Desarrollan universitarias modelo de jardines verticales en espacios reducidos

Por Boletín UNAM-DGCS-593, 14 de octubre de 2015

  • Trascendió de una materia semestral a una práctica profesional y culminó con la generación de un título de propiedad intelectual

El desarrollo de un modelo de utilidad para Generación Verde/Naturación Integral, elaborado por dos egresadas de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, es un caso de éxito de las prácticas de vinculación y relación operativa entre las universidades y el mundo empresarial.

Trascendió de una materia semestral a una práctica profesional y culminó con la generación de un título de propiedad intelectual, desarrollado por las estudiantes Adriana Olivares y Mariana Alcántara, diseñadoras industriales.

Alberto Vega Murguía, quien imparte la asignatura de Diseño Estratégico, solicitó a sus alumnos del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI) buscar empresas para desarrollar un proyecto semestral. Dada la motivación de los resultados del proceso, se propuso un plan de innovación a Naturación Integral y la firma decidió continuar con la asesoría técnica de Adriana y Mariana.

La propuesta, satisfactoria y con potencial comercial, les brindó la oportunidad de ser contratadas por la compañía, dedicada a la instalación, análisis de factibilidad y mantenimientos.

El objetivo del proyecto es lograr jardines verticales en espacios reducidos, detalló Olivares. “Lo que hicimos fue llevar este método de irrigación a un sistema modular, que pueda ser colocado en una casa pequeña sin necesidad de instalación”.

Con la instalación in situ es factible tener un muro verde con un sistema de irrigación por gravedad, en un espacio pequeño, en cualquier interior, explicó.

A su vez, Alcántara dijo que está conformado por subsistemas: una pieza tiene dos componentes y el concepto primordial es que se divide en cuatro cavidades, dos de tierra que corresponde a las plantas, y dos de agua. Al ensamblar da como resultado el sistema de irrigación inteligente que permite que todas las plantas tengan líquido.

“La consideramos una maceta inteligente porque tiene cavidades que permiten un riego auxiliar que se basa en la capilaridad de la cubierta de geotextil y favorece el paso del líquido de la cavidad hacia el sustrato. Así, las plantas extraen el agua de manera natural a través de sus raíces. Es una estructura modular para el cultivo vertical”.

Los diseñadores industriales somos mediadores, finalmente, porque gracias a la investigación nos damos cuenta de las necesidades del usuario, pero también tenemos que entregar requerimientos que tiene la empresa, coincidieron las universitarias.

“Gracias a los conocimientos adquiridos en la Universidad Nacional para la resolución de problemáticas pudimos tener este resultado”, remarcaron.

Jorge Alberto Escutia Sánchez, gestor de innovación y vinculación entre universidad y empresa, además de académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM, expuso: “Derivado del trabajo analítico y conforme al mapa de oportunidades que anteriormente había desarrollado otro grupo de trabajo, se detectó la pertinencia de diseñar equipamientos para espacios reducidos a los que se denominó Cumo”.

La maceta modular es un sistema de irrigación que funciona por gravedad y el líquido llega a las plantas por capilaridad. Puede ser utilizada desde un módulo, formar una columna de tres o un muro divisor de 90 centímetros de ancho a partir de nueve unidades. Su geometría facetada, de acuerdo a la tendencia actual, le brinda carácter elegante para llegar al mercado de casas habitación y adaptarse a distintos espacios, reiteró.

En su oportunidad, Ulises Martínez Gilbón, director general de la empresa, indicó que “presentamos el resultado de una vinculación que inició hace dos años y que actualmente continúa en su segunda etapa. Adriana y Mariana se integraron al proyecto como parte de una materia y el resultado fue un modelo de utilidad que funcionaba para nosotros”,

La vinculación que se logra al más alto nivel ya no sólo es la integración de estudiantes, sino de la plantilla académica y de investigadores. “Estamos orgullosos de contar con gente con esa calidad y posibilidad resolutiva a la hora de tener proyectos tecnológicos como éste”, indicó.

Se trata de una de las experiencias más enriquecedoras. Pasar de ser estudiantes a llevar un plan de manera profesional es trasladar las necesidades del usuario y empatarlas con las de la empresa a un terreno real, concluyó.