El veneno que se encuentra en sus alimentos y que puede provocarle alzheimer

Por Dr. Mercola, Tome control de su salud, 13 de febrero de 2023.

HISTORIA EN BREVE

  • 1 de cada 3 adultos mayores en los Estados Unidos muere con la enfermedad de Alzheimer, y la enfermedad mata más que el cáncer de mama y próstata combinados
  • Cada vez más investigaciones sugieren que existe una poderosa conexión entre su alimentación y el riesgo de desarrollar alzhéimer, a través de las mismas vías responsables de causar la diabetes tipo 2
  • Investigaciones recientes demuestran que el azúcar y otros carbohidratos pueden alterar su función cerebral, incluso si usted no es diabético o no tiene signos de demencia
  • El consumo de azúcar a largo plazo contribuye con la reducción del hipocampo, que es uno de los síntomas característicos del alzhéimer
  • Los investigadores proponen que la reducción de los niveles de glucosa, incluso si se encuentran dentro del rango “normal”, podría tener una influencia positiva en la cognición de las personas de edad avanzada

La enfermedad de Alzheimer (una forma severa de demencia) afecta a más de 6 millones de estadounidenses, según estadísticas de 2022.1 1 de cada 9 adultos mayores de 65 años tiene alzhéimer; y la enfermedad mata más que el cáncer de mama y próstata combinados.

Cada vez más investigaciones sugieren que existe una poderosa conexión entre su alimentación y su riesgo de desarrollar alzhéimer, a través de las mismas vías responsables de causar la diabetes tipo 2.

El 73 % de las personas con alzhéimer tienen más de 75 años. Dos tercios de los estadounidenses con alzhéimer son mujeres.

Contrario a la creencia popular, su cerebro no necesita glucosa, de hecho, funciona mejor utilizando combustibles alternativos, especialmente las cetonas, que son producidas por el cuerpo en respuesta a la digestión de grasas saludables.

Según los expertos de la Escuela de Medicina de Emory, el alzhéimer y otros trastornos cerebrales están asociados con proteínas que regulan el metabolismo de la glucosa. Previamente, habían determinado que las anormalidades en el proceso por el cual el cerebro descompone la glucosa estaban asociadas con placas amiloides en el cerebro y la aparición de pérdida de memoria.

La enfermedad de Alzheimer fue denominada de forma provisional como “diabetes tipo 3” a principios del 2005, cuando los investigadores descubrieron que, además de su páncreas, su cerebro también produce insulina y que esta insulina producida por el cerebro es necesaria para la supervivencia de las células cerebrales.2

“Lo que descubrimos es que la insulina no solo se produce en el páncreas, sino también en el cerebro”, dijeron los investigadores en un comunicado de prensa en ese momento. “Y descubrimos que la insulina y sus factores de crecimiento, que son necesarios para la supervivencia de células cerebrales, contribuyen a la progresión de la enfermedad de Alzheimer”.

El azúcar daña la estructura y función cerebral

En su cerebro, la insulina ayuda con la absorción de glucosa por parte de las neuronas, así como con la regulación de neurotransmisores, tales como la acetilcolina, que son cruciales para la memoria y el aprendizaje. Esta es la razón por la cual la reducción del nivel de insulina en el cerebro perjudica la cognición.

Las investigaciones3 también demuestran que los diabéticos tipo 2 pierden más volumen cerebral a medida que envejecen, particularmente materia gris. Este tipo de atrofia cerebral es otro factor que contribuye con la demencia.

Los estudios han encontrado que las personas con niveles más bajos de insulina y de receptores de insulina en el cerebro por lo general padecen de alzhéimer. Pero de acuerdo con una investigación publicada en la revista Neurology,4 el azúcar y otros carbohidratos pueden alterar su función cerebral incluso si usted no es diabético o no tiene signos de demencia.

Para probar esta teoría, evaluaron marcadores de glucosa a corto y largo plazo en 141 adultos sanos de edad avanzada, sin diabetes ni demencia. Se aplicaron pruebas de memoria y se tomaron imágenes del cerebro para evaluar su función cerebral y estructura real del hipocampo. Como lo informó la revista Scientific American:5

“Los niveles más altos en las medidas de glucosa fueron relacionados con una peor memoria, así como con un hipocampo más pequeño y una estructura del hipocampo comprometida.

Los investigadores también encontraron que los cambios estructurales son parcialmente estimados por la relación estadística entre la glucosa y la memoria. De acuerdo con el coautor del estudio, Agnes Flöel, un neurólogo en Charité, los resultados ofrecen más evidencia de que la glucosa podría contribuir directamente con la atrofia del hipocampo.”

