Cuba: Devolviendo Vida a Un Río

Como parte del proceso, será rehabilitada la planta de tratamiento de residuales del hospital Joaquín Albarrán, uno de los centros que más ensucian el río. La entidad de Recursos Hidráulicos, que ejecuta las obras que mejorarán la salud del afluente, también construye la infraestructura de alcantarillado en la zona sudeste de la ciudad. Con ello se evitará que las aguas albañales de unas 50.000 personas vayan directamente al curso pluvial.

Pero no todo se deja a la tecnología. Unas 23 brigadas de saneamiento manual del río ejercen su función bienhechora. Esos trabajadores eliminan las plantas indeseables de las márgenes del río y otras plantas acuáticas inapropiadas para el afluente.

El Gran Parque Metropolitano tiene una empresa que cuenta con tres unidades subordinadas. Una de esas entidades se dedica a la siembra de árboles maderables, frutales y el bambú, una planta muy fuerte que detiene la erosión en las márgenes del río.

Los funcionarios que dirigen el proyecto declararon a la prensa que terminarán este año la reforestación del parque en esas ocho fincas. Después vendrá lo más difícil: mantenerlas en buen estado y resguardadas de actitudes indolentes.

En la zona sur del proyecto se han detectado muchas indisciplinas. En el barrio del Husillo, donde estuvo situado un gran vertedero, se han hecho varias limpiezas y plantado árboles, pero muchos de estos se han perdido por las excavaciones ilegales a las antiguas canteras, en busca de arena o recebo para la construcción de viviendas.

Cuando los terrenos que hoy conforman el Parque Metropolitano se encontraban abandonados, muchos tenedores de ganado sin tierra se acostumbraron a llevar a pastar sus reses en la zona. Aun cuando han sido advertidos de que no pueden dejar sus animales sueltos en áreas reforestadas, siempre existen los que no acatan regulaciones. Para poner orden y disciplina, los inspectores han decomisado algunos animales.

Rescate del ecosistema

La Universidad Agraria de La Habana estableció un convenio con las autoridades del Gran Parque Metropolitano para ejecutar una evaluación completa de la fauna existente en las 700 hectáreas del proyecto.

Cualquier morador advierte el regreso de aves migratorias, de las ardillas, una especie que fue introducida allí y está creciendo mucho. Los especialistas del proyecto analizan con el Ministerio de la Agricultura los lugares donde se podría establecer, además, la apicultura, con la abeja criolla Melipona, que no pica y produce la llamada miel de la tierra.

El Parque Metropolitano está concebido como un organismo vivo, integrado a la ciudad. En sus áreas radica el Parque Almendares, un complejo recreativo-cultural que también ha sido beneficiado con el rescate, desde el pasado año.

Ahora, como en los viejos tiempos, cuenta con un nuevo parque infantil donde todo el equipamiento es plástico y moderno. Se inauguró, además, una pequeña base náutica con botes de remos y bicicletas acuáticas que pueden alquilarse a precios razonables. Entre las opciones recreativas están los paseos a caballo para los niños, mientras se venden variedades gastronómicas como helados, refrescos, bocaditos y otras ofertas en moneda nacional.

Tras el rescate del antiguo anfiteatro del Parque Almendares, las actividades culturales se inician desde por la mañana para los niños y continúan en la noche con espectáculos de diversos grupos musicales cubanos.

De acuerdo con el proyecto, el puente sobre el río será reparado, según confirmaron directivos a cargo de tal empresa. La decoración de los arcos del puente la harán famosos artistas plásticos de la isla.

Muchas ideas quedan aún para concretar dentro del Gran Parque Metropolitano de La Habana, sobre todo para seguir activando otras zonas, como la situada en el antiguo jardín botánico de la ciudad, que marca el mismo centro del proyecto. Recientemente se inauguró allí un pequeño parque infantil, pero existe el propósito de reanimar ese lugar, cercano a la barriada de Puentes Grandes.

Con el Instituto Nacional de Deportes y Recreación (INDER) se viabilizan otras iniciativas, sobre todo en el gran espacio situado detrás del hospital Joaquín Albarrán, donde se ha colocado un aula ecológica, a la que asisten escolares de escuelas aledañas, para promover el cuidado del entorno.