Esta bebida popular podría ser casi tan dañina para su salud como la soda

Esto probablemente se debe a la genética y explica la razón por la cual la mayoría de mis parientes paternos tienen, o han muerto debido a la diabetes. Ese lado de la familia es probablemente muy sensible a la fructosa.

Así que les RECOMIENDO encarecidamente a todos revisar sus niveles de ácido úrico para saber que tan sensible es a la fructosa. (Voy a discutir esta estrategia aún más, en un momento.)

Como ustedes ya saben, dos tercios de la población estadounidense tiene problemas de sobrepeso, y la mayoría de estas personas probablemente tienen niveles de ácido úrico muy por encima de los 5.5. Algunos pueden incluso estar por los 10 o más.

El Dr. Johnson ha desarrollado un programa que ayuda a las personas a optimizar sus niveles de ácido úrico, y el paso clave en este programa es la eliminación total de la fructosa.

Resultados de la última prueba clínica

“Acabamos de terminar un ensayo clínico que fue realizado a personas adultas de la Ciudad de México con sobrepeso y obesas, a quienes le dimos una dieta baja en fructosa.” dijo el Dr. Johnson.

“Probamos dos diferentes dietas bajas en fructosa, pero primero, antes de entrar en eso, nosotros pensamos que los efectos de la fructosa son independientes a su consumo de energía. Por lo tanto el azúcar de mesa (sacarosa) – que contiene fructosa y glucosa – a pesar de que tiene un componente calórico, pensamos que los efectos de la fructosa, no están específicamente relacionados con las calorías, sino más bien a su mecanismo, en el cual el ácido úrico es una parte causante.

…Los niveles de ácido úrico demasiado elevados parecen aumentar realmente el riesgo de diabetes, presión arterial alta, enfermedad renal y obesidad. Y de hecho, cada vez existen más evidencias que muestran dicha relación.”

Una de las preguntas que el Dr. Johnson trato de responder en su último ensayo fue si era o no necesario reducir el TODA la fructosa de su alimentación, o simplemente reducir la fructosa principalmente de los azúcares añadidos como el jarabe de maíz de alta fructosa y el azúcar de mesa.

Después de comparar las dos dietas bajas en fructosa – una que era estrictamente baja en fructosa, y la otra baja en fructosa pero permitía frutas naturales – descubrieron que ambas dietas tuvieron efectos notables en la reducción del síndrome metabólico.

Ambas dietas mejoraron los triglicéridos, resistencia a la insulina y la presión arterial.

Una idea nueva – el uso del ácido úrico como un marcador de susceptibilidad al daño de la fructosa

Volviendo a la cuestión de la variabilidad genética, parece ser que algunas personas pueden ser capaces de procesar más eficientemente la fructosa, y la clave para valorar esta susceptibilidad al daño de la fructosa radica en evaluar sus niveles de ácido úrico.

El Dr. Johnson está de acuerdo en el uso de los niveles de ácido úrico como un marcador para identificar la susceptibilidad ya que podría ser un enfoque razonable.

Así, por ejemplo, si a usted le gustan mucho las frutas y suele comer grandes cantidades de fruta, pero tiene niveles de ácido úrico por encima de los 5 (o mejor aún, 4 si usted es un hombre, y 3.5 si es mujer), entonces es posible que desee considerar la reducción de su consumo de frutas hasta que pueda optimizar sus niveles de ácido úrico.

“Tenemos algunas pruebas de nuestro laboratorio que muestran que el ácido úrico en realidad regula la sensibilidad a la fructosa”, dice Johnson. “Así que entre más alto sea su ácido úrico, más sensible es a los efectos de la fructosa.

Así que estoy de acuerdo con usted. Si se mide el ácido úrico en suero y es significativamente alto, probablemente tendrá más problemas si toma jugo de frutas y grandes cantidades de fruta, en comparación con otras personas.

Eso parece ser el mensaje principal de nuestra investigación en curso. “

Revisando el consumo de frutas

Así que parece como si las frutas enteras, a pesar de que contienen fructosa, podrían no ser tan problemáticas como la fructosa de azúcares agregados. Se cree que una de las razones se debe a que las frutas enteras contienen altas cantidades de antioxidantes naturales, así como otros compuestos sinérgicos que pueden ayudar a contrarrestar los efectos perjudiciales de la fructosa.