas no contaban con el filtro adecuado contra la aspersión de 0.9, 2.0 y 3.1 μm de diámetro. Es poco probable que los tapabocas quirúrgicos filtren este virus de manera eficaz, si suponemos que el SARS-CoV-2 tiene un tamaño similar [al SARS-CoV].

Se encontró contaminación en el exterior de los tapabocas, explicaron los investigadores:

“Cabe destacar que encontramos una mayor contaminación en el exterior que en el interior del tapabocas. Las características aerodinámicas de los tapabocas pueden explicar este hallazgo. Una fuga de aire alrededor del borde del tapabocas podría contaminar la superficie exterior. La pequeña aspersión de SARS-CoV-2 que se genera durante la tos podría penetrar en los tapabocas.

En conclusión, tanto los tapabocas quirúrgicos como los de algodón no son eficaces para prevenir la diseminación del SARS-CoV-2 de la tos de las personas con COVID-19 al medio ambiente y a la superficie externa del tapabocas”.

Las críticas por parte de otros investigadores fueron enérgicas, desde cuestionar el manejo de los tapabocas antes del experimento, que podría haber causado la contaminación, hasta señalar que solo un pequeño número de personas estaban involucradas.

Paul W. Leu, profesor asociado de ingeniería industrial, ingeniería mecánica y ciencia en la Universidad de Pittsburgh, señaló en una carta al editor que la premisa de la investigación era incorrecta ya que los tapabocas no tienen la intención de “disminuir la trayectoria de las microgotas emitidas durante la tos”. En cambio, explicó lo siguiente:

“Las conclusiones de este estudio son erróneas y engañosas. La función del tapabocas es reducir la distancia que recorren las microgotas al respirar, hablar, cantar, estornudar o toser. Esta es la misma razón por la que las personas deben cubrirse la boca o la nariz con el antebrazo o el interior del codo al estornudar.”

Otro crítico, Ken Lim, de CyberMedia Convergence Consulting, escribió que el experimento debería haber determinado “cuántas gotas aparecieron en otra persona o superficie”, y no en los tapabocas. En junio, los autores se retractaron de este estudio.

Al reconocer que los lectores habían descubierto algunas fallas en su trabajo y que iban a corregirlo “con nuevos datos experimentales, pero los editores solicitaron su retracción”.

Preguntas adicionales sobre la efectividad de los tapabocas

La investigación que apareció en abril de 2020 en el sitio web medRxiv encontró lo siguiente:

“La evidencia no es tan sólida como para respaldar el uso general de los tapabocas como medida de protección contra el COVID-19. Sin embargo, existe suficiente evidencia para respaldar el uso de tapabocas por períodos cortos de tiempo en personas vulnerables y en situaciones de alto riesgo”.

Sin embargo, Ian Jones, profesor de virología en la Universidad de Reading, no estuvo de acuerdo con estos hallazgos, según la revista BMJ. “Si las microgotas se detienen al golpear el tejido de la tela del tapabocas en lugar del orificio, entonces quedarían atrapadas, lo que ayudaría a frenar la epidemia”, explicó, al afirmar que las máscaras no son una” cura “pero son beneficiosas para detener la propagación y aplanar la curva.

También según BMJ, Simon Clarke, profesor asociado de microbiología celular en la Universidad de Reading, vio otro problema con el uso generalizado de tapabocas. “El uso de tapabocas por parte del público quizás causaría escasez entre las personas que realmente necesitan equipo de protección, como trabajadores de atención médica en los hospitales”, explicó.

Según la Clínica Mayo, aunque los tapabocas son beneficiosos, el temor a la escasez desarrollo las recomendaciones de los CDC. La clínica escribió en su sitio web lo siguiente:

“Los CDC reconocieron esto cuando recomendaron tapabocas de tela para el público, en lugar de los tapabocas quirúrgicos y N95 que son necesarios para los proveedores de atención médica”.

Existía otra razón de la falta de opinión de los CDC cuando surgió la pandemia, escribió la Clínica Mayo.

