Mundo: Debate sobre el Buen Vivir. Armonía de la Comunidad con la Naturaleza

Por Luis Macas*, Servindi, Febrero 4, 2010

Estamos aquí para compartir las ideas, debatir y reflexionar juntos, para construir propuestas. Porque, como que los representantes de los Estados que son los gobiernos se están aburriendo ya; dicen que los indígenas solamente gritan, patalean, hacen sus protestas, pero sin propuestas. Y, de manera permanente, el movimiento indígena lo que ha hecho es precisamente presentar propuestas. No propuestas acabadas por supuesto, son propuestas que van en dirección de mejorar. Son propuestas que no van únicamente hacia las naciones originarias, los pueblos originarios, sino mirando la totalidad de la realidad actual que vivimos en esta extensión del territorio que denominamos Abya Yala.

Toda sociedad es el resultado de un proceso social, económico, político, cultural, histórico determinado. Los pueblos o las naciones, los que estamos aquí, los que nos hemos visibilizado en estos últimos tiempos, los seres humanos, somos el producto de la vida en sociedad. No puede ser de otra manera, por eso hay que poner en la mesa de debate estas propuestas, porque se cree que en estos días nacen de la nada las propuestas de las naciones y pueblos originarios, eso es lo que los gobiernos nos han cuestionado.

Principios del Buen Vivir

La convivencia es posible en tanto existan los consensos y la voluntad y las condiciones para lograr la armonía en la comunidad, obviamente la comunidad y la naturaleza. Estas formas de relaciones determinan las formas y los sistemas de vida en los seres humanos. Es decir que somos colectivos. Todos los pueblos originarios, incluso en el occidente, nacieron así. Luego nos individualizan, nos ciudadanizan, que es prácticamente romper con una vida para imponernos otra totalmente distinta.

Ahora decimos en el Ecuador, como ironía, está ya colgado en la Constitución el sumak kawsay. Pero preguntamos si eso está reflexionado, para qué sirve y por qué está en la Constitución Política del Estado. Está claro que esto se origina en la vida, en la práctica, en la cotidianidad de nuestros pueblos.

El Sumak, es la plenitud, lo subime, excelente magnífico, hermoso(a), superior.

El Kawsay, es la vida, es ser estando. Pero es dinámico, cambiante, no es una cuestión pasiva.

Por lo tanto, Sumak Kawsay sería la vida en plenitud. La vida en excelencia material y espiritual. La magnificencia y lo sublime se expresa en la armonía, en el equilibrio interno y externo de una comunidad. Aquí la perspectiva estratégica de la comunidad en armonía es alcanzar lo superior.

El sistema comunitario se sustenta en los principios del randi-randi: la concepción y práctica de la vida en reciprocidad, la redistribución, principios que se manejan y están vigentes en nuestras comunidades. Se basa en la visión colectiva de los medios de producción, no existe la apropiación individual, la propiedad es comunitaria.

El ruray, maki-maki, es la organización del trabajo comunitario, que se ha generalizado hoy por hoy en todos los pueblos. En Bolivia se dice la minka o el ayni. La organización del trabajo es así, absolutamente distinta a lo que nos han enseñado en la escuela, con mayor énfasis en la universidad.

El ushay, es la organización social y política comunitaria, que es el poder de la organización, el sistema de organización.

El yachay, los saberes y conocimientos colectivos, se sigue practicando en nuestras comunidades. Los saberes no son individuales sino colectivos, la transmisión de esos conocimientos va de generación en generación.

Propuesta de lo diverso

Hay un momento en que esto se rompió para decir que el conocimiento, los sistemas económicos, el sistema de organización son únicos. Los pueblos indígenas tenemos que decir que eso no es así. La pluralidad de los sistemas expresan la ruptura epistemológica. El sistema económico, político, de organización de nuestros pueblos, es absolutamente distinto, no tiene que ver nada con eso que nos han enseñado. Incluso el sistema democrático es una concepción absolutamente ajena a las comunidades, porque nosotros practicamos los consensos.

La propuesta de lo diverso genera el rompimiento del pensamiento único, universal y homogéneo. Esto es lo que provoca las reacciones de los representantes de los sectores dominantes en cada uno de nuestros países. Porque no cambia nada hasta estos días, en ninguna parte de este continente, porque todo sigue siendo igual.