Ecosofia: El Principio del Fin de Nuestra Soberanía Alimentaria

Las grandes corporaciones biotecnológicas, asimismo, pretenden que las ganancias reposen en muy pocas manos: “más allá de las implicaciones medioambientales, las decisiones tecnológicas y la elección de variedades realizada por Monsanto, DuPont, Syngenta, Bayer o Limagrain tienen consecuencias directas sobre los modos de producción agrícolas y sobre la alimentación de una buena parte de la humanidad.

Es, en efecto, cada vez más difícil encontrar semillas que se encuentren fuera de los circuitos controlados por tales corporaciones, lo que limita la diversidad agrícola. Ahora bien, de tal diversidad depende directamente otra diversidad, la de la alimentación humana. La concentración, en unas cuantas corporaciones, de las semilleras limita la soberanía alimentaria en el sentido que reduce drásticamente el tipo de variedades susceptibles de ser consumidas” (p. 57). Y todo esto con el apoyo de los biotecnólogos. El libro de Foyer no deja de mostrar que hasta la ciencia misma llega a pervertirse cuando se somete a las leyes del mercado pues, al subordinarse a la lógica de la ganancia económica (la de las grandes corporaciones), pierde su objetivo básico: la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.

En resumen, indica Foyer, “las biotecnologías parecen, en efecto, caracterizarse por la dominación, en última instancia, de la esfera económico-financiera y su lógica de rentabilidad […]. Todo el espacio socio-medioambiental tiende a estar subordinado, orientado y regido por las leyes del mercado” (p. 60).

Para decirlo en los términos de la situación de nuestro maíz: cuando todo el maíz del país esté contaminado por el de tales corporaciones biotecnológicas, las cuales no tardarán en acusar a nuestros productores de robo como hicieron con Schmeiser, los campesinos no tendrán otra opción que comprar sus semillas transgénicas.

No termino sin recordar que el libro de Foyer nos permite entender mejor la posición opinión de científicos de la calidad de la doctora Elena Álvarez Buylla, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM quién, en concordancia con los miembros de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, sostiene, desde hace varios años, que es un grave error sembrar maíz transgénico en nuestro país pues las esporas de tales cultivos no tardarán en contaminar otros sembradíos, generando que México se ponga en un enorme riesgo pues la variante transgénica, más resistente e invasiva, no tardará en apropiarse de todo el terreno. ¿Se darán cuenta los funcionarios de la Sagarpa y la Semarnat, así como los del INIFAP y Senasica del enorme crimen contra la nación que están realizando?