De ‘Sustentable’ a ‘Regenerativa’. El Futuro de los Alimentos

Por André Leu, Ronnie Cummins, Common Dreams, 28 de octubre de 2015, Traducción de Mariana Escalante para Vía Orgánica C

A fines del mes de octubre, PoliticoPro, una web por suscripición con contenidos sobre energía, política y tecnología entre otros temas, reportó que la Secretaría de Agricultura de los E.U.A. quiere que “tanto a los agricultores como a los intereses agrícolas concuerden en una única definición de sustentabilidad para evitar confundir al público con distintos significados del término en los métodos de producción y alimentación.”

Estamos de acuerdo con el Secretario de Agricultura Tom Vilsack en que la palabra “sustentabilidad” no tiene sentido para los consumidores y el público. Está muy usada, mal empleada y ha sido cooptada sin vergüenza por las corporaciones con el propósito del lavado verde.

Pero en vez de lograr una definición para la palabra “sustentable” que se refiera a los alimentos y a los métodos de producción, sugerimos olvidar a la palabra completamente. En su lugar, como una forma de ayudar a los consumidores a tomar decisiones conscientes e informadas, sugerimos dividir la alimentación global y la agricultura en dos categorías: regenerativa y degenerativa.

Bajo este nuevo paradigma, los consumidores podrían elegir entre alimentos producidos con sistemas agrícolas industriales degenerativos, con uso intensivo de químicos tóxicos, con base en monocultivos que desestabilizan al clima y degradan al suelo, el agua y la biodiversidad, afectando la salud y las economías locales.

O, podrían optar por alimentos producidos utilizando principios de agricultura orgánica regenerativa, que rejuvenecen el suelo, pastizales y bosques; reponen el agua; promueven la soberanía alimentaria y restauran la salud pública y la prosperidad – y a la vez enfrían el planeta al absorber billones de toneladas de exceso de dióxido de carbono de la atmósfera, almacenándolas en el suelo al cual pertenecen.

‘Sustentable’ – ¿Es todo lo que queremos?

El diccionario define “sustentable” como: capaz de ser usado sin ser completamente utilizado o destruido; involucrando métodos que no utilizan completamente o destruyen recursos naturales; ser capaz de durar o continuar por un largo tiempo.

En otras palabras, sustentabilidad es sobre mantener sistemas sin degradarlos. Y se trata de mantener las cosas muy parecidas pero sin progresar.

La industria agrícola actual, con sus granjas industriales, lagunas de desperdicio, antibióticos y hormonas de crecimiento, OGMs, pesticidas tóxicos y uso prolífico de fertilizantes sintéticos, no está ni remotamente cerca de la definición de “sin usar o destruir recursos naturales.” ¿Y aun si lo hiciera, es esto todo lo que queremos, o necesitamos lograr?

¿Acaso no queremos cultivar nuestros alimentos de una manera que restaure la estabilidad climática y regenerar – suelo, salud, economías – en vez de simplemente mantener el status quo?

Lavado verde y el Juego del Etiquetado

 Las corporaciones aman etiquetarse a sí mismas, y etiquetar sus productos, como “sustentable.” La esperanza es que los y las consumidoras vean a los productos “sustentables” como superiores a los simples productos “convencionales”, o aún mejor, que equiparen la palabra “sustentable” con “orgánico.”

Pero cuando una compañía ampliamente desacreditada y despreciada como Monsanto coopta la palabra “sustentable”, entonces la palabra pierde todo el significado para las y los consumidores. En su sitio web, Monsanto dice:

Nuestra visión para la agricultura sustentable lucha para cumplir con las necesidades de una población creciente, a proteger y preservar a este planeta que llamamos hogar, y ayudar a mejorar las vidas en todos lados. En el 2008 Monsanto hizo un compromiso hacia la agricultura sustentable – comprometiéndose a producir más, conservar más y mejorar las vidas de los agricultores hacia el 2030.

Nada podría estar más alejado de la verdad. El Roundup Ready de Monsanto y la agricultura intensiva con base en OGMs dominan la agricultura, a escala global, envenenando al suelo, el agua, el aire, a los trabajadores y trabajadoras agrícolas y consumidores. Las palabras en su sitio web no engañan a nadie – la agricultura que promueven es todo menos “sustentable.”

Lo mismo ocurre con las etiquetas certificadas de “sustentabilidad” promovidas por corporaciones como Cargill, Heinz Benelux, Mars, Nestlé, Unilever y Cadbury. Estos ardides de etiquetado – como la Rainforest Alliance (Alianza de la Selva Tropical), Sustainable Agriculture Network (Red de Agricultura Sustentable) y UTZ – pueden ser felicitadas por promover que se planten árboles en granjas, por mejorar el ambiente de granja y por requerir conformidad con los estándares laborales mínimos. Pero no hacen nada por cercenar el uso de fertilizantes químicos que destruyen el suelo, desestabilizan el clima y los miles de pesticidas tóxicos que son conocidos por causar daño ambiental y a la salud.

