Eficacia de los tapabocas frente al COVID-19

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 16 de julio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Los expertos han discutido la efectividad del uso de tapabocas para reducir el riesgo de infección mucho antes de la llegada del COVID-19, incluyendo los tapabocas que se usan durante las cirugías
  • Los datos demuestran que es posible que los tapabocas no reduzcan el riesgo de contraer el resfriado común, mientras que los tapabocas de tela aumentan el riesgo de que los proveedores de atención médica contraigan enfermedades similares a la gripe
  • La efectividad de los tapabocas de tela disminuyó hasta un 20 % después de cuatro ciclos de lavado y secado. El uso de tapabocas aumenta el potencial de dolores de cabeza y disminuye el nivel de oxígeno de los cirujanos
  • La OMS recomienda diferentes estrategias para reducir el potencial de infección, incluyendo lavarse las manos de manera adecuada antes y después de quitarse el tapabocas y reemplazarlo en cuanto se humedezca

La pandemia de COVID-19 ha planteado preguntas sobre la eficacia del uso de tapabocas para reducir la transmisión de enfermedades infecciosas. Las agencias de salud no siempre están de acuerdo sobre quién debe usar los tapabocas o no. La Organización Mundial de la Salud declaró lo siguiente:

“Los proveedores de atención médica, las personas que cuidan a personas con síntomas de COVID-19, personas mayores de 60 años, personas con enfermedades preexistentes y personas que tienen síntomas sospechosos de COVID -19, deben usar tapabocas, ya que tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves”.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades establecen que los tapabocas quirúrgicos deben reservarse para los proveedores de atención médica, mientras que las personas deben usar tapabocas de tela en lugares con grandes aglomeraciones:

“Cúbrase la boca y la nariz con un tapabocas de tela al permanecer cerca de otras personas. NO use tapabocas destinados para los proveedores de atención médica. Actualmente, los tapabocas quirúrgicos y los respiradores N95 son suministros importantes que deben reservarse para los proveedores de atención médica y otros equipos de emergencia”.

Los CDC también establecen que un tapabocas de tela no evitará que el usuario se enferme, pero puede evitar que el virus se propague. Muchos líderes médicos y políticos también apoyan el uso de tapabocas en público, como el Dr. Anthony Fauci del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y el antiguo director de los CDC, el Dr. Richard Besser.

A nivel mundial, los países que han adoptado el uso de tapabocas han publicado menores cifras de transmisión de COVID-19. Aún se desconoce si esto significa que los tapabocas están reduciendo la transmisión o alentando a las personas a respetar el distanciamiento social.

Evidencia del uso de tapabocas

Los expertos debatían la efectividad del uso de tapabocas para reducir el riesgo de infección mucho antes de la llegada del COVID-19. Los tapabocas quirúrgicos se crearon hace casi un siglo con el fin de proteger a las personas durante las cirugías. Sin embargo, los investigadores continúan cuestionando si esto es necesario.

En un estudio publicado en 2016, los científicos no encontraron diferencias en las tasas de infección de las personas que se sometieron a una cirugía “limpia”, ya sea que el equipo quirúrgico tuviera tapabocas o no. La cirugía limpia se definió como una cirugía en la que los pulmones, el intestino, los genitales y la vejiga no estaban involucrados.

Los investigadores también han cuestionado si usar tapabocas durante la temporada de frío puede reducir el número de enfermedades entre los proveedores de atención médica. Los investigadores recolectaron información durante 77 días durante la temporada de frío y según sus informes, determinaron la existencia del resfriado y si las personas experimentaron síntomas.

El grupo de intervención usó tapabocas en el trabajo, mientras que el grupo de control no. Durante el período del estudio, una persona en el grupo de intervención y una en el grupo de control contrajeron un resfriado. Aunque el estudio fue pequeño, los investigadores consideraron que no había suficiente evidencia para demostrar los beneficios de prevenir los síntomas del resfriado entre los proveedores de atención médica.

Las investigaciones sobre la efectividad de los tapabocas continuaron con un estudio publicado en BMJ. Desde que se publicaron los resultados en 2015, los investigadores han respondido a la información en función de la pandemia del COVID-19. El estudio buscaba comparar la efectividad de los tapabocas de tela con la de los tapabocas quirúrgicos en los proveedores de atención médica.

Evaluaron 14 hospitales de nivel secundario y terciario en Hanoi, Vietnam, y contaron con la participación de 1 607 personas que trabajaban en unidades de alto riesgo. Su resultado fue la demostración clínica de enfermedad respiratoria, que es una enfermedad similar a la gripe o infección respiratoria confirmada por laboratorio.