“En ese momento, los expertos aún no sabían hasta qué punto se podía transmitir el virus antes de la aparición de los síntomas. Tampoco se sabía que algunas personas no desarrollan ningún síntoma. Ambos grupos pueden transmitir el virus a otros sin saberlo.

Estos descubrimientos provocaron que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) actualizaran sus recomendaciones. Los CDC actualizaron su guía para recomendar el uso general de tapabocas de tela para ayudar a prevenir la transmisión del virus en personas que tienen COVID-19 sin saberlo”.

Otro obstáculo para respaldar los tapabocas fue la preocupación de que pudieran proporcionar una falsa sensación de seguridad. Los expertos también temían que los tapabocas también provocaran un mayor contacto con la cara o contaminación si la persona coloca el tapabocas sobre una superficie sucia.

Cuando se trata de trabajadores de la salud, no deberían trabajar sin algún tipo de protección respiratoria, según los autores de un estudio de 2015 que actualizaron sus comentarios en abril de 2020:

“Ahora existen numerosos informes de trabajadores de salud que usan tapabocas de tela, o reutilizan sus tapabocas y respiradores desechables. Si los trabajadores de la salud eligen trabajar en estas circunstancias, es importante brindar orientación sobre el uso.

Se han realizado varios estudios de laboratorio que analizan la efectividad de los diferentes tipos de materiales de tela, capas individuales o múltiples y la importancia de los filtros.

Sin embargo, ninguno ha sido probado en un ensayo clínico para determinar su eficacia. Si los trabajadores de salud eligen trabajar con tapabocas de tela, sugerimos que tengan al menos dos y los reciclen, para que cada una pueda lavarse y secarse después del uso diario.

Es posible utilizar las cajas de desinfectante o desinfectante UV para limpiarlas durante los descansos. Estas son sugerencias pragmáticas, más que basadas en evidencia.

Para el COVID-19, los tapabocas no son suficiente para proteger a los trabajadores de salud; también es necesario usar guantes y gafas como mínimo, ya que el SARS-CoV-2 puede infectar a través de las vías respiratorias y el contacto con superficies contaminadas y autocontaminación”.

Los tapabocas pueden ser perjudiciales, según algunos expertos

La controversia de los tapabocas no solo gira en torno a su eficacia para prevenir infecciones sino también la posible escasez que podrían generar en los profesionales de la salud. Algunos expertos médicos dicen que los tapabocas pueden ser dañinos para las personas.

La experta en virus Judy Mikovits, quien apareció en documental “Plandemic”, ha sido muy abierta sobre los peligros de los tapabocas. Según el sitio web Weblyf.com, Mikovits ha publicado lo siguiente en redes sociales:

“Inhalar dióxido de carbono y restringir el flujo de oxígeno es muy malo para la salud. El cuerpo necesita grandes cantidades de oxígeno para una buena salud inmunológica. La oxigenación de las células y la sangre es ESENCIAL para que el cuerpo funcione de manera adecuada con el fin de combatir cualquier enfermedad. Los tapabocas obstaculizan el consumo de oxígeno.

No son necesarios, a menos que trabaje en un hospital. Si quiere estar sano, deje de fumar, cambie su alimentación, deje de consumir alcohol, apague el wifi y su teléfono celular, deje de inyectarse neurotoxinas, deje de consumir medicamentos tóxicos, deje de usar productos químicos, tome un poco de sol, beba mucha agua y duerma de manera adecuada”.

Mikovits no es la única que advierte sobre los peligros de los tapabocas. Según el sitio web News-Medical.Net, la Dra. Jenny Harries, subdirectora médica de Inglaterra, advirtió al público sobre el uso de tapabocas “ya que el virus puede quedar atrapado y desarrollar la infección al respirar”.

El Dr. Russell Blaylock, neurocirujano certificado por la junta y reconocido a nivel nacional, también considera que los tapabocas podrían causar daños graves:

“Ahora que hemos establecido que no existe evidencia científica que requiera el uso de un tapabocas para prevenir la infección, es posible que usar un tapabocas sea peligroso, en especial durante largos períodos de tiempo Varios estudios han encontrado problemas significativos con el uso de un tapabocas de este tipo.

