El cultivo de arroz en México está en riesgo de extinción: IACN

Tardan de 90 a 120 días en pagar. No podemos esperar tanto

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y el gobierno federal tienen que entender que hay zonas del país, como los municipios nayaritas de Santiago Ixcuintla, Ruiz o Rosamorada, donde por la lluvia en el ciclo primavera-verano no hay más alternativa que sembrar arroz en 5 mil hectáreas. En otoño-invierno la gente siembra frijol, tabaco, hortalizas o trabaja con Monsanto, que renta tierras a 10 mil o 13 mil pesos hectárea por ciclo para producir semillas genéticamente modificadas, pero en primavera-verano si quiere trabajar en el campo tiene que hacerlo en el arroz o no hay.

En otoño-invierno sembraron 2 mil hectáreas, porque por las condiciones de precio no es rentable el cultivo, pero el próximo ciclo puede aumentar, porque cayó el precio del maíz, que en 2012 era de 4 mil 500 pesos por tonelada en campo –los buenos productores obtienen de 10 a 12 toneladas por hectárea–, y este año está a 3 mil 500 o 3 mil 400. A ese precio no es redituable, porque se invierten de 20 a 25 mil pesos por hectárea, señaló.

La inversión en el arroz es aquí de 18 mil a 19 mil pesos por hectárea, con un rendimiento primavera-verano de cinco a 5.5 toneladas y en otoño-invierno de siete, aunque hay productores con una media de 10 a 11 toneladas.

Señaló que en muchas ocasiones antes de sembrar se estipulan ciertas condiciones de compra con los industriales, pero al final la entrada de productos del extranjero a muy bajo costo, en plena cosecha, ocasiona que las propias industrias no se puedan sostener en lo dicho o mantener el precio pactado, y tardan 90 o 120 días en pagar. Acá se siembran dos ciclos por año, no podemos esperar tanto tiempo.

Respecto del crédito, destacó que la IACN, que cuenta con un centro de acopio, descuenta créditos con Fira, con el banco del Bajío o el banco Ve por Más. Con ellos tienen la posibilidad de no pagar el crédito en el momento de la cosecha, sino hasta la comercialización, así como disponer de un segundo crédito cuando se requiere dinero fresco para volver a sembrar.

Integradora de Arroceros tienen una alianza comercial estratégica con una de las empresas más fuertes del país: Corporación Alimentaria del Campo, con la que comercializa arroz, y que también colabora con financiamiento o comprándoles el cereal de manera oportuna, y que es filial de Industrializadora de Productos Agrícolas de la cuenca del Papaloapan (Ipacpa); ellos envasan arroz para las tiendas con la marca propia de éstas, usan la marca SOS, La Merced y Verde Valle, entre otras.

Lear apuntó que las autoridades dicen que no todo lo resuelve el precio, es cierto, pero cuando uno hace lo que está de su parte, produce bien, conjunta esfuerzos y después de que hacemos todo ese trabajo las cosechas no valen, llega arroz de Vietnam, de Pakistán o de India ¿qué hacemos?”.

“Los productores de arroz de Nayarit no nos consideramos reactivos ni grillos, sino personas que hacen su trabajo, pero no nos están dejando otra opción que hacer manifestaciones para ser escuchados. El campo está desprotegido, si sigue así puede que se venga otra revolución”, concluyó Azcona.