Los resultados sugieren que incluso si usted no es diabético o resistente a la insulina (cerca del 80 % de las personas en Estados Unidos están en esta categoría), el consumo de azúcar puede alterar su memoria.

A largo plazo, puede contribuir con la reducción del hipocampo, que es un síntoma característico del alzhéimer. (Su hipocampo está involucrado en la formación, organización y almacenamiento de recuerdos.)

Los autores del estudio sugieren que las “estrategias que tienen como fin disminuir los niveles de glucosa, incluso si se encuentran dentro del rango normal, podrían influir de forma benéfica en la cognición de la población de edad avanzada.”

Los niveles de azúcar “normales” podrían seguir siendo lo suficientemente altos como para causar problemas

Normalmente, el nivel de azúcar en ayunas entre 100-125 mg/dl es diagnosticado como estado prediabético.6Un nivel de azúcar en ayunas entre 90-100 es considerado como “normal”. Pero además de la investigación presentada, otros estudios también han encontrado que la atrofia cerebral ocurre incluso si se tiene este nivel de azúcar en la sangre considerado como “normal.”

El Dr. David Perlmutter, insiste en que limitar estrictamente su consumo de azúcar y carbohidratos no-vegetales es la medida más importante que puede tomar para prevenir el alzhéimer por esta misma razón.7

Él cita una investigación de la Mayo Clinic, que encontró que una alimentación rica en carbohidratos está relacionada con un aumento del 89 por ciento en el riesgo de demencia.8 Mientras que una alimentación rica en grasas saludables está relacionada con una reducción del 44 por ciento en el riesgo.9

La industria del azúcar amenaza a organizaciones y esconde ciencia sobre los efectos de salud

Investigaciones convincentes demuestran que su cerebro tiene una gran plasticidad, que se controla a través de su alimentación y estilo de vida. Desafortunadamente, el público estadounidense ha sufrido de un lavado de cerebro por parte de las industrias del azúcar y de los alimentos procesados, haciéndole creer que el azúcar es un “nutriente” perfectamente razonable que forma parte de una alimentación saludable.

Sin la información precisa, ciertamente es más difícil tomar decisiones que fomenten la salud. Recientemente, la revista Newsweek10 publicó un artículo que revelaba lo lejos que ha llegado la industria azucarera para defender sus ganancias en el mercado:

“De acuerdo con un nuevo reporte11 de Center for Science and Democracy…los grupos industriales que representan a las compañías que venden endulzantes, como Sugar Association y Corn Refiners Association… han invertido millones de dólares en contra de la ciencia que revela las consecuencias negativas de salud relacionadas con sus productos.

Por ejemplo, cuando un estudio de la Universidad del Sur de California, realizado en el 2013, encontró que el contenido de jarabe de maíz de alta fructosa en las sodas ‘varía significativamente” al contenido de azúcar presentado en las etiquetas de las sodas, Corn Refiners Association decidió pagar sus propias investigaciones.

Un consultor sugirió que la investigación debería ser publicada únicamente si los resultados servían para refutar el estudio de la USC: “Si por cualquier razón los resultados confirmaban los otros resultados (del estudio de la Universidad del Sur de California), simplemente podríamos quemar los datos’, escribió el consultor, según el reporte”.

De acuerdo con el reporte del Center for Science, la Sugar Association incluso amenazó al director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS había publicado un artículo sobre el azúcar, recomendando un límite del 10 por ciento de azúcares añadidos, afirmando que los azúcares añadidos “amenazan la calidad nutricional de la alimentación”.

La Sugar Association mandó una carta al director general, advirtiéndole que, si la OMS no retiraba ese estudio, Sugar Association persuadiría al Congreso estadounidense para que les quitaran la financiación federal. Al año siguiente, cuando la OMS publicó la estrategia de salud global sobre la alimentación y la salud, no mencionó nada sobre el estudio del azúcar.

Las amenazas de la industria del azúcar contribuyen con el crecimiento de la epidemia de enfermedades crónicas

De hecho, a pesar de toda la evidencia que demuestra que el azúcar y la fructosa procesada son las causas principales de la obesidad y la epidemia de enfermedades crónicas, las amenazas de la industria azucarera han tenido tanto éxito frustrando el impacto de esta evidencia que todavía no hay un consenso entre nuestras agencias reguladoras sobre los peligros “reales” del azúcar.