Los investigadores encontraron que las personas que usaban tapabocas de tela tenían una tasa mucho más alta de enfermedades similares a la gripe y todas las infecciones medidas en comparación con las personas que usaban tapabocas quirúrgicos. Citaron la retención de humedad, la reutilización y la falta de filtración como posibles razones del aumento de las tasas de infección.

Escribieron lo siguiente: “los proveedores de atención médica no deberían utilizar tapabocas de tela, en especial en situaciones de alto riesgo, por lo que es importante actualizar las directrices”.Publicidad


Cualidades de los tapabocas de tela

En los comentarios publicados en marzo de 2020, los investigadores señalaron la escasez de equipos de protección personal y declararon que, aunque las personas que usan tapabocas de tela tienen una mayor tasa de infección, pueden ser mejores que nada. Continuaron diciendo que la investigación no justifica a los proveedores de atención médica de trabajar sin protección.

Justo antes de que la pandemia llegara a los Estados Unidos, un equipo evaluó la efectividad de los tapabocas de tela más económicos. El estudio se publicó en 2019 y se llevó a cabo porque estos materiales se usan mucho en países en desarrollo. El equipo evaluó 20 tipos de tapabocas de tela y descubrió que el tamaño de los poros podía variar de 80 a 500 nanómetros.

Esto es mucho más grande que las partículas con un diámetro de 10 nanómetros o menos (PM10). También encontraron que la efectividad disminuyo hasta un 20 % después de que el tapabocas había pasado por el cuarto ciclo de lavado y secado. El estiramiento de la superficie alteró el tamaño de los poros y el lavado redujo el número de microfibras dentro de los poros, lo que también alteró la efectividad del producto.

Los autores de un estudio de preimpresión evaluaron la efectividad de reducir el flujo de aire en los tapabocas con y sin una válvula de salida. Los investigadores midieron el flujo de aire de una persona durante la respiración tranquila y pesada y la tos mientras usaban diferentes tipos de tapabocas.

Descubrieron que los tapabocas sin una válvula de salida redujeron más del 90 % del flujo de aire hacia adelante. Las personas que usaban tapabocas quirúrgicos, tapabocas de tela y caretas de protección facial tenían un mayor flujo de retorno y descenso, lo que podría representar un peligro.

Riesgos de los tapabocas

En el estudio de Asia en el que se compararon los síntomas de los proveedores de atención médica que usaban tapabocas con los que no, los investigadores evaluaron los dolores de cabeza y otros síntomas. Las personas que usaban tapabocas tenían mayores probabilidades de quejarse de dolores de cabeza que las personas que no los usaban.

En un estudio más reciente publicado en la revista Headache, los investigadores buscaron evaluar los factores relacionados con los dolores de cabeza derivados del uso de equipos de protección personal.

También buscaban analizar la perspectiva de los proveedores de atención medica sobre cómo los dolores de cabeza afectaron su salud y rendimiento. El equipo del estudio encuestó a médicos en un hospital de atención terciaria donde trabajaban en áreas que atienden a personas con COVID-19.

Se recopilaron datos de 158 proveedores de atención médica, incluyendo enfermeras, médicos y personal paramédico. Durante el estudio, 128 personas padecieron dolores de cabeza relacionados con el equipo de protección personal, mientras que el 91.3 %:

“de las personas encuestadas con dolor de cabeza preexistente, estaban “de acuerdo” o “totalmente de acuerdo” en que un mayor uso del EPP había afectado el control del dolor de cabeza, lo que afectó su nivel de desempeño laboral”.

Los investigadores no cuestionaron el origen de los dolores de cabeza, pero otros han preguntado si usar un tapabocas podría reducir los niveles de oxígeno o aumentar los niveles de CO2, lo que a su vez podría producir dolor de cabeza.

Los cirujanos experimentan una menor saturación de oxígeno

Un equipo de investigadores de Turquía realizó esta pregunta en 2008, quienes evaluaron la saturación de oxígeno de 53 cirujanos durante los procedimientos quirúrgicos. El equipo utilizó un oxímetro de pulso antes y después del procedimiento. Los resultados demostraron que los cirujanos experimentaron una menor saturación de oxígeno y un ligero aumento en la frecuencia del pulso.

Esta disminución fue más significativa en los cirujanos mayores de 35 años. Debido al diseño del estudio, los investigadores no lograron determinar si los cambios en la saturación de oxígeno fueron causados por el uso del tapabocas o por el estrés durante la cirugía. Preocupado por el uso constante de los tapabocas el antiguo neurocirujano Dr. Russell Blaylock advirtió que lo siguiente:

“Los tapabocas no protegen a las personas sanas de enfermarse y representan riesgos para la salud. La conclusión es que no debe usar un tapabocas si no está enfermo”.

Expresó cierta frustración por el uso generalizado de tapabocas, y señaló: “Cuando una persona tiene TB, es importante que utilice un tapabocas lo cual no se recomienda para las personas que no están infectadas”.

Hizo referencia a un estudio en 2006 en el que los investigadores evaluaron el desarrollo de dolores de cabeza en proveedores de atención médica que usaban un respirador N95. Mediante una encuesta, descubrieron que el 37.3 % de las personas padecían dolores de cabeza relacionados con el tapabocas y el 32.9 % explicaron que esto ocurría más de seis veces al mes.

Durante el estudio, el 59.5 % recurrió al uso de analgésicos para el dolor de cabeza y el 2.1 % recurrió a medicamentos preventivos. Los investigadores concluyeron que el respirador N95 podría aumentar el riesgo de dolores de cabeza entre los proveedores de atención médica y que usarlos por períodos más cortos podría reducir la frecuencia y la gravedad de los dolores de cabeza.

El uso de un respirador N95 por tres horas podría haber cambiado la función nasal, al hacer que sea más difícil respirar después de quitarse el respirador. Antes de que Blaylock continuara explicando la evidencia que sugiere que los coronavirus pueden ingresar al cerebro, señaló lo siguiente:

“Existe otro peligro de usar estos tapabocas de manera diaria, en especial si se usan durante varias horas. Cuando una persona se infecta con un virus respiratorio, expulsará parte del virus con cada respiración.

Si están usando un tapabocas, en especial un N95 u otro tapabocas ajustado, estarán inhalando los virus de manera constante, lo que aumenta la concentración del virus en los pulmones y las fosas nasales. Las personas que tienen las peores reacciones al coronavirus tienen las concentraciones más elevadas del virus desde el comienzo”.

Las infecciones neurológicas pueden ingresar por la nariz

Con base en evidencia pasada, Blaylock cuestiona si usar un tapabocas podría introducir virus exhalados en la cavidad nasal, lo que aumenta la cantidad de virus en el tracto respiratorio superior y aumenta el potencial para ingresar a los nervios olfatorios y llegar al cerebro.

Blaylock no es el único experto que reacciona de esta manera al uso generalizado de tapabocas. Un grupo de expertos que escribieron en el New England Journal of Medicine explicaron lo siguiente:

“Sabemos que usar un tapabocas fuera de las instalaciones de atención médica ofrece poca protección contra infecciones, o nada. Las autoridades de salud pública definen una exposición significativa al Covid-19 como el contacto en un rango de 2 metros con una persona infectada y con síntomas durante al menos unos minutos (y algunos explican que más de 10 o 30 minutos).

La posibilidad de contraer el Covid-19 de una interacción pasajera en un espacio público es mínima. En muchos casos, el uso generalizado de tapabocas es una reacción a la ansiedad por la pandemia”.

Continúan describiendo la importancia de los tapabocas para proteger a los proveedores de atención médica cerca de personas con COVID-19 activo y sintomático. Un tapabocas puede disminuir el riesgo de que los pacientes o personas que trabajan en espacios reducidos con proveedores de atención médica, que pueden ser asintomáticos o que tienen una enfermedad leve, se enfermen.

Los autores de un artículo publicado en el Journal of the American Medical Association están de acuerdo en que los tapabocas solo deben utilizarse por “personas que tienen síntomas de infección respiratoria, como tos, estornudos o, en algunos casos, fiebre”. Los autores continúan diciendo que no hay evidencia de que los tapabocas utilizados por personas sanas puedan evitar que otras personas se enfermen.

Lineamientos para el uso de tapabocas

El objetivo es reducir la transmisión de enfermedades infecciosas, incluyendo el COVID-19. La evidencia científica que respalda o desacredita el uso de tapabocas podría está lejos de ser concluyente. Si elige usar un tapabocas, a continuación, se muestran las estrategias de la OMS para reducir el potencial de infección:

  • Antes de usar un tapabocas, lávese las manos con agua y jabón.
  • Cubra su boca y nariz con el tapabocas y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y el tapabocas.
  • Evite tocar el tapabocas mientras lo usa; si es necesario, trate de lavarse las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o agua y jabón antes de hacerlo.
  • Reemplace el tapabocas con uno nuevo cuando esté húmedo. No reutilice los tapabocas de un solo uso.
  • Para quitarse el tapabocas: quíteselo por las jaretas (no toque el frente); deséchelo inmediatamente en un contenedor cerrado; y lávese las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o agua con jabón.