Derrota sociedad civil a empresas trasnacionales de transgénicos

  • Juez mantiene suspensión a siembras de maíz GM

Ciudad de México.- Organizaciones ambientalistas y de consumo festejan la victoria legal obtenida por la Colectividad del Maíz -integrada por comunidades campesinas, científicas y de la sociedad civil- sobre cuatro grandes empresas de transgénicos, al conseguir que un magistrado federal mantenga suspendidas las siembras de maíz genéticamente modificado en todo el país.

Greenpeace, Vía Orgánica, Asociación de Consumidores Orgánicos (OCA, por sus siglas en inglés) y Regeneración Internacional, consideraron la decisión judicial como “una demostración del poder de la gente en la defensa de derechos fundamentales como el medio ambiente y un gran avance en la defensa del maíz en México, centro de origen de este grano y base de nuestra alimentación”.

“La suspensión del magistrado a las siembras de maíz transgénico es un argumento más para que el gobierno mexicano cierre definitivamente la puerta a estos cultivos, que se suma al reciente reconocimiento de la FAO sobre los organismos genéticamente modificados como cosa del pasado e innecesarios para erradicar el hambre.

Cada vez más países se oponen a las siembras de estas semillas que han fracasado desde su liberación en el mundo hace 20 años y México no debe ser la excepción”, dijo Sandra Laso, responsable de la campaña Comida Sana, Tierra Sana de Greenpeace México.

“Esta suspensión permitirá proteger el maíz mexicano en sus amplias variedades y razas, un tesoro genético desarrollado durante siglos por nuestras indígenas y campesinas. La resolución del juez es fundamental ya que al mantener la medida precautoria, permitirá defender este legado no sólo alimenticio, sino también cultural, energético y económico”, indicó Mercedes López Martínez, integrante de Vía Orgánica.

“Otro motivo de júbilo es que con este tipo de resoluciones, se podrá detener el uso de glifosato, un herbicida que es parte del paquete tecnológico de los organismos genéticamente modificados, que ha sido declarado por la OMS como probablemente cancerígeno”, añadió Mercedes López, quien recordó que recientemente más de 800 integrantes de la comunidad científica de 82 países, enviaron una carta a sus gobiernos para exigir la prohibición de este tipo de cultivos (1).

El fallo del magistrado Benjamín Soto Sánchez impide que se otorguen permisos de siembra comercial de maíz transgénico y ordena a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Comisión Federal de Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris) un monitoreo mensual de los cultivos genéticamente modificados en su fase experimental y piloto, que incluya los impactos -caso por caso- del glifosato, un herbicida que en 2015 la Organización Mundial de la Salud catalogó como posible cancerígeno para las personas .

Esta resolución se mantendrá hasta que se resuelva el juicio de acción colectiva que busca la prohibición definitiva a las siembras de maíz genéticamente modificado que pretenden realizar Monsanto, Syngenta, Pioneer – Dupont y Dow, cuatro de las seis grandes corporaciones que controlan el mercado de semillas y agrotóxicos en el mundo (2).

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