Esto puede variar desde dolores de cabeza, hasta una mayor resistencia de las vías respiratorias, acumulación de dióxido de carbono, hipoxia, y complicaciones graves. Al usar un tapabocas, los virus exhalados no pueden ser expulsados y se concentran en las fosas nasales, ingresan en los nervios olfatorios y viajan al cerebro”.

Los tapabocas también representan un peligro para los trabajadores de la salud, escribió Blaylock, ya que causan “una menor oxigenación de la sangre (hipoxia) o mayores concentraciones de CO2 en la sangre (hipercapnia)”, así como dolores de cabeza. Las personas mayores también están en riesgo, advierte:

Por desgracia, a las personas mayores y a las personas con enfermedades pulmonares, como EPOC, enfisema o fibrosis pulmonar, no se les advierte sobre estos peligros cuando se les recomienda el uso de un tapabocas de cualquier tipo, lo que puede causar un empeoramiento de la función pulmonar.

Esto también incluye personas con cáncer de pulmón y personas que se han sometido a cirugía pulmonar, en especial con resección parcial o incluso extirpación de un pulmón completo”.

Las caretas de protección facial podrían ser más efectivas que los tapabocas

Las caretas de protección facial son cubiertas de plástico que se colocan sobre la cara y funcionan como viseras, pueden lucir como una medida extrema oparecer algo “tonto”, pero tienen más ventajas en comparación con los tapabocas de tela.

En primer lugar, a diferencia de los tapabocas de tela, las caretas de protección facial y no se degradan y pueden limpiarse con agua y jabón, desinfectantes o utilizarse varias veces ya que son de plástico.

En segundo lugar, las caretas de protección facial son más cómodas, sobre todo en los días calurosos, ya que no se colocan directamente sobre la boca y la nariz, por lo que ayudan a respirar mejor.

Por último, y más importante, las caretas lo protegen mejor que los tapabocas porque la boca y la nariz no son las únicas entradas de infección. Según el sitio web National Post, las caretas de protección facial también:

“… bloquean que el virus acceda a través de los ‘portales de entrada (boca, nariz y ojos) y reducen la posibilidad de autoinoculación’, lo que significa implantar el virus en nuestros propios cuerpos después de tocar una superficie contaminada debido a que las personas no se pueden tocarse el rostro cuando tienen puesta una careta…

Aunque el SARS-CoV-2 se transmite al respirar microgotas líquidas que contienen el virus, existe evidencia de que pueden ingresar al cuerpo a través de las membranas mucosas, incluyendo las membranas en la superficie del ojo y los párpados internos”.

Cuando se estudiaron las caretas de protección facial durante la influenza, descubrieron que protegieron a las personas de inhalar el 96 % de las microgotas con gripe producidas por la tos, a pesar de toser a casi medio metro de distancia, dijo el National Post.

Es claro que contribuyen con algunas de las protecciones del distanciamiento social y esa es la razón por la que vemos cada vez más a los profesionales de la salud utilizarlas.

Si va a utilizar tapabocas, siga estas recomendaciones de uso

Existe mucha información contradictoria sobre el uso de tapabocas durante la pandemia. Si decide usar un tapabocas, estos son algunos consejos de la OMS para su uso y eliminación de manera segura:

  • Antes de ponerse un tapabocas, es importante lavarse las manos con agua y jabón.
  • Cubra su boca y nariz con el tapabocas y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y el tapabocas.
  • Evite tocar el tapabocas mientras lo usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o agua con jabón.
  • Reemplace el tapabocas con uno nuevo tan pronto como esté húmedo y no reutilice los tapabocas de un solo uso.
  • Para quitarse el tapabocas: tómelo de los cordones (no toque la tela); deséchelo inmediatamente en un contenedor cerrado y lávese las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o agua con jabón.