El maíz transgénico: principio precautorio (I)

Seguramente, debido al incremento en la superficie de siembra de los transgénicos mostrada en la década de los noventa, la sociedad se movilizó y ratificó a principios del año 2000 el protocolo de Cartagena. Este protocolo, basado en el principio precautorio, emergióm resultado de negociaciones internacionales para regular el movimiento transfronterizo y uso de los Organismos Vivos Modificados e insta a las partes a “tomar en cuenta riesgos a la salud humana”.

La “esencia” del principio precautorio en el Protocolo de Cartagena está contenida en la evaluación del riesgo. La formulación predominante en este protocolo dice: “El hecho de que no se tenga certeza científica por falta de información y conocimientos pertinentes suficientes sobre la magnitud de los posibles efectos adversos de un organismo vivo modificado en la conservación y utilización sustentable de la diversidad biológica… teniendo también en cuenta los riesgos para la salud humana, no impedirá a esa Parte, a fin de evitar o reducir al mínimo esos posibles efectos adversos, adoptar una decisión, según proceda, en relación con la importación de ese organismo vivo modificado destinado para uso directo como alimento humano o animal o para procesamiento.”

No obstante todos estos intentos de aplicar sentido común al uso de los transgénicos, la ambición y la búsqueda del poder que da el control alimentario mundial, desencadenó un despliegue impresionante que llegó en 2009 a una superficie de siembra de 134 millones de hectáreas con cultivos transgénicos, la mayor parte de ésta en países como Estados Unidos, Brasil, Argentina y Canadá.

Uno de los cultivos transgénicos más sembrados en el mundo entero es el maíz, nuestro maíz, porque no debemos olvidar que somos como país, el centro de origen y diversificación de este importante cultivo que hoy es cosmopolita, y que no necesitó genes “extraños” para adaptarse a prácticamente todas las regiones del globo terrestre. Hasta ahora, las multinacionales no han podido conseguir el permiso para la siembra del maíz transgénico.

Gracias a la participación de organizaciones civiles y de un buen número de celebridades, el Juzgado Federal Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil del Distrito Federal, recientemente, emitió una medida precautoria en la que ordena la suspensión de permisos a las corporaciones multinacionales como Monsanto y Pionner, para la siembra experimental, liberación y comercialización de maíz transgénico en México.