¿Dejarías al Zorro a cargo del gallinero?

Por El Poder del Consumidor.

¿Por qué dejamos que las corporaciones que elaboran y comercializan los productos que son la principal causa de enfermedad y muerte tengan influencia en las políticas de salud pública?

Sobre El Conflicto de Interés

Hoy en día, las prácticas de seis industrias—alimentos y bebidas, alcohol, tabaco, farmacéutica, automotriz y armas de fuego— desempeñan un rol más dominante en la conformación de patrones de salud y de enfermedad que cualquier otra institución.

Las corporaciones han encontrado muchas maneras de utilizar su riqueza y poder para alcanzar sus metas comerciales y políticas a costa de la salud de la población. Las principales causas de enfermedad y muerte en muchas naciones están provocadas por estas corporaciones. Una estrategia importante de estas empresas es presentarse a sí mismas como un simple participante más en la sociedad, con la misma libertad para expresar sus puntos de vista y promover sus propios intereses como cualquier otro actor.

El conflicto de interés se presenta cuando:

  1. Los roles públicos de las organizaciones o individuos entran en conflicto con sus intereses privados.
  2. Una organización tiene que escoger entre seguir sus roles públicos o sus intereses privados (comerciales).

Existen tres tipos de conflicto de interés: científico, de política pública e ideológico.

  1. Conflictos de interés científico: Sucede cuando la opinión pública se interesa en la evidencia que puede usarse para proteger la salud pública y ésta entra en conflicto con los objetivos privados de las corporaciones. Las corporaciones buscan generar dudas sobre la evidencia científica, quitar la responsabilidad de sus productos, buscando evitar las regulaciones, el daño a su reputación o perdidas comerciales.
  2. Conflictos en la política pública: Cuando las corporaciones participan en el diseño, desarrollo y/o monitoreo de políticas públicas de salud con el objetivo de influir en ellas para que no afecten sus intereses comerciales.
  3. Conflicto de Interés Ideológico: Ocurre cuando las corporaciones promueven ideas y valores que, afirman, mejorarán a la sociedad y contribuirán al progreso social, cuando en realidad su meta es promover sus propios intereses comerciales y políticos a costa del bien público.

Los gobiernos experimenten el conflicto de interés cuando sus representantes actúan en función del interés privado en lugar de actuar en el interés público bajo su cargo y asumen diversas conductas, como llenar los grupos consultivos de asesores con personas que representan el interés privado (corporativo)

¿Qué hacer para terminar con el conflicto de interés?

• No permitir la participación de cualquier organización que tenga conflicto de interés entre sus roles públicos y sus intereses privados, en la toma de decisiones sobre la política de salud pública.

• Elaborar, promover y hacer cumplir directrices sobre el conflicto de interés para las asociaciones de profesionales, filantrópicas, organizaciones mundiales de salud, universidades, instituciones médicas y publicaciones científicas.

• Reformar las reglas de participación política para equilibrar las condiciones y reducir cualquier rol privilegiado que las corporaciones desempeñen en las elecciones, la legislación, el litigio o cualquier otra deliberación de la política pública.

• Que los miembros del poder legislativo, ejecutivo y judicial se vean obligados a excusarse de la participación en el diseño de leyes, políticas públicas y procesos jurídicos cuando sus intereses personales, profesionales, familiares, etc. entren en contradicción con el bien público.

Desde el inicio de nuestra labor, hace 15 años, para impulsar las políticas públicas que han sido recomendadas por la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales y nacionales para enfrentar las epidemias de obesidad y diabetes, nos encontramos que el mayor obstáculo para su implementación era una muy bien orquestada y financiada estrategia por parte de las grandes corporaciones de los productos ultraprocesados y las bebidas azucaradas.

Las corporaciones han cooptado a la academia y las instituciones gubernamentales para evitar cualquier política que pueda afectar sus intereses.