Una etiqueta de “sustentabilidad” puede significar que los métodos de producción detrás de un producto infligen un poco menos de daño al ambiente. Pero eso no significa que el producto causará menos daño a la salud humana. Numerosos estudios científicos publicados relacionan la exposición a las cantidades más pequeñas de estos pesticidas “aprobados” a cánceres, defectos de nacimiento, desequilibrio endócrino, problemas reproductivos, daño al sistema inmune, mutaciones epigenéticas, enfermedades de riñón, hígado y del corazón y muchas otras enfermedades incomunicables que actualmente se hallan en proporciones epidémicas.

La mayoría de las y los agricultores anotados en estos “programas de sustentabilidad” solían cultivar o hacían pastar a sus animales de forma tradicional, con muy pocos o sin químicos. Lo mismo es verdad para muchos de los miles de agricultores de café orgánico certificado y de cacao que han sido engañados por estos ardides – ardides que les permiten cobrar de forma Premium sin cumplir los estándares orgánicos más rigorosos. ¿Cómo pueden los promotores de estas etiquetas de “sustentabilidad” asegurar que están reduciendo el uso de químicos cuando han convertido a miles de agricultores de bajo nivel de uso de químicos a un nivel mucho mayor de uso de los mismos?

Una ‘Revolución de Regeneración’ global está en camino

En la década de 1970, Robert Rodale, hijo del pionero orgánico estadounidense J.I. Rodale acuñó el término ‘agricultura orgánica regenerativa’ para distinguir cualquier tipo de agricultura que va más allá de simplemente “sustentable”

De acuerdo al Instituto Rodale:

La agricultura orgánica regenerativa mejora los recursos que usa, en vez de destruirlos o agotarlos. Es un enfoque de sistemas holísticos de la agricultura que promociona la innovación continua en la granja para un bienestar ambiental, social, económico y espiritual.

La agricultura orgánica regenerativa “aprovecha las tendencias naturales de los ecosistemas para regenerar cuando se desequilibran. En ese sentido primario se distingue de otros tipos de agricultura que ya sea se oponen o ignoran el valor de aquellas tendencias naturales.” La agricultura orgánica regenerativa está marcada por tendencias hacia los ciclos de nutrientes cerrados, una mayor diversidad en la comunidad biológica, menos caducas y más perennes y una mayor dependencia a recursos internos en vez de externos. La agricultura orgánica regenerativa está alineada con formas de agroecología practicadas por agricultores preocupados con la soberanía alimentaria en todo el mundo.”

Comenzamos este artículo afirmando que estamos de acuerdo con Vilsack – la palabra “sustentabilidad”, en el contexto de comida y producción de la comida, ha llevado a confusión entre los y las consumidoras.

Pero no nos gusta hacia donde va Vilsack. “En años recientes,” le dijo a PoliticoPro, “los consumidores han expresado dudas respecto de las prácticas agrícolas convencionales, lo cual ha llevado al crecimiento de productos orgánicos, libres de OGMs y ‘naturales’, generalmente a costa de la reputación de los productos convencionales. Creo que será obligatorio para nosotros tener un entendimiento común de lo que la sustentabilidad significa para servir mejor a los intereses de la agricultura en su totalidad y a los consumidores.”

¿A “costa de la reputación de los productos convencionales”? ¿Vilsack se refiere a la bien ganada mala fama de estos productos (¿aquellos que contienen OGMs y pesticidas tóxicos, tal vez?) producidos usando prácticas degenerativas en vez de regenerativas?

Un “entendimiento común” de que la sustentabilidad es mucho mejor sirve a los intereses de Monsanto y las corporaciones agrícolas – pero hará poco para servir a los intereses de los pequeños agricultores y consumidores.

El principal motor detrás de las crecientes ventas de alimentos orgánicos es la preocupación del consumidor sobre la salud, especialmente pesticidas, hormonas del crecimiento y OGMs. Pero mientras los y las científicos lanzan funestas advertencias acerca del clima y la gente en todo el mundo comienza a atar los hilos entre la agricultura industrial y el calentamiento global, hay un contingente creciente de agricultores y consumidores que quieren hacer más.

Un creciente número de agricultores quieren cultivar comida y criar animales usando agricultura orgánica y regenerativa, y prácticas de pastoreo que no sólo son mejores para la salud humana, sino que también enfrían al planeta, alimentan al mundo, curan el suelo, adoptan la soberanía alimentaria y fortalecen a las comunidades.

Los consumidores quieren comprar aquellos productos, sabiendo que su producción generó la curación, no el daño.

Es una Revolución Regenerativa. Y va mucho más allá de “sustentabilidad.”

Este trabajo está bajo la licencia de Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 License.

Fuente original: www.commondreams.org/views/2015/10/28/sustainable-regenerative-future-food