El costo de la degradación ambiental es de 6.6% del PIB, pero puede remontarse

Por Matilde Pérez U., La Jornada, 30 de junio de 2015

Firman FAO y la Sagarpa carta de intención para fortalecer la agricultura familiar

El desafío implica integrar a productores con menos de cinco hectáreas a los avances tecnológicos

En México el costo de la degradación de suelos, agua y biodiversidad, según datos a 2012, es de 6.6 por ciento del PIB, equivalente a prácticamente el doble de la aportación de las actividades primarias a la riqueza nacional; sin embargo, se tiene la capacidad para afrontar el reto de incrementar la producción de alimentos si hay un cambio de estrategias y paradigmas, aseveró Fernando Soto Baquero, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el país.

En el foro Hacia democratizar la productividad rural sostenible, destacó que el desafío no sólo es tecnológico, sino que implica también el mejoramiento de transporte y almacenamiento, así como integrar a los productores que tienen menos de cinco hectáreas a los avances tecnológicos, la ciencia y la innovación, ya que 65 por ciento del territorio nacional tiene algún grado de degradación, y de dicho total 12 por ciento está en extrema degradación.

“El reto implica la participación de todos los que producen alimentos, su responsabilidad es aumentar la productividad cuidando los recursos naturales, el de las autoridades, asegurar la inclusión de todos.

México es el tercer productor de alimentos en Latinoamérica y el número 12 en el mundo; produce siete de cada 10 kilos de granos y oleaginosas y ha logrado reducir en 52 por ciento sus importaciones de alimentos”, abundó.

Destacó que parte de esa aportación proviene de la agricultura familiar, la cual produce 40 por ciento de los alimentos y es generadora de 57 por ciento de los empleos.

“Siete de cada 10 productores de maíz son pequeños agricultores y seis de cada 10 son de frijol. Hay que valorar esa biodiversidad y terminar con los estereotipos de agricultura de subsistencia y comercial, pues esconde el verdadero potencial de la agricultura familiar, la cual debe dejar su papel de extra para ocupar el del protagonista”.

El titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Enrique Martínez y Martínez, aseveró que la lucha es por terminar con la dicotomía de tener 25 millones de personas en pobreza alimentaria y estar en la disputa con Estados Unidos para ocupar el primer lugar en obesidad.

Para aumentar la producción de alimentos la Sagarpa abandonó el asistencialismo por los incentivos a la productividad y a la asociación productiva, y lleva a cabo un “relanzamiento” de la colaboración con la FAO para estimular la productividad de los pequeños agricultores.

“Hay avances, pero aún falta trabajo para lograr contrarrestar la pobreza en el ámbito rural, donde hay productores de primer mundo y agricultores de autoconsumo”, acotó.

El titular de Sagarpa y el representante de la FAO en México firmaron una carta de Intención para fortalecer líneas de trabajo enfocadas a potenciar programas que fortalezcan la agricultura familiar y a las pequeñas unidades productivas, que representan 67 por ciento del total que hay en el país.