El Rancho de Carbono: La Lucha contra El Cambio Climático; Un Acre a La Vez

En fecha tan reciente como hace cinco años, las propuestas del límite de CO2 en la atmósfera se centraron en permanecer por debajo del doble del nivel preindustrial de 280 ppm. Por ejemplo, en un artículo publicado en Science en 2004, dos científicos de la Universidad de Princeton abogaron por la estabilización de CO2 a 500 ppm, lo cual requeriría que las emisiones de gases de efecto invernadero se mantengan cerca del nivel presente (entonces) de siete billones de toneladas de carbono por año (GtC / año) para los próximos cincuenta años. [4] Para el año 2007, en respuesta a una nueva investigación, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) bajó el objetivo de CO2 a 450 ppm, y a la vez pedía una aceleración sustancial en el plan para la reducción de emisiones. Este nuevo objetivo fue ampliamente aceptado entre el público no-científico, que lo veía como una política “realista,” y un objetivo que también mantendría el calentamiento global en general dentro de los límites aceptables de preocupación. [5]

Luego, en el otoño de 2008, el Dr. Hansen co-escribió un documento que establece un nuevo objetivo de CO2: 350 ppm. La razón de una meta más baja fue doble: (1) Hansen et al argumentaron que los lentos procesos de retroalimentación planetaria, como la desintegración de la capa de hielo polar, y las emisiones de gas metano, no se incluyeron en los modelos anteriores del calentamiento global y podrían influir mucho más rápido que lo que nadie había previsto. Esto significa que, en primer lugar, hay más calentamiento ya en “camino” de lo que se calculaba, y en segundo lugar, su análisis de los registros paleoclimáticos indica que si se mantiene una cantidad de CO2 del orden de 450 ppm, impulsaría a la Tierra hacia un estado libre de hielo – un punto crítico que debe evitarse.

En resumen, escribieron: “La evidencia paleoclimática y los cambios globales en curso implican que los niveles de CO2de hoy ya son demasiado altos para mantener el clima al cual se han adaptado la humanidad, la vida silvestre y el resto de la biosfera.” (énfasis añadido) [6]

Desde 2008, muchos activistas por el clima, los investigadores y los políticos responsables de todo el mundo han adoptado el objetivo de 350 ppm. Por ejemplo, el periodista Bill McKibben, quien dio la primera alarma popular sobre el calentamiento global en 1989 con su libro El fin de la Naturaleza, ha fundado 350.org, una organización no lucrativa cuya misión es reducir el CO2 atmosférico para inspirar “al mundo a enfrentar el reto de la crisis del cambio climático [y] crear un nuevo sentido de urgencia y de posibilidades de nuestro planeta.”[7]

Si aceptamos el argumento que Hansen, McKibben y muchos otros hacen para una meta de CO2 atmosférico de 350 ppm – y yo lo acepto – entonces, ¿cómo podemos alcanzarlo?

El historiador y novelista Wallace Stegner, dijo una vez que todos los libros deben tratar de responder a “una pregunta angustiosa”. [8] Esto también es cierto para las ideas, los movimientos y las respuestas de emergencia. En el caso del cambio climático, la angustiosa pregunta es la siguiente:

¿Qué podemos hacer ahora para ayudar a reducir el CO2 atmosférico desde su nivel actual de 390 ppm hasta 350 ppm?

En un editorial publicado en julio de 2009, el Dr. Hansen propone una respuesta: “Cortar la mayor fuente de estas emisiones – el carbono – y permitir que el CO2 caiga hasta 350 ppm, por medio de prácticas agrícolas y forestales que aumenten la captura de carbono en los árboles y el suelo.”[9] En un artículo de 2008, Hansen et al dicen específicamente que una reducción de 50 ppm a través de la silvicultura y las prácticas agrícolas es bastante plausible.

Estas palabras deberían ser consideradas “Instrucciones Operativas” para el siglo 21. Personalmente, no estoy seguro de qué hacer con la parte del carbón mineral de su ecuación, que requiere una acción gubernamental, pero tengo una idea acerca de cómo aumentar el almacenamiento de carbono en los suelos.

Yo lo llamo El Rancho de Carbono.

Todo lo que sube tiene que bajar

“El carbono es el componente básico para la vida. Es sólo un contaminante cuando está en exceso en la atmósfera o disuelto en el agua. Durante miles de años ha evolucionado un muy eficaz ciclo de carbono, para capturar, almacenar, transferir, liberar y recapturar la energía bioquímica en la forma de compuestos de carbono. La salud del suelo – y por lo tanto la vitalidad de las plantas, los animales y las personas – dependen del funcionamiento efectivo de este ciclo.”- Dra. Christine Jones, especialista en suelos