El Rancho de Carbono: La Lucha contra El Cambio Climático; Un Acre a La Vez

Con un rancho de carbono, hay cuatro importantes medidas de su LCA:

• El uso de la energía acumulada

• La huella ecológica

•Las emisiones de gases de efecto invernadero

•Las emisiones productoras de eutrofización

Las tres primeras medidas son relativamente sencillas y hay muchas metodologías crebles que existen para calcular el consumo de energía, la huella ecológica y las emisiones, aunque la mayoría está diseñada para contextos urbanos o la agricultura industrial.

Sin embargo, la cuarta medida, las emisiones productoras de eutrofización, ha sido una fuente de considerable controversia en los últimos años. Se refiere a la cantidad de metano producida por el sistema digestivo del ganado y liberado por eructos durante su tiempo en el rancho, granja o corral de engorde – un proceso que tiene una connotación negativa en la mente del público. Dado, de hecho, que la investigación indica que la cantidad de metano producida por los rumiantes puede ser considerable. Por ejemplo, un informe de las Naciones Unidas publicado en 2006 titulado “Livestock’s Long Shadow” estableció “que el ganado es responsable del 18 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, un porcentaje mayor que el del transporte”. [16]

Esta cantidad, sin embargo, se debe a la producción de los fertilizantes químicos, la deforestación para pastizales, el cultivo de forrajes (maíz), el transporte de alimentos, los animales (fermentación y emisiones de metano y óxido nitroso) y el transporte de productos de origen animal. En otras palabras, el informe combina un proceso biológico natural – las emisiones productoras de eutrofizantes- con las actividades que son parte de la producción industrial, intensivas en combustibles fósiles, especialmente las asociadas con los corrales de engorde, y marca con un estigma a todo el sistema. Como resultado, el informe creó una impresión en el público en general que fue promovida vigorosamente por algunas organizaciones – que la respuesta a la crisis climática era comer menos carne roja.

En cambio, una respuesta es comer más carne – de un rancho de carbono.

Al considerar la cuestión del metano en lo que se refiere al cambio climático, hay un número de puntos para considerar:

-Como he mencionado, los efectos calentadores del metano y el óxido nitroso están siendo compensados por los aerosoles que reflejan el calor a la atmósfera.

-La mayor fuente de metano en todo el mundo son los humedales (22%), seguidos por el carbón, el petróleo y el gas natural (19%), la ganadería (16%) y el cultivo del arroz (12%), mientras la quema, vertederos, aguas residuales, estiércol, las termitas y la liberación de los océanos constituye el 31% restante.

-El metano también es producido por las selvas tropicales, ballenas, termitas, bisontes, renos, camellos, jirafas, y muchos otros animales, y ha ido subiendo a la atmósfera durante millones de años.

-El metano que realmente debería preocuparnos es el tipo que se encuentra en las camas heladas de hidratos de metano situadas por debajo de las capas de permafrost y en el fondo del mar poco profundo, que cuando se derrita, soltará cantidades muy importantes del potente gas de efecto invernadero hacia la atmósfera.

-De acuerdo con la Asociación de Suelos del Reino Unido: “Los campos no aptos para arado que no están pastoreados emiten tanto metano como cuando se descomponen durante el invierno como si fuera consumido por rumiantes…” [17]

-La gran mayoría del metano producida por el sector agrícola proviene de un sistema empapado por los combustibles fósiles.

El autor Michael Pollan expresa el último punto de esta manera: “Hemos transformado un sistema que en 1940 produjo 2,3 calorías de energía en alimentos por cada caloría de energía de combustibles fósiles que utilizaba, en uno que ahora toma 10 calorías de energía de combustibles fósiles para producir una sola caloría de alimentos en los supermercados modernos. Dicho de otra manera, cuando comemos en el sistema alimenticio industrial, estamos comiendo petróleo y vomitando gases de efecto invernadero”. [18]

La respuesta, dice Pollan, es “resolarizar” la economía estadounidense – lo que significa el destete de los estadounidenses de su dieta del siglo 20 pesada en combustibles fósiles, y volver a ponerlos en una dieta del sol contemporáneo. “Si alguna parte de la economía moderna puede ser liberada de su dependencia del petróleo y ser “resolarizada”, escribe Pollan, “seguramente es la comida”.