De acuerdo con información de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC),12 3 de cada 5 estadounidenses mayores de 2 años superan la recomendación de los CDC de consumir menos del 10 % del total de calorías en un día. En promedio, los hombres adultos en los EE. UU. consumen 19 cucharaditas de azúcares agregados al día; las mujeres adultas consumen 15 adicionales. Esto suma alrededor del 14,1 % del consumo de alimentos promedio de los estadounidenses.13

En el Reino Unido, un informe14 del Comité Asesor Científico sobre Nutrición (SACN, por sus siglas en inglés) recomienda limitar la ingesta de azúcares añadidos a solo un 5 % para evitar la obesidad y la diabetes tipo 2. Calculan que esto es el equivalente a 25 gramos de azúcar (5 a 6 cucharaditas) por día para las mujeres y 35 gramos (7 a 8 cucharaditas) para los hombres.

Esto coincide con mis recomendaciones para los individuos sanos, sin resistencia a la insulina, pero con una diferencia clave. Yo recomiendo restringir el consumo de azúcar/fructosa a 25 gramos de TODAS las fuentes, no únicamente de azúcares añadidos. Esto también incluye limitar su consumo de carbohidratos no-vegetales.

Algo bastante loco es que el Scientific Advisory Committee on Nutrition sigue recomendando que el 50 por ciento de su consumo diario de energía provenga de carbohidratos almidonados, algo que sin duda aumentará significativamente su riesgo de resistencia a la insulina.

Si usted padece de resistencia a la insulina/leptina, diabetes, sobrepeso, presión arterial alta, enfermedades cardíacas o cáncer, le recomiendo restringir su consumo de fructosa/azúcar a un máximo de 15 gramos al día de todas las fuentes, hasta que haya resuelto su resistencia a la insulina/leptina.

Recomendaciones alimentarias para mantener una función cerebral saludable y evitar la enfermedad de Alzheimer

Cada vez está más claro que el mismo proceso patológico que causa la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2 también podría darse en el cerebro. Cuando consume mucho azúcar y granos, su cerebro se ve abrumado por los altos niveles de glucosa e insulina que alteran la señalización de insulina, causando otras alteraciones en su pensamiento y habilidades de memoria, lo que con el tiempo causa daño cerebral permanente.

Además, cuando su hígado está ocupado procesando la fructosa (que es convertida en grasa en el hígado), dificulta bastante su capacidad para producir colesterol, un bloque de construcción esencial del cerebro que es crucial para un funcionamiento cerebral óptimo. De hecho, cada vez más evidencia respalda la noción de que reducir significativamente su consumo de fructosa es un paso importante para prevenir la enfermedad de Alzheimer.

Debido a que los tratamientos son muy limitados y no hay cura disponible hasta el momento, sólo le queda una solución sólida, y es prevenir la aparición del alzhéimer en primer lugar. Como lo explicó el Dr. David Perlmutter, el alzhéimer es una enfermedad que es en gran parte determinada por el estilo de vida, mientras que los dos culpables principales son el exceso de azúcar y el consumo de gluten.

Otro de los factores principales es el desarrollo y consumo excesivo de granos transgénicos (GM), que actualmente se encuentran en la mayoría de los alimentos procesados vendidos en los Estados Unidos. La belleza de seguir mi plan nutricional optimizado es que ayuda a prevenir y tratar prácticamente TODAS las enfermedades crónico-degenerativas, incluyendo el alzhéimer. El libro del Dr. Perlmutter, titulado Grain Brain, también ofrece poderosos argumentos para eliminar los granos de su alimentación, en particular si usted quiere proteger la salud de su cerebro. En términos de alimentación, las siguientes sugerencias podrían ser de las más importantes con respecto a la prevención del alzhéimer:

  • Evite el azúcar y fructosa refinada. Lo ideal es que mantenga su consumo total de azúcar y fructosa por debajo de los 25 gramos al día o hasta 15 gramos al día si padece de resistencia a la insulina o trastornos relacionados. En un estudio reciente con animales, una alimentación a base de comida chatarra y rica en azúcar causó la alteración en la memoria en tan sólo una semana.15 El reconocimiento de lugares, específicamente, se vio afectado adversamente. Como regla general, debe mantener sus niveles de insulina en ayunas por debajo de 3, lo cual está directamente relacionado con la fructosa, ya que claramente es una de las causas principales de la resistencia a la insulina. Sin embargo, otros azúcares (la sacarosa es 50 % fructosa), granos y la falta de ejercicio también son factores importantes. Reducir la insulina también ayudará a reducir los niveles de leptina que es otro factor del alzhéimer.
  • Evite el gluten y la caseína (principalmente el trigo y los productos lácteos pasteurizados, pero no la grasa de los productos lácteos, como la mantequilla). Las investigaciones demuestran que su barrera hematoencefálica, la barrera que elimina las cosas que no pertenecen al cerebro, se ve afectada de forma negativa por el gluten. El gluten también hace a su intestino más permeable, lo que permite que las proteínas entren en su torrente sanguíneo, lugar al que no pertenecen. Eso sensibiliza su sistema inmunológico y promueve la inflamación y la autoinmunidad, ambos desempeñan un papel muy importante en el desarrollo del alzhéimer.
  • Lleve una alimentación rica en folato, como la descrita en mi plan nutricional. Los vegetales, sin lugar a duda, son la mejor fuente de folato y debe comer todos los vegetales crudos y frescos. Evite los suplementos de ácido fólico, los cuales son una versión sintética de folato.
  • Aumente el consumo de grasas saludables, incluyendo las grasas omega-3 de origen animal. Las fuentes de grasas benéficas que promueven la salud y que son necesarias para el funcionamiento óptimo de su cerebro incluyen: mantequilla orgánica, ghee, aceitunas, aceite de oliva virgen y aceite de coco, nueces como los pecanas y macadamia, huevos orgánicos, salmón de Alaska y aguacate. Contrario a la creencia popular, el combustible ideal para su cerebro no es la glucosa sino las cetonas. Las cetonas son lo que su cuerpo produce cuando convierte la grasa (no la glucosa) en energía. Los triglicéridos de cadena media (MCT) que se encuentran en el aceite de coco son una excelente fuente de cuerpo cetónicos, ya que el aceite de coco está compuesto por un 66 por ciento de MCT. También debe asegurarse de obtener cantidades suficientes de grasas omega-3 de origen animal, como el aceite de kril. (Yo recomiendo evitar el pescado porque en la actualidad la mayoría del pescado está severamente contaminado con mercurio.) El alto consumo de grasas omega-3 como EPA y DHA ayuda a prevenir el daño celular causado por el alzhéimer, por lo tanto disminuye su progresión, así como su riesgo de desarrollar el trastorno.
  • Optimice su flora intestinal comiendo regularmente alimentos fermentados o tomando un suplemento de probióticos de alta calidad y de alta potencia.
  • Consuma moras azules. Las moras azules son ricas en antocianina y contenido antioxidante, al igual que son conocidas por proteger contra el alzhéimer y otras enfermedades neurológicas.

Otros consejos alimentarios

Otro consejo útil es reducir el consumo de calorías en general, así como practicar el ayuno intermitente. Como lo mencioné anteriormente, las cetonas se movilizan cuando remplaza los carbohidratos con aceite de coco y otras fuentes de grasas saludables. Un día de ayuno puede ayudar a su cuerpo a “reiniciarse” y comenzar a quemar grasa en lugar de azúcar.

Como parte de un estilo de vida saludable, yo prefiero el ayuno intermitente en el que se limita la comida durante un periodo de tiempo al día. Al limitar el consumo de alimentos a un periodo entre 6 y 8 horas, puede ayunar efectivamente entre 16 y 18 horas al día.

También tenga cuidado con los niveles de colesterol. Reducir el colesterol NO es lo mejor. Todo lo contrario. De acuerdo con el Dr. Perlmutter, las investigaciones demuestran que los individuos de edad avanzada con los niveles más bajos de colesterol tienen el riesgo más alto de alzhéimer.16 También tienen un riesgo más alto de muerte. Como él dice, la guerra contra el colesterol es fundamentalmente inapropiada y dañina.

Finalmente, existe una corta lista de suplementos que valen la pena mencionar por sus beneficios específicos en la prevención y tratamiento de la demencia. Aunque las estrategias fundamentales deberían involucrar un enfoque en el estilo de vida, tome nota de los siguientes suplementos. Estos cuatro suplementos naturales están respaldados por la ciencia, en términos de prevenir cambios cognitivos relacionados con la edad:

  1. Ginkgo biloba: muchos estudios científicos han encontrado que el ginkgo biloba tiene efectos positivos para la demencia. Un estudio realizado en 1997 por la revista JAMA, demostró evidencia de que el ginkgo mejora el desempeño cognitivo y la función social en las personas que padecen demencia. Otro estudio realizado en el 2006 encontró que el ginkgo es tan efectivo como el Aricept (donepzil), un medicamento para tratar la demencia de leve a moderada por alzhéimer. Un metaanálisis realizado en el 2010 también encontró que el ginkgo bullaba es efectivo para tratar una amplia variedad de tipos de demencia.
  2. Ácido alfa-linolénico (ALA): el ALA ha demostrado ayudar a estabilizar las funciones cognitivas entre los pacientes con alzhéimer y podría disminuir la progresión de esta enfermedad.
  3. Vitamina B12: un pequeño estudio finlandés publicado en la revista Neurology10 encontró que las personas que consumen alimentos ricos en vitamina B12 podrían reducir su riesgo de alzhéimer es sus últimos años. Por cada aumento de unidad en el marcador de vitamina B12, el riesgo de alzhéimer se redujo un dos por ciento. Recuerde que la metilcobalamina sublingual podría ser la mejor opción aquí.

Estrategias de estilo de vida que pueden ayudar a prevenir el alzhéimer

Estilos de vida como la exposición regular al sol y el ejercicio, junto con evitar toxinas, también son factores importantes cuando se trata de mantener una salud cerebral óptima. Aquí algunas de mis sugerencias sobre el estilo de vida:

  • Optimice sus niveles de vitamina D por medio de la exposición al sol. Existen fuertes vínculos entre los niveles bajos de vitamina D en pacientes con alzhéimer y los malos resultados en las pruebas cognitivas.18 Los investigadores creen que los niveles óptimos de vitamina D podrían mejorar la cantidad de sustancias químicas importantes en su cerebro y proteger a las células cerebrales, aumentando la efectividad de las células gliales al tratar las neuronas dañadas para que vuelvan a estar sanas. La vitamina D también podría tener algunos efectos benéficos en el alzhéimer gracias a sus propiedades antinflamatorias y que aumentan la inmunidad. Tener los niveles adecuados de vitamina D es sumamente importante para el funcionamiento apropiado del sistema inmunológico y así combatir la inflamación que está relacionada con el alzhéimer.
  • Haga ejercicio regularmente. Se ha sugerido que el ejercicio puede causar un cambio en la forma en la que se metaboliza la proteína amiloide,19 por lo tanto, reduce la aparición y progresión del alzhéimer. El ejercicio también aumenta los niveles de la proteína PGC-1 alfa. Las investigaciones también han demostrado que las personas con alzhéimer tienen menos PGC-1 alfa en sus cerebros20 y las células que contienen más de la proteína producen menos proteína amiloide tóxica relacionada con el alzhéimer. Yo recomendaría revisar la Técnica Peak Fitness para mis recomendaciones específicas.
  • Evite o elimine el mercurio de su cuerpo. Las amalgamas dentales, cuya composición es 50 % mercurio, son una de las principales fuentes de toxicidad por metales pesados. Sin embargo, debería estar sano antes de practicarse una extracción. Una vez que haya implementado los cambios alimentarios descritos en mi plan nutricional, puede seguir el protocolo de desintoxicación de mercurio y después encontrar un dentista biológico que le extraiga sus amalgamas.
  • Evite el aluminio, como el contenido en los antitranspirantes, utensilios antiadherentes, coadyuvantes de vacunas, etc.
  • Evite las vacunas para la gripe, ya que la mayoría contienen mercurio y aluminio, neurotóxicos y agentes inmunotóxicos.
  • Evite los anticolinérgicos y los medicamentos de estatinas. Los medicamentos que bloquean la acetilcolina, que es un neurotransmisor del sistema nervioso, ha demostrado aumentar el riesgo de demencia. Estos medicamentos incluyen a ciertos analgésicos para el dolor nocturno, antihistaminas, pastillas para dormir, ciertos antidepresivos, medicamentos para controlar la incontinencia y ciertos analgésicos narcóticos. Los medicamentos de estatinas son particularmente problemáticos porque suprimen la síntesis de colesterol, agotan la coenzima Q10 y neurotransmisores en su cerebro, y previenen la entrega adecuada de ácidos grasos esenciales y antioxidantes solubles en grasa a su cerebro, inhibiendo así la producción de biomoléculas indispensables conocidas como lipoproteínas de baja densidad.
  • Desafíe a su mente todos los días. La estimulación mental, especialmente aprender algo nuevo, como aprender a tocar un instrumento o un nuevo idioma, está relacionada con una disminución del riesgo de alzhéimer. Los investigadores sospechan que el desafío mental ayuda a fortalecer el cerebro, haciéndolo menos susceptible a lesiones relacionadas con el Alzheimer.

Fuentes y Referencias

Foto de Faran Raufi en Unsplash