Ecoturismo en Chiapas: zonas indígenas en oferta

Por Iván Fernández, Boca de Polen, 1º de mayo de 2014

Este tipo de turismo consiste en insertar a el campesino e indígenas en el mundo mercantil: Dolores Camacho Velázquez investigadora de la UNAM

El Estado de Chiapas es uno de los Estados donde más se ha impulsado el ecoturismo o turismo verde, es una modelo que se ha difundido en el mundo entero para traer a turismo extranjero principalmente, se está vendiendo a nivel internacional como un turismo sustentable que beneficia a las comunidades e impulsan el desarrollo. 50 son los centros ecoturísticos de reciente creación impulsados por el gobierno de Chiapas.

Según paginas oficiales estos proyectos benefician la organización de los pueblos campesinos que son los que reciben los beneficios mediante cooperativas, Sin embargo a decir de la investigadora de la UNAM Dolores Camacho Velázquez en la práctica las cooperativas que administran estos proyectos al no funcionar los centros ecoturisticos los  traspasan a empresarios privados que tienen toda la experiencia en el ramo del turismo para que sean ellos quienes aprovechen estos espacios de gran demanda.

El modelo de desarrollo que es impuesto por la implementación de este tipo de turismo básicamente consiste en insertar a el campesino e indígenas en el mundo mercantil. Los campesinos en estos espacios son maleteros, meseros, camareros, choferes ya no producen sus alimentos, la tierra para estos grupos no tienen el mismo significado, de esa manera se está perdiendo la vida campesina. Aunado a eso estos emprendimientos vienen acompañados los programas de reconversión productiva en los planes de desarrollo donde se pretende que los campesinos se especialicen en la producción de palma madera frutos y aquellos productos que tienen como finalidad el mercado, creando dependencias absolutas a la lógica mercantil.

Cabe señalar que los lugares donde se localizan estos proyectos son regiones de grandes conflictos, y como estrategia de los gobiernos e inversionistas  se propicia la división comunitaria y diversos conflictos sociales,  además de la represión, a los grupos disidentes. La investigadora afirma que los grandes empresarios se apropian del discurso de los movimientos de resistencia, nos hablan de autonomías, de consulta, respeto de autoridades comunitarias y eso es realmente peligroso porque muchos grupos que han sido convencidos  de aceptar los proyectos creen que han sido consultados.