Decálogo para mejorar la sostenibilidad alimentaria en el planeta
Por Alianza por la Salud Alimentaria, 4 de mayo de 2016
- Preservar la salud del planeta también pasa por la alimentación. Cada uno de nosotros puede contribuir a mejorar la sostenibilidad alimentaria siguiendo un decálogo que propone desde consumir productos locales y de temporada hasta interesarse por los procedimientos agrícolas, ganaderos y pesqueros.
“El Decálogo para la alimentación sostenible en la comunidad: declaración de Gran Canaria 2016” ha sido redactado por una treintena de expertos en nutrición conformándose como una guía pionera en esta materia y de trascendencia global.
Este documento cuenta con el apoyo medio centenar de instituciones de todo el mundo, desde asociaciones de consumidores, institutos de investigación, sociedades científicas, organismos de Naciones Unidas, ONG y medios de comunicación especializados.
“Este decálogo nace de la necesidad de evidenciar ante el conjunto de la sociedad, los distintos elementos que inciden en la sostenibilidad de la producción y el consumo de alimentos a nivel comunitario”, explica el impulsor del texto y catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra-Majem.
Las 10 premisas fundamentales
- Elige y come alimentos de proximidad. Escoge productos del territorio en mercados locales
El transporte de los alimentos desde lugares remotos a sus puntos de consumo representa un componente importante de la huella ambiental de la alimentación, fundamentalmente por el consumo de energía y su consiguiente contaminación. Además, la compra de productos locales en mercados locales incide positivamente en la economía y desarrollo local, en la reactivación del entorno rural y en la protección del paisaje y los ecosistemas.
- Consume alimentos de temporada, preferentemente
Los alimentos de temporada respetan las estaciones y las condiciones climáticas propicias, proporcionando productos con mejores características organolépticas y nutricionales. Además, los alimentos adquiridos en su temporada suelen ser más económicos y sostenibles.
- Revaloriza alimentos y recetas tradicionales y locales
La educación alimentaria es un elemento fundamental para la cultura e identidad de los pueblos y, por ende, la protección del patrimonio gastronómico y culinario en la comunidad debe suponer una prioridad para la propia sostenibilidad alimentaria.
- Aprende a comprar y cocinar en compañía
En familia o con amigos, el aprendizaje de unos hábitos alimentarios saludables pasa por conocer los alimentos, las técnicas culinarias y las habilidades básicas para comprar e incluso para producir los alimentos e ingredientes.
- Planifica los menús y las compras. Intenta reducir los desechos, evita el despilfarro de alimentos y recicla adecuadamente en el hogar y en la comunidad
La planificación de las compras y los menús debe obedecer a criterios de sostenibilidad: salud, medioambiente, economía y cultura. Por ello debe evitarse el derroche y el desperdicio que se genera a lo largo de toda la cadena alimentaria (productor, distribuidor, consumidor). Intenta reciclar adecuadamente tanto los desechos alimentarios como sus envases, practicando también la solidaridad alimentaria.
- Prioriza los alimentos vegetales. Modera el consumo de carne y derivados y lácteos
La producción de alimentos animales (sobre todo carnes rojas, derivados cárnicos y lácteos por procedimientos intensivos) produce una huella medioambiental mayor que la de los elementos vegetales (cereales, frutas, verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos), especialmente por la mayor emisión de gases de efecto invernadero, mayor consumo de agua y recursos energéticos y mayor utilización de superficie terrestre. Además, tu salud lo agradecerá.
- Utiliza la biodiversidad terrestre y acuática de forma sostenible para asegurar su continuidad
La pérdida de biodiversidad durante las últimas décadas, tanto en especies vegetales como animales, puede comprometer la sostenibilidad del sistema alimentario mundial y llegar a comprometer la seguridad de los alimentos y deteriorar la calidad y variedad alimentaria. El consumidor, aunque tiene una responsabilidad menor sobre estos aspectos de la alimentación, debe ser consciente de su importancia y trascendencia de manera proactiva. Fíjate en la información disponible en el punto de compra y, si no la ves, pregunta.
- Interésate por la sostenibilidad y la equidad de los procedimientos agrícolas, ganaderos y pesqueros
La sostenibilidad es importante a lo largo de toda la cadena alimentaria (producción, transformación y distribución), tanto en productos animales como vegetales. El medioambiente suele ser más vulnerable a la producción intensiva que a los sistemas tradicionales de producción, cría o pesca y, por ello, hay que fomentar los sistemas alimentarios armónicos y sostenibles.
- Disfruta de la convivialidad y del placer de la comida, siempre con equilibrio y moderación
Convivialidad y placer son elementos fundamentales del acto alimentario que le imprimen identidad; no obstante, estos deben combinarse con el equilibrio, la variedad y la moderación para evitar que lo lúdico y festivo se convierta en excesos y derroche.
- La dieta mediterránea representa uno de los ejemplos más emblemáticos de alimentación saludable y sostenible
La dieta mediterránea, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, representa uno de los modelos alimentarios más saludables, tradicionales y sostenibles del planeta. Su preservación y promoción no sólo tiene efectos sobre la salud y la calidad de vida de las personas y de la comunidad sino también sobre la salud de nuestro planeta. Deben fomentarse y desarrollarse acciones comunitarias que promuevan los patrones alimentarios saludables de proximidad ligados al territorio (terrestre y acuático), la cultura, la equidad y a la economía.
Fuente: www.efesalud.com/noticias/decalogo-para-mejorar-la-sostenibilidad-alimentaria-en-el-